Concluyó VI Taller Nacional de Zeolita
- Por Claudia Arias Espinosa
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Para socializar la producción científica que sustenta los diversos usos de la zeolita e identificar las oportunidades que ofrece el mercado nacional y foráneo para este producto, sesionó hasta este jueves el VI Taller Nacional de Zeolita con Participación Extrajera, en el balneario de Guardalavaca, de la provincia de Holguín.
Marta Velázquez, especialista del Centro de Investigaciones de la Industria Minero Metalúrgica (Cipimm), uno de los patrocinadores del evento, explicó que para esta institución la zeolita es la reina de los minerales naturales.
Sus profesionales expusieron resultados en el ámbito de la salud (tratamientos dérmicos a base de zeolita para combatir la soriasis, escaras y hongos), la cosmética (mascarillas faciales para spas del turismo) y, en colaboración con la Universidad de Oriente, la sustitución de refrigerantes.
“También presentamos el estado de innovación de un producto ecológico de alto impacto para la economía del país, que es el desarrollo de las Agromenas, un fertilizante órgano-mineral que ya cuenta con su marca y se está introduciendo en tres empresas geomineras del país: Occidente, Centro y Camagüey. Estamos coordinando con la Empresa Geominera Oriente, para que comience su proceso de innovación”, expresó Velázquez.
Foto: Lianne Fonseca
Otro aporte al desarrollo de la agricultura en Cuba fue presentado por Julia Elena Almandoz Parrado, del Instituto de Investigaciones de Sanidad Vegetal, quien se refirió al uso de la zeolita micronizada (pulverizada) como fungicida, para el control de hongos foliares, fundamentalmente, en los cultivos hortícolas.
Varias ponencias demostraron lo acertado de emplear la zeolita en el tratamiento de residuales líquidos, en establecimientos porcinos y diferentes industrias. En esta línea, se insertó Aymet Rómulo Rodríguez, del Centro de Investigaciones del Níquel, en el municipio de Moa, Holguín.
“Nuestra propuesta consistió en el empleo de la zeolita en el tratamiento del agua residual de la empresa Ernesto Che Guevara, para poder reutilizar alrededor de 2 millones de metros cúbicos de agua al año, que contienen contaminantes y se vierten al mar”.
El profesor del Instituto Superior Minero-Metalúrgico de Moa, Gerardo Orozco Melgar, enfoca sus esfuerzos en objetivos similares: “El principal residual líquido de la empresa Pedro Soto Alba se vierte al río Cabañas, de ahí va al río Moa y al mar. El tratamiento con zeolita que propongo, aunque no resuelve del todo la situación, mejora la calidad de ese residual”.
Los investigadores del Instituto de Ciencia y Tecnología de Materiales (IMRE), de la Universidad de La Habana, socializaron, entre otros trabajos, estudios que caracterizan el comportamiento de la zeolita al ser modificada con otros elementos químicos, con el fin de potenciar sus propiedades.
Durante al acto de clausura del VI Taller de Zeolita, se destacó el grado de innovación de las propuestas y la presencia de jóvenes investigadores. No obstante, los participantes coincidieron en que la ausencia de clientes potenciales, como la agricultura, la construcción y la salud, constituye una debilidad.
“Cuando se presentan estos resultados, todos los clientes, desde el nivel nacional hasta la base, deben estar presentes; si no, el resultado se queda sin soporte de seguimiento”, declaró Marta Velázquez.
Aramís Laserra Portuondo, director de la Empresa Geominera Oriente, entidad que auspicia el evento, refirió que lograr la participación de esos organismos ha sido una tarea difícil.
El taller se convirtió en el espacio ideal para lanzar la primera convocatoria al V Congreso Internacional de Minería y Metalurgia, MINIMETAL 2020, en el cual se abordarán diferentes temáticas, que abarcan desde la metalurgia y el medio ambiente, hasta el desarrollo de la tecnología.
Alrededor de 100 profesionales, organizados en tres comisiones de trabajo, debatieron propuestas relacionadas con la aplicación de la zeolita en sectores estratégicos, como el agropecuario; el bajo impacto medioambiental que supone su empleo, así como los beneficios económicos que reporta en términos de eficiencia y ahorro.
Marta Velázquez, especialista del Centro de Investigaciones de la Industria Minero Metalúrgica (Cipimm), uno de los patrocinadores del evento, explicó que para esta institución la zeolita es la reina de los minerales naturales.
Sus profesionales expusieron resultados en el ámbito de la salud (tratamientos dérmicos a base de zeolita para combatir la soriasis, escaras y hongos), la cosmética (mascarillas faciales para spas del turismo) y, en colaboración con la Universidad de Oriente, la sustitución de refrigerantes.
“También presentamos el estado de innovación de un producto ecológico de alto impacto para la economía del país, que es el desarrollo de las Agromenas, un fertilizante órgano-mineral que ya cuenta con su marca y se está introduciendo en tres empresas geomineras del país: Occidente, Centro y Camagüey. Estamos coordinando con la Empresa Geominera Oriente, para que comience su proceso de innovación”, expresó Velázquez.

“Este producto supone beneficios significativos para la población y el sector del turismo, al incidir en la producción sostenible de alimentos. Es una oferta fuerte, porque cuenta con la riqueza mineral del país y solamente utiliza un 10 por ciento de portadores químicos. Indudablemente, constituye un renglón de exportación y sustituye importaciones de fertilizantes”, agregó.
Otro aporte al desarrollo de la agricultura en Cuba fue presentado por Julia Elena Almandoz Parrado, del Instituto de Investigaciones de Sanidad Vegetal, quien se refirió al uso de la zeolita micronizada (pulverizada) como fungicida, para el control de hongos foliares, fundamentalmente, en los cultivos hortícolas.
Varias ponencias demostraron lo acertado de emplear la zeolita en el tratamiento de residuales líquidos, en establecimientos porcinos y diferentes industrias. En esta línea, se insertó Aymet Rómulo Rodríguez, del Centro de Investigaciones del Níquel, en el municipio de Moa, Holguín.
“Nuestra propuesta consistió en el empleo de la zeolita en el tratamiento del agua residual de la empresa Ernesto Che Guevara, para poder reutilizar alrededor de 2 millones de metros cúbicos de agua al año, que contienen contaminantes y se vierten al mar”.
El profesor del Instituto Superior Minero-Metalúrgico de Moa, Gerardo Orozco Melgar, enfoca sus esfuerzos en objetivos similares: “El principal residual líquido de la empresa Pedro Soto Alba se vierte al río Cabañas, de ahí va al río Moa y al mar. El tratamiento con zeolita que propongo, aunque no resuelve del todo la situación, mejora la calidad de ese residual”.
Los investigadores del Instituto de Ciencia y Tecnología de Materiales (IMRE), de la Universidad de La Habana, socializaron, entre otros trabajos, estudios que caracterizan el comportamiento de la zeolita al ser modificada con otros elementos químicos, con el fin de potenciar sus propiedades.
Durante al acto de clausura del VI Taller de Zeolita, se destacó el grado de innovación de las propuestas y la presencia de jóvenes investigadores. No obstante, los participantes coincidieron en que la ausencia de clientes potenciales, como la agricultura, la construcción y la salud, constituye una debilidad.
“Cuando se presentan estos resultados, todos los clientes, desde el nivel nacional hasta la base, deben estar presentes; si no, el resultado se queda sin soporte de seguimiento”, declaró Marta Velázquez.
Aramís Laserra Portuondo, director de la Empresa Geominera Oriente, entidad que auspicia el evento, refirió que lograr la participación de esos organismos ha sido una tarea difícil.
El taller se convirtió en el espacio ideal para lanzar la primera convocatoria al V Congreso Internacional de Minería y Metalurgia, MINIMETAL 2020, en el cual se abordarán diferentes temáticas, que abarcan desde la metalurgia y el medio ambiente, hasta el desarrollo de la tecnología.