Mejor prevenir que extinguir

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incendios 01Foto: Alexis del Toro / Archivo

La columna de humo se levanta y con ella los comentarios. Las redes sociales se hacen eco. Se especula que un vecino prendió candela a un viejo colchón en un basurero cercano. Lo cierto es que la ignición alcanzó mayores proporciones y requirió la intervención de los bomberos. Felizmente se pudo controlar.

Detrás de los edificios del barrio con frecuencia alguien prende fuego al vertedero improvisado porque la "inmundicia" casi llega a las cercanías de las viviendas. Tira el fósforo y da la espalda. Similar sucede en varias partes de la provincia, a fin de deshacerse del nauseabundo bulto de basura que puede provocar enfermedades, pero también para hacer nuevamente espacio y verter más deshechos.

Los incendios se han vuelto un asunto recurrente. Las propias redes sociales reflejan estos hechos en cualquier parte de Cuba. En lo que va de año la provincia de Holguín registra alrededor de 200 incendios. Para tener una idea de este incremento en los diez primeros días del mes de marzo ya se contabilizan 56 siniestros, según información ofrecida por la jefatura del Cuerpo de Bomberos en el territorio.

De acuerdo con sus estadísticas como promedio ocurre más de un incendio por día, lamentable por las pérdidas que provoca y la incalculable afectación al patrimonio. La situación preocupa, más si se tiene en cuenta que en años pasados estas alzas se producían en la segunda quincena del mes en curso, y en 2024 no tuvo esta tendencia.

Ciertamente estamos en una época de mucha sequía. Hay sitios donde no llueve desde hace más de tres meses y la vegetación crecida en la etapa de las abundantes precipitaciones ahora constituye un material de fácil combustión, cualquier chispa puede convertirse en desproporcionadas llamas en pocos minutos. De ahí que la mayoría de los incendios suelen originarse en malezas y pastizales, seguidos de los basureros y microvertederos que se crean alrededor de la ciudad.

Evidentemente, las causas fundamentales están relacionadas con el mal manejo del fuego. El arrojo de colillas de cigarros encendidos, las fogatas que no se apagan, la quema de desechos sólidos sin tomar medidas pertinentes y, sin tener, incluso, las sustancias y el equipamiento para evitar la propagación, figuran en esa lista.

Sin embargo, no son los únicos. En viviendas también es notoria la ocurrencia de estos hechos, fundamentalmente por negligencia de los moradores, quienes dejan los equipos conectados cuando no hay fluido eléctrico, principalmente fogones, y obvian la posibilidad de que al volver el servicio pueda originarse algún cortocircuito u otra situación que desencadena en fuego.

Los vehículos eléctricos, sobre todo motorinas, han sido también detonantes de siniestros con impactos devastadores y casi todos están asociados a la mala manipulación y la sobrecarga eléctrica, igualmente el uso descuidado de dispositivos eléctricos dañados, tomacorrientes y espigas.

Ante este panorama se impone reforzar más la actuación preventiva, pues la batalla se gana desde lo que podemos evitar. Todo lo que se haga relacionado con la protección contra incendios es poco. Es mejor prevenir que extinguir.

Los especialistas aconsejan desconectar los equipos eléctricos cuando no se usen, respetar el proceso de carga de los vehículos eléctricos y el tiempo de reposo, también entre recorridos, pues han ocurrido incendios en plena vía por sobrecarga.

La quema controlada resulta un método eficaz, utilizado por los propios especialistas de los cuerpos de Guardabosque y Bomberos, quienes han puesto en función esta práctica, sobre todo en la insigne Loma de la Cruz, donde ya han apagado tres incendios este año.

Si bien la población dispone de la línea telefónica 105, número de emergencia gratuito para solicitar el apoyo del Cuerpo de Bomberos, cuyo puesto de mando permanece activado las 24 horas, es necesario que se involucre más en la prevención de la ocurrencia de incendios desde el enfrentamiento a las malas conductas que lo originan.

Accionar para evitarlos pasa también por aplicar medidas en el hogar. En zonas suburbanas y rurales donde hay más vegetación las altas temperaturas provocan la propagación de las llamas con mayor peligro para las viviendas del entorno, como ha sucedido en áreas de la salida de San Andrés y El Recreo de Güirabo. Los pobladores pudieran hacer trochas alrededor de las viviendas, las llamadas barreras cortafuegos, para contener su expansión y minimizarlas, como también arrojar arena, tierra, manta o tejido húmedo.

A pocos meses de la jornada nacional de protección contra incendio sería conveniente pensar en actividades que permitan intensificar la educación ambiental para sensibilizar a las personas, el monitoreo y la vigilancia y promover las políticas de manejo forestal y acciones conjuntas e integrales con organismos.


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Comentarios  

# Armando 24-03-2025 11:45
Todo lo analizado es importante y cierto pero falto la falta de sistematicidad en la recogida de deshechos por parte del organismo responsable que se ha convertido ya en algo tan habitual que parece algo muy secundario en ese analisis
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