Cinco décadas de sostén en cada trinchera
- Por Yanela Ruiz González
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Foto: Canal Caribe.
Responsabilidad, disciplina y consagración caracterizan a los miles de trabajadores civiles de la Defensa, que también podrían llamarse héroes anónimos, porque así de trascendental e importante son las tareas que desempeñan en cada uno de sus puestos y frentes, facilitando las singulares condiciones en que se ejecutan muchas de las misiones de las instituciones armadas.
Lo digo por el chofer que no escatima horarios cuando se trata de cumplir tareas que preservan la defensa de la Patria, o la cocinera(o), que garantiza la elaboración de los alimentos desde horas bien tempranas en cada unidad, o los que deben higienizar las instituciones, unidades y el avituallamiento con una eficiencia y pulcritud envidiables.
También están aquellos que, desde la retaguardia y no exentos de sufrir las mismas adversidades como cualquier mortal, aseguran otras actividades vitales para el mantenimiento del orden interior, la seguridad del Estado y la tranquilidad ciudadana, contenidos esenciales en su quehacer cotidiano.
Igualmente están los que se enfrentan a largas jornadas de trabajo hasta altas horas de la noche, detrás de un mostrador o en la recepción, organización y traslado de mercancías, o por los campos, montados encima de carretas, para acercar la venta de productos de primera necesidad a la población en tiempos de pandemia.
Precisamente en esta “era” de la COVID-19, mucho se aprecia el esfuerzo de los “civiles de la Defensa”, quienes siempre han dado el paso al frente ante las disímiles tareas del país y no menos ha sido su empuje en el enfrentamiento a la enfermedad. De ello habla su apoyo a las medidas adoptadas para sobrevivir a los estragos económicos y a la cruda situación impuesta por factores de diversa índole.
Ellos, que han estado en la vanguardia del perfeccionamiento empresarial y en tantas experiencias que luego han servido de base para el desarrollo de otros escenarios, también suman sus fuerzas y constituyen sostén en esta batalla.
Se les ha visto implicados en la tarea ordenamiento, la organización de colas y enfrentamiento a coleros, la distribución de los productos donados a los núcleos familiares y en la producción de alimentos y de algo tan preciado en estos momentos, el oxígeno medicinal, una misión que se ejecuta en el aeropuerto militar de este territorio, con ayuda también de reservistas.
Y qué decir de la gigantesca labor y constancia de quienes se han esmerado en el funcionamiento vital y la atención a pacientes con COVID-19 en hospitales militares, como el “Fermín Valdés Domínguez” de Holguín, donde primero inició aquí la batalla por la vida de cara a la mortífera enfermedad, que se empeña en arrebatarnos la bendición de respirar sobre la faz de la tierra. Sin embargo, ahí siguen esos trabajadores, a pie de lucha en este combate sin treguas desde hace casi dos años, a expensas de contagios, porque demostrado está que la raza humana es muy vulnerable.
Acompañarnos en este trance ha sido una de las mejores manifestaciones de su entrega y esa voluntad de estar donde sea necesario para contribuir al bienestar del pueblo y la nación. Pero también han demostrado su valía en la producción y los servicios, el desarrollo de inversiones, la sustitución de importaciones, el ahorro en todos los frentes, los rendimientos de las tierras, el cumplimiento de convenios colectivos de trabajo y la contribución a la economía desde el fuerte movimiento anirista, que con su talento, creatividad, e inteligencia siempre han puesto su cuota en la búsqueda de soluciones a problemas que se presentan en el entorno laboral.
Así lo reconoció en una ocasión Ulices Guilarte de Nacimiento, secretario de la Central de Trabajadores de Cuba, organización que se precia de contar, entre los gremios sindicales que agrupa, al de los Trabajadores Civiles de la Defensa, cuyo aniversario 50 se celebra este domingo 19 de septiembre.
Sobre su surgimiento en 1971, Guilarte de Nacimiento apuntó: “Fue un hecho inédito en la historia del movimiento sindical cubano, al constituirse por primera vez, un sindicato de trabajadores civiles en una institución armada, lo que materializaba las concepciones políticas y el ideario de Fidel y Raúl acerca de su necesidad, hecho que fue posible por la existencia de una clase obrera en el poder”.
Demostrado está, que no hubo equívoco en ese ideario, pues los miles de afiliados al sindicato de Trabajadores Civiles de la Defensa han sabido honrar, desde cada una de sus trincheras, ese pensamiento y los valores más sublimes de la figura histórica que los representa, Emilio Bárcenas Pier, combatiente del Segundo Frente Oriental Frank País.
Será otra jornada atípica debido a la situación epidemiológica, pero no faltará el merecido reconocimiento a colectivos y trabajadores destacados.
