Renacimiento
- Por Rubén Rodríguez González
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Los holguineros encendieron una vez más sus antorchas este 27 de enero, vísperas del aniversario 170 del natalicio de José Martí. Fotos: Heidi CalderónTodavía no le han abatido tres balas en la sabana, ni su caballo ha regresado tinto en sangre y con la silla vacía.
No ha empezado la carta a su amigo Manuel, que se convertirá en testamento político, ni ha anotado incansablemente en el Diario de Campaña, donde cristalizará su estilo literario.
No se ha reunido, en La Mejorana, con Máximo Gómez y Antonio Maceo, ni le han proclamado Mayor General, ni ha desembarcado en Playitas, junto a Gómez y otros patriotas.
No ha recorrido una y otra vez los Estados Unidos reuniendo fondos y voluntades, como también lo hará con los emigrados cubanos de Jamaica, República Dominicana, Costa Rica, Panamá; no ha fundado el periódico Patria ni el Partido Revolucionario Cubano, del cual le nombrarán delegado.
No ha escrito la veintena de tomos de obra periodística y literaria, diseminada en publicaciones periódicas de toda América, ni se ha enzarzado en encendidas polémicas con sus enemigos, ni le han apodado Doctor Torrente, a cuenta de su verbo.
No ha fundado la revista La edad de oro. Todavía no se ha caricaturizado, a tinta, como una gran cabeza o un azteca chac mool.
Todavía no ha trotado incesantemente por España y América y por Estados Unidos, encendiendo la llama y viviendo intensa, aunque austeramente.
Todavía no ha escrito que la unidad de criterios no es la servidumbre de la opinión ni que perdura lo que un pueblo quiere.
Aún no le ha transfigurado el milagro de la paternidad ni ha conocido a Carmen, a María ni a Rosario, ni ha visto bailar a la bailarina española que le inspirará versos encendidos y melancólicos.
No ha publicado su drama “Abdala” ni el periódico El diablo cojuelo. No ha sido discípulo de Mendive ni ha conocido a Fermín, ni han escrito juntos la carta por la cual le meterán en la cárcel, donde no podrá escribir ni un verso.
Todavía no ha visto a un esclavo colgando de una ceiba ni le han regalado un gallo y un caballo. Porque el único hijo varón del valenciano Mariano y la canaria Leonor, no ha nacido aún; va a nacer un día como hoy, de noche; y con él nacerá también un pedazo de Patria.
Con un mar de fuego lo celebró anoche la juventud cubana por toda la Isla y, en la mañana de hoy, desfilarán los personajes de los cuentos y versos que un día va a escribir José Martí Pérez.
