La casa de cada uno es su castillo; unos tienen herencias, otros alquileres; unos licencias de construcción, otros reciben subsidios; unos sueñan un techo que queda a igual distancia que el horizonte, otros ya no sueñan, pero en general y como un derecho elemental de cada individuo, la casa, el hogar, el paraíso de cada uno, necesita un resguardo legal, es el anhelo de muchos, la solución a la angustia, el regreso de la armonía familiar, la síntesis de la calidad de vida.