¡Qué no pare la música dj!
- Por Jorge Suñol Robles
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A esas noches de agosto las recuerdo siempre. Llevo años en la misma historia, en la misma aventura. Primero en Gibara, cuando todavía esta fuerte marea de sonido que es hoy, se escuchaba bajito; bueno, entiéndase por bajito la gestación de un proyecto, que fue sumando, con muchísimas ganas, sacrificio y pasión, más y más gente.
Es inevitable, cuando el calendario marca estos días, nos perdemos en el tiempo, la noche se hace eterna, las luces juegan con nosotros, y nosotros hacemos miles de piruetas. La playa, la arena, la luna, la brisa, el salitre, el ritmo constante y sensual, todo eso inspira. Y por eso estamos aquí: en Caletones, un pueblo que le hace falta vida, y nosotros, Stereo G, se la brinda, aunque sean solo por 72 horas.
Llegan Djs productores de toda Cuba. Algunos repiten, otros se estrenan. La bola se corre de boca en boca. Todo el mundo quiere “mojarse” y sentir en su piel música electrónica. La arena va dejando incontables huellas. “Esto es lo más grande”, dice un joven fanático. Y sí, aunque la Isla hayan surgido espacios como estos, el Festival Nacional de Música Electrónica Stereo G, impulsado por el proyecto Electrozona, es hoy un referente y una plataforma de intercambios entre exponente del género no solo del país, sino de otras partes del mundo.
Holguín, es sabido, es una plaza fuerte de esta tendencia musical. Tal vez por eso, y por la constancia de uno de sus máximos gestores Tiko Sk8, siempre con el apoyo de la Asociación Hermanos Saíz, el Festival no ha perdido sus esencias.
Hay que decirlo, es uno de los eventos más esperados por los jóvenes durante todo el año. El verano también se hace cómplice, el calor invita a sumergirse entre las olas, el sonido electrónico no hace más que embullarte a bailar y ser parte de este sueño nocturno.
Caletones no es un paraíso, pero Stereo G le da tanta fuerza, que la humildad y las viejas casas de allí, sacan lo más hermoso que tiene este pueblo: su hospitalidad, una sonrisa enorme, un abrazo a los desconocidos que llegan desde lugares muy lejanos de nuestra geografía.
En este tiempo no solo es palpable la energía que desprenden las presentaciones de los djs, hay un movimiento, una alegría en la gente digna de filmar y recordarla siempre. Muchos nos quedamos en casas de campaña, otros alquilan algún cuartico, y algunos pues se aventuran a dormir en la arena, bajo la brisa de la madrugada. Hay que gozarlo mi gente.
Entonces, nos ponemos a revivir las historias. De cuando nos dieron las 7 de la mañana bailando, después de una loca madrugada. Nos enganchamos las gafas y seguimos, hasta que parara la música. De cuando nos metimos en el Tanque Azul, y la difícil tarea de tocar el fondo, aquello es increíblemente hondo. De las fotos con amigos, de las entrevistas, y hasta de los apagones.
Pero no nos cansamos nunca. Volvemos una y otra vez, para repetir el cuento y narrar otras historias. Stereo G ya lo llevamos dentro, así como el viejo pescador que allí habita, que cuando empezó esta locura no tenía idea de lo que era la música electrónica, y ya lo ves, con la mano arriba, en medio de la multitud, moviéndose, disfrutando y diciendo: “sube la música dj”. A Caletones, yo lo dije, le hacía falta esta historia. Nos vemos del 2 al 4 de agosto.
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