Combustible para caballo
- Por Liam de Jesús Bornot / estudiante de periodismo
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En una parada llena, después de una larga espera, nos permitimos un pensamiento: renunciar al trasporte público. Entonces pasa un cocheo un triciclo, ¿Cuánto hasta el Clínico?,“Son 70”. Hasta el caballo intenta mirarte y relincha, como si fuera consciente del concepto plusvalía. Inocente pensamiento, pues nos cruzamos de brazos, damos dos pasos para atrás y seguimos esperando.
Es costumbre ver, en la parada de la calle Máximo Gómez, entre Cuba y Garayalde en la ciudad de Holguín —arteria por donde transitan las rutas P1, P2, 208 y ruteros, entre otros— a enfermeras y médicos, maestros y estudiantes, gente que va de viaje… ya que los itinerarios de estas guaguas son bastante completos, sobre todo la P1, que enlaza la zona oeste de la ciudad con el este, la terminal de ómnibus nacionales con los hospitales Lenin, Pediátrico y Clínico, la Universidad Celia Sánchez... Ocupan las paradas, una gran cantidad de personas de disímiles oficios y profesiones, que tienen horarios por cumplir y necesidades que satisfacer.
Pero son los coches y los cocheros, no incluyamos a los caballos, que flacos ya están, los que nos enturbian el pensamiento. En la mañana, entre las 7 y las 12 horas, el pasaje de la ruta hasta el reparto Pueblo Nuevo, cuesta unos 50 pesos (hasta el clínico 70). Al llegar la tarde, entre las 14 y las 17 horas son 70. Pasada una hora y media, son 100. Hablamos de los días de semana; pero sábados y domingos no preguntes por el precio del servicio, pueden confesarte un tres con dos ceros a la derecha.
Como no queda de otra— después de dejar ir 20 coches y para no llegar tarde a su destino— uno sede a la presión. En ese medio de transporte solo deberían ir seis personas (además del conductor) por razones de peso y cuidado animal; pero si en una "Diana" se monta más personal de lo que la física y las leyes de los chinos pueden procesar (cuando en verdad deberían ir solo 8 personas de pie, más los asientos ocupados) podemos decir que esta parte no es condenable, si somos sinceros.
El coche lo ocupamos un maestro, una jubilada, una enfermera, un médico y dos estudiantes universitarios. Nos quejamos por el precio del pasaje (ya arriba) y el conductor se justifica:"No tengo la culpa de que no haya combustible". "¿Y qué combustible usa su equino?", pregunta un pasajero. Nuestro realismo mágico “relincha” al escuchar esta respuesta.
Quisiéramos escuchar una réplica más lógica, acertada, comprensible (aunque en el fondo injustificable), como la que nos dio después: "el caballito no solo come yerba, también miel ¿Sabe cuánto cuestan una cubeta de miel y un saco de pienso, herrar un caballo, la yerba? La yerba me la trae un camión, que usa combustible". Nos siguió explicando sobre el aire de las gomas, y de estas, “que no son nuevas, pero cuestan un ojo y la mitad del otro”. Sin obviar que el coche es de metales, y cada vez que lo sorprende un bache tiene que someterlo a arreglos.
Este caballo en particular no tenía aspecto de comer mucha yerba, menos pienso, y sobre las llantas, vale decir que durante el recorrido se salieron mínimo cuatro veces, ya tenían kilómetros de experiencia, suficientes para haber recuperado lo invertido en su compra y una jugosa ganancia. Sobre el camión de yerba, ninguno opinó porque en el fondo no sabemos cuánto come un solo caballo, o si tenía varios caballos para alimentar. Tal vez este no era de buen apetito.
"¿Ustedes creen que yo no tengo familia que mantener?" , agregó en un arranque por hacer más creíbles sus argumentos.
Pensando en salarios, ¿Cuál es el salario mínimo de un médico, el de una enfermera, el de un jubilado, el de un profesor o el de un estudiante universitario? Sacando una cuenta simple, tomando de referencia esta ruta, andando con precios mínimos, podemos decir que montando 10 personas en un coche, si multiplicas por 50 pesos cada una, cada media hora; por seis horas mínimas de trabajo al día; esto por un mes, te das cuenta de que es un buen negocio y da la cuenta. No he descontado en este simple análisis, ni días libres, ni precios de costo, porque si 50 pesos ya es un precio abusivo: 70, 100, 300, es delictivo, por tanto justifica la exclusión.
Toda esta situación responde a la "oferta y demanda", si el momento demanda, ofertas lo que tienes, ¿Lo tomas o lo dejas? Es evidente que los cocheros, y tantos otros negocios, no cobran según lo que les cuesta brindar ese servicio, sino que buscan sacarle un máximo, a expensas tanto del hombre como del animal. Esta situación no solo afecta al cubano de a pie, sino al estado, ya que podemos estar seguros de que una gran cantidad no declara sus verdaderos ingresos.
A inicios de este año la televisión nacional anunció que los precios del trasporte iban a ser actualizados, precios que no dejan de ser altos, por no decir inalcanzables.Existe la inquietud, cuando se aplique, cuánto llegará a costar el combustible para caballos.