El análisis y la crítica de los acontecimientos que marcan la vida nacional son indispensables en un periodismo que refleje las preocupaciones de la población. En ese sentido el trabajo de la prensa cubana gana espacio, pero aún quedan muchas insatisfacciones por la falta de respuesta a algunos de los temas tratados.
Aunque no son todos, una parte de los responsables del mal trabajo, no le otorgan importancia a ofrecer las ágiles y oportunas respuestas a la población. Esto va de la mano con la misión social de la prensa, que implica la responsabilidad de educar, informar con veracidad y servir como un canal para las voces de la ciudadanía.
A medida que las cubanas y cubanos acceden a más información a través de Internet y plataformas digitales, la prensa enfrenta el reto de mantenerse relevante y confiable. La búsqueda de una narrativa auténtica que resuene con los intereses y preocupaciones de los ciudadanos es esencial para recuperar la confianza en los medios.
Interpretado hasta aquí nuestro objetivo, surge una interrogante: ¿Cómo los lectores y las audiencias perciben el trabajo y la agenda de los medios en Holguín, transcurrido un año y medio del XI Congreso de la Unión de Periodistas de Cuba?
Existe actualmente aceptación del espacio dedicado en el semanario ¡ahora! a las inquietudes en la Columna de los Lectores; también gozan de preferencia los segmentos Lo que usted opina y Marcapasos, de Telecristal; así como la revista informativa de debate Puerta de Enlace, de Radio Angulo, que recesó sus transmisiones en la parrilla de la emisora provincial hace poco tiempo.
No obstante de las buenas prácticas, la prensa cubana y holguinera debe reinventarse, promoviendo un periodismo que no solo informe, sino que también empodere a la sociedad en su conjunto; convirtiendo su misión social en un pilar fundamental para el futuro del país.
El periodismo cubano está desafiado precisamente por los cambios que está registrando nuestro modelo económico-social, asimismo por la sociedad que se descentraliza cada vez más y que actualiza sus mecanismos.
A medida que la tecnología avanza y surgen nuevas plataformas digitales, se abre una puerta para que los periodistas cubanos busquen alternativas y amplíen su alcance, posibilitando nuevos espacios de debate y mayor interacción con los púbicos.
A pesar del impacto que tienen hoy en la población el trabajo reporteril que se hace en medios locales y nacionales, todavía falta rigor y profundidad en mucha de sus investigaciones. También y no menos importante, es necesario hacer cumplir las políticas dictadas, como la Ley de Comunicación Social, que facilita el debate y análisis de temas del interés de la población, con la convocatoria de los máximos responsables y decisores de los temas.
La búsqueda de una comunicación más abierta y plural es esencial no solo para el desarrollo del periodismo en Cuba, sino también para el fortalecimiento de una sociedad más informada y participativa. Estamos convocados a realizar un periodismo objetivo que acompañe a los ciudadanos en sus inquietudes, pero también a denunciar lo mal hecho, todo lo que le hace daño a la sociedad y al desarrollo de nuestro país.