En tiempos de COVID-19 prohibido olvidar al Aedes aegypti
- Por Lourdes Pichs Rodríguez
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El ruido de bazucas y las visitas regulares a viviendas, por parte del personal de la Campaña antivectorial, hacen recordar a muchos que el mosquito Aedes Aegypti sigue siendo un enemigo contra el cual no pueden existir descuidos si queremos mantenerlo a raya, para evitar el dengue, enfermedad infecciosa, cuyos síntomas y signos pueden evolucionar hasta convertirse en un cuadro mortal.
En medio de la batalla contra la COVID-19, la otra en marcha hace seis años para desterrar a ese vector de los 14 municipios y, en los fundamental, de la ciudad cabecera, exige constancia, cumplimiento estricto del autofocal y de las medidas de control, pues tras duras e intensas jornadas se logró cortar la trasmisión mantenida en este territorio nororiental a finales de 2019.
A pesar de esta arbovirosis constituir la más importante en el ser humano, por la cantidad de fallecidos que aporta cada año en el mundo y los más de 2 mil 500 millones de personas encontrarse en riesgo, la detección oportuna y el acceso a la asistencia médica adecuada pueden disminuir las tasas de morbilidad y mortalidad.
Por eso, hoy no es posible que las familias holguineras pasen por alto tareas que ya nos deben resultar muy normales en nuestra cotidianeidad, como son: el autofocal intradomiciliario y en los alrededores del hogar, tapar los tanques y otros recipientes donde se almacena el agua, el cepillado de los depósitos, colocar los contenedores de abate en vasijas y los pececitos en cisternas y aljibes, entre otras medidas de control y prevención.
Y ante todo, el “ojo agudo y entendido” de los técnicos no puede quedar fuera en la vigilancia epidemiológica. Para ello es necesario que el personal de la Campaña Antivectorial acceda a las viviendas y fiscalice, concienzudamente, los receptáculos destinados al acopio de agua y de ser necesario renueve los contenedores de abate y cumpla otras acciones previstas en sus funciones; siempre observando las medidas sanitarias establecidas en estos días de pandemia, desde el uso del nasobuco hasta pasar por el filtro incorporado ya en la puerta de entrada de la gran mayoría de las casas.
Esa visita domiciliaria para el focal técnico es decisiva, como el tratamiento adulticida por parte de la fuerza, que bazuca en manos realiza la labor. Son dos actividades indispensables, como lo es también que se vele por la calidad del producto con que se está fumigando, sobre el cual existen diversos criterios de la población, porque no “se mueren los mosquitos”, alegan vecinos.
Este conjunto de labores deben ser el ABC de todos, en momentos cuando el índice de infestación de la provincia es de 0,79 y el Breteau (valores numéricos que reflejan el porcentaje de viviendas infestadas por el mosquito) de 0,95 por municipios, de los que el cabecera tiene la mayor incidencia y a decir del doctor Eduardo Michel Serrano Riverón, director del Centro de Higiene y Epidemiología en este nivel, “está en un momento crucial este territorio, donde no caben los descuidos, pues aunque estamos en mejor situación con respecto a otras etapas, el peligro es latente, por la presencia del vector y el reporte de casos positivos de dengue”.
El municipio de Holguín tiene 1,82 de índice de infestación con áreas de salud por encima de esa media, como la del “Mario Gutiérrez”, “Álex Urquiola”, “Pedro del Toro”, “Pedro Díaz Coello” y “Manuel Díaz Legrá”, precisamente de esta hay una manzana (en reparto 18 de Septiembre) en trasmisión, “lujo” que no podemos darnos en una etapa cuando el virus SARS CoV2 lo tenemos pisándonos los talones.
Nadie con dolores de cabeza, músculos y en articulaciones; fatiga, diarrea, náuseas, fiebre alta, erupción en la piel y debilidad general puede quedarse en la casa, debe acudir a su médico de forma inmediata.
El especialista alertaba acerca de la necesidad de que la población esté consciente de la existencia de que dos enfermedades epidémicas graves están coexistiendo, están entre nosotros, por lo cual deben conocerse los síntomas y signos de cada una y buscar asistencia médica y bajo ningún concepto automedicarse, ocultar su situación y menos quedarse en casa.
Tanto, contra la COVID-19 como contra el dengue hay que ganar más en autocontrol y responsabilidad, porque la salud es lo primero y más preciado del ser humano.