Ni favor ni acto voluntario
- Por Marcos de Zayas Rodríguez y José Alberto Buitrago / estudiantes de periodismo
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No parar ante la señal de los inspectores de Transporte tiene sus consecuencias, no solo para el chofer ,sino también para la entidad a la cual pertenece. Ese hombre o mujer, con uniforme amarillo o azul, son funcionarios públicos en el desempeño de una encomienda estatal relevante en estos tiempos, cuando escasea el combustible y se deprime el servicio público de transportación de pasajeros, por tanto, su orden es de obligatorio cumplimiento.