El Paludismo puede y debe preverse
- Por Lourdes Pichs Rodríguez
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Desde 2007, el 25 de abril se celebra el Día Mundial del Paludismo por iniciativa de la Asamblea Mundial de la Salud (OMS), con el propósito de prevenir y alertar acerca de los peligros de esta enfermedad, que hoy amenaza a más del 40 por ciento de la población general y causa una cifra superior de al menos de un millón de fallecidos de casi todos los continentes.
El paludismo o malaria, considerada una enfermedad infecciosa mortal es trasmitida al hombre por la picadura de mosquitos hembras infectados del género Anopheles, por lo cual es prevenible y curable.
Este padecimiento se caracteriza por ocasionar fiebres altas semejantes a las de otros padecimientos bacterianos, de ahí que su diagnóstico resulte complicado no pocas veces y por eso la recomendación de siempre de acudir al médico para la valoración del paciente.
Además de temperaturas elevadas en el cuerpo de los enfermos, puede provocar escalofríos, sudores, diarrea, dificultad respiratoria, cefalalgia (dolor de cabeza caracterizado por sensación de pesadez, constricción y pinchazos), y complicarse hasta producir defectos en la coagulación, insuficiencia renal y hepática, edema pulmonar, entre otras.
De acuerdo con datos de la OMS en 2016 “la casi mitad de la población mundial estaba en riesgo de padecer paludismo”; sin embargo, la mayoría de los casos y muertes se registraban en África subsahariana, aunque otras regiones también se veían afectadas, como el Mediterráneo Oriental, el Pacífico Occidental y las Américas.
Precisamente, en esta última hay más de 20 países endémicos, por lo cual el 30 por ciento de sus habitantes está en riesgo de contagiarse y el 8 por ciento en ¨alto riesgo¨, de ahí la importancia de mantenernos alertas, pues si bien este no es problema de salud en Cuba, sí existe el peligro de introducción por casos importados de países africanos y de América Latina, a pesar del sistema de vigilancia permanente sobre el control de viajeros para detectar oportunamente la entrada de un paciente con paludismo.
A través del Programa de Control Sanitario Internacional en el archipiélago cubano está establecida la vigilancia a los visitantes que puedan portar esa u otra enfermedad transmisible, que conlleven a un problema de salud en la nación o a nivel internacional, mientras que por medio del Programa Nacional de Vigilancia y lucha Antivectorial está prevista la expectación sobre el Anopheles albimanus.
Como ha llamado la OPS y la OMS el sistema de Salud Pública cubano refuerza aún más las acciones dirigidas a la detección precoz y tratamiento basado en el diagnóstico parasitológico, para propiciar la intervención oportuna y cortar de inmediato la trasmisión de ocurrir.
“Preparados para vencer al paludismo” es el lema que rige este año el 25 de abril, cuando muchas voces y naciones se unirán por alcanzar los objetivos fijados para el 2030 por la OMS en su estrategia técnica de reducir en el 40 por ciento la incidencia de casos y las tasas de mortalidad.
