Creo en la constancia y el sacrificio
- Por Darianna Mendoza Lobaina
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Cuando lo vi por primera vez fue durante una visita relámpago que realizamos por cuestiones de trabajo al hotel “Miraflores”, ubicado en el municipio de Moa. La tarde caía y él nos recibió en la puerta con una camisa blanquísima en la cual refulgía el identificativo de director.
El encuentro fue fugaz, pero alcanzó para probar un pedacito de su historia que dejó extasiado a más de un colega de la prensa. Debió ser el famoso olfato periodístico que disparó los sensores. En mi caso, a pesar del agotamiento visible por la jornada intensa de labor, supe que debía volver o pedirle el contacto para un futuro intercambio.
Siempre he temido a las entrevistas, aunque confieso que es mi género favorito. Esta, por ejemplo, la hubiera preferido más cercana, con contacto visual, con una taza de café mediante, con un reloj libre sin límites de tiempo.
Pero a veces los kilómetros queman y no queda más remedio que acudir a vías alternativas. Entonces, una semana después, envié el cuestionario a su WhatsApp.
El éxito entra por el jardín
“Soy natural de la comunidad de Cosme Batey en Guaro, perteneciente a Mayarí. Llegué a Moa en 1996 como uno de los entrenadores para el concentrado de preparación de la preselección de Holguín que participaría en el Torneo Nacional de Boxeo Playa Girón, con sede en nuestra provincia.
“Inicié en el `Miraflores´ como jardinero, pues era la única oportunidad que existía para lograr ser parte de esa plantilla tan compactada. Nunca imaginé tener la oportunidad de vincularme a este sector, además, no era mi prioridad ni mi perfil. Era deportista, no había similitud en el desempeño ni en los procesos".
“Experimenté varios periodos escalonados, desde jardinero, custodio, capitán de salón, especialista de calidad, maître o camarero especializado, jefe de servicios extrahoteleros hasta jefe de equipo, todos cumpliendo exigencias, requisitos y condiciones, tanto profesional como personal.
“Además, tengo un dominio casi integral del proceso de desarrollo hotelero, aunque en el sistema surgen nuevas tendencias que van aparejadas a las necesidades de los clientes y eso requiere de actualización permanente”.
Director general del “Miraflores”, se dice fácil, pero la responsabilidad y el encargo social son inmensos. ¿Cómo lo logra?
“La responsabilidad es algo que no se delega. Mucho se habla sobre este tema, pero una cosa es cuando recibes la teoría y otra bien distinta es la práctica.
“Por lo tanto, estudio mucho y de manera constante los informes de las áreas claves. No me aparto del análisis contable del día y tengo en cuenta la consulta a las resoluciones que rigen cada proceso, aspecto que se debe aprovechar porque cuando se trata del turismo, todo está escrito, lo cual es una ventaja.
“Eso disminuye la probabilidad de error. Luego procuro trabajar en equipo, escuchar, someter al criterio de la dirección de cada aspecto o hecho que requiera de más de una idea, sugerencia o mejora, y por supuesto, dedico un tiempo importante al control e intercambio con los compañeros”.

Representar y encaminar un centro de esta envergadura, con sus características específicas, es una tarea importante. En su opinión, ¿Qué debe caracterizar a un buen líder?
“El liderazgo es una oportunidad para servir. Si quieres saber cómo es alguien, observa de qué manera trata a sus subordinados, no a sus iguales. Un líder es quien, en el colectivo, enseña al que no sabe y atrae al que no quiere avanzar.
“Una vez leí de John C. Maxwell lo siguiente: -Un líder es alguien que conoce el camino, anda el camino y muestra el camino-. Para mí posee la visión y la convicción de que un sueño puede conseguirse y, además, inspira la fuerza y la energía para obtenerlo.
“No creo mucho en la suerte. Creo en la voluntad, la constancia, el sacrificio y el ejemplo personal. Considero que estoy distante de serlo, pero no por ello dejo de entregarme con pasión a mi faena. Trato de ser el primero, sobre todo, en los momentos más complejos y difíciles”.
En la superación está la clave…
“La superación ha dependido de mi voluntad como ser humano. He aprovechado las oportunidades que la vida y la revolución me han dado para capacitarme sin abandonar el vínculo laboral.
“Logré alcanzar los niveles superiores, pues me gradué de Licenciado en Derecho, Licenciado en Cultura Física y Recreación y estoy terminando la Maestría en Gestión Turística, esta última es un elemento complementario del perfil en correspondencia con mi cargo administrativo”.
Moa tiene su encanto
Norge es un mayaricero establecido en Moa, esa zona roja con sabor a níquel. Las migraciones ayudan a encontrar el sitio correcto, a echar las raíces en el mejor terreno y florecer. Florecer con perseverancia.
“Tiene su dulzura en las personas que la habitan, sus encantos en cultura y tradiciones, porque es una localidad cargada de minerales, de Revolución y de gloria. Amo el espíritu creador de su gente, el entusiasmo a pesar de los reveses. La confianza en el mejoramiento humano y el apego a sus raíces.
“Me marcharía solo si la vida así lo permitiera. Todos tenemos un destino trazado, creo que hago mi mejor esfuerzo a diario por lograr nuevos y mejores resultados en este hotel. Si aparece otro reto fuera de aquí lo aceptaría con el interés y la entrega que me caracterizan”.
Cáseres es un hombre alto y fornido, de acuerdo con el leve recuerdo que mantengo de aquella rápida coincidencia. Presume con orgullo una instalación que este 13 de agosto arriba a sus 33 años de fundada, la cual se ubica en la preferencia de pobladores y foráneos.
En medio del camino se alimentan los anhelos, las metas y asegura: “Sueño con convertirme en padre, un buen padre y amigo. También con ser cada día mejor en el plano profesional”.
A sus 48 años, de ellos 23 en la instalación hotelera, Cáseres constituye un ejemplo de consagración y tenacidad. Ofrece pruebas reales de cómo se pueden alcanzar los propósitos y aprovechar los beneficios en cada peldaño para nutrirse y seguir.
En ocasiones resulta complejo definirnos a nosotros mismos, ponernos etiquetas, ubicarnos en ciertos espacios, catalogarnos. Pero Norge sabe bien quién es, de dónde viene y hacia dónde dirige sus pasos. “Soy una persona entusiasta, de carácter noble. Mi familia ocupa el primer lugar en mi vida, ese es mi refugio y mi sello de garantía”.