Peso justo y balanza confiable
- Por Ania Fernández Torres
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Mi amiga Lisandra es profesora de Matemática, fan de los números y las medidas, observadora acuciosa de las formas en que pesan lo que compra, porque no soporta que alguien le reste a su bolsillo trabajador para engordar el propio. Por ello verificó el peso de cinco libras de azúcar en un mercado y dio “la tángana” porque le faltaban varias onzas. Allí, desde entonces, siempre le despachan bien su mercancía.
Podría parecer un caso aislado, pero no es así, de un modo u otro casi todos alguna vez nos hemos sentido estafados en el peso de los productos, en las bodegas, los mercados, las placitas, los puntos de venta o donde quiera que se expendan mercancías.
Ya es una especie de hábito no respetar las unidades internacionales de medidas y así nos hemos convertido en “La Meca” del mal pesaje, porque se vende por puñado, vasito, ristra, paquetico, etc y a la hora de aplicar lo científico y establecido casi siempre el “embudo” se estrecha para afuera del mostrador.
Hay ocasiones, cuando son inspeccionadas, que las pesas “hablan” de las irregularidades, de lo viejas que son y del mal mantenimiento que reciben. Pero desafortunadamente, no todo pueden decirlo ellas porque detrás de cada una hay una mujer u hombre que las utilizan y son múltiples las formas que se emplean para engañar al cliente.
Todavía pueden verse, en algunos sitios, pesas desgastadas, en mal estado técnico, sin rosca en la parte que sostiene el plato,con el receptor de carga dañado, fuera de la posición de equilibrio, porque el brazo debe oscilar normal sin carga alguna con ponderales dañados.
Ciertamente muchos de los errores tienen relación con los instrumentos de trabajo, pero los mayores los introduce la persona que pesa. No pueden utilizarse ventiladores cerca de las balanzas, porque introducen faltas costosas, En muchos espacios de venta de carne vemos los ventiladores de techo casi sobre las pesas o en el costado y eso ejerce presión sobre el plato y así nos roban.
Una conocida forma de introducir errores en el pesaje es la alteración de los ponderales, así como mantener las pesas sucias, por la caída del azúcar o grasa sobre ellas, también a las digitales las “calzan” por debajo con una moneda o algo fácil de esconder en un bolsillo ante inspectores o reclamaciones.
Es vital que la población conozca que debe exigir que las pesas tengan el sello amarillo del Oficina Territorial de Normalización, vigente para un año y acompañado de un certificado, pues hay uso de balanzas no autorizadas, que no cumplen los requerimientos establecidos en la Norma Cubana OIML R76-2, del 2000.
Usar las que tienen el sello rojo o alterar las pesas, son violaciones del Decreto Ley 183, donde se especifica lo referido a esta actividad e implica multas que pueden llegar a los mil 500 pesos.
Actualmente, dentro del rescate de lo establecido para la protección al consumidor, se le realizan, con regularidad, comprobaciones a las entidades estatales y también a particulares, pues en muchas mesas de vendedores hay pesas de astil y cursor, con magníficas características, pero que deben ser verificadas.
En cuanto a fiabilidad de los pesajes es bueno conocer que: en libras españolas un kilogramo son 2,17 libras, mientras que en libras inglesas son 2,2, una libra tiene 16 onzas y una onza posee 28 gramos. Al pesar, los valores positivos del error significan que, en lo pesado al cliente, le falta la cantidad referida y en los negativos, que el vendedor da al cliente un poco más de lo debido y se afecta a sí mismo, lógicamente es el “desliz” que menos ocurre.
Es vital exigir nuestros derechos, como lo hace Lisandra, la profesora de Matemática, para no dejar que prolifere más ese conformismo paralizante ante la ofensa a la calidad, que comienza con las buenas mediciones y significa el respeto al pueblo trabajador.
Todos, administrativos y clientes, debemos empezar, en entidades estatales y en ventas de cuentapropistas,a reclamar el peso justo con balanzas confiables, para que se valore el comercio y se apliquen, coherentemente, las normas de medidas internacionales, que es una forma de institucionalizar también al país, como indicanlos Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución.
Comentarios
En el Mercado de la calle Garayalde un grupo de hombres y mujeres tienen el control de todo lo que se vende en los departamentos de lácteos y ahumados, pues son los controladores de esas dos colas, siempre son los primeros y ponen delante al que le pague, además están todos los días e inmediatamente que los productos se acaban los revenden en la cafetería que está dentro de esa unidad, tienen bloquedas dos o tres mesas sin consumir nada e incluso traen menores de edad dándole ese ejemplo. Cómo es posible que la PNR que los conoce y les ve las caras todos los días no actúe con la severidad que esta situación amerita. ESPERO SE TOMEN MEDIDAS EJEMPLARIZANTES CON ESOS REVENDEDORES DE PRODUCTOS QUE EL ESTADO VENDE PARA SATISFACER LAS NECESIDADES DEL PUEBLO.
HASTA CUANDO VAMOS A PERMITIR QUE ESAS PERSONAS VIVAN DEL PUEBLO TRABAJADOR Y QUE CUANDO SE LE HA DICHO AL POLICÍA QUE HA ESTADO PRESENTE, LO ÚNICO QUE HA PASADO ES QUE LO LLAMA APARTE Y LE3 DICE ALGO , PERO SIGUE RIÉNDOSE DE TODOS.
FRATERNALMENTE UN REVOLUCIONARIO QUE CONFÍA Y SIEMPRE CONFIARÁ EN LA REVOLUCIÓN.