La justicia tiene nombre de mujer (II)
- Por Yenny Torres
- Hits: 1188
Yalié Peña Rodríguez es Presidenta de la Unión de Juristas en la provincia y Directora de la Empresa de Servicios Legales. Foto: De la autoraYalié Peña Rodríguez es Presidenta de la Unión de Juristas en la provincia y Directora de la Empresa de Servicios Legales. Fue delegada al X Congreso de la FMC y conoce muy bien el devenir histórico y percepción futurista de la mujer en Cuba.
En estos momentos, hasta Raúl reconoce que las mujeres han demostrado ser más responsables y ponen más empeño en cuestiones de dirección. Yo no soy feminista, creo en la igualdad del hombre y la mujer, en la equidad de género para desempeños laborales.
Desde hace años el país trabaja en sus esquemas de dirección y cuadro para lograr que las mujeres accedan a cargos importantes, lo que también se ve en la nueva constitución proclamada. Ha sido paulatino y progresivo.
En el código civil y de familia dice que los cónyuges comparten las obligaciones, dígase cuidado y manutención de los hijos, limpieza y tareas asociadas a la higiene del hogar, las cargas económicas provenientes de los salarios o remuneraciones que reciben; pero no siempre ocurre así. La mujer, aún teniendo cargos de dirección, sigue asumiendo la mayor carga de la casa.
Cuando se les convoca para asumir un puesto de dirección lo piensa más que el hombre, porque lo primero que le viene a la mente es que debe ocuparse de los hijos, más si son menores de edad; de la casa; la mamá anciana…pues la población envejece y ya son más los adultos a cuidar.
Después de la década del ´90 la mujer se ha visto como un ser social activo. Hoy no tiene como meta futura solo formar una familia y tener hijos, quiere estudiar, hacer una maestría, doctorado, ser reconocida en su gremio...
Buscamos más apoyo de la familia, no solo del esposo, también de los padres que viven con nosotros, porque para poder hacer todas las labores de dirección y desempeños técnicos hace falta una retaguardia que nos ayude en los hogares.
El 80 por ciento de los jueces y fiscales en el país son mujeres. Eso es un buen indicador, pues constituyen responsabilidades de las más altas que se puede asumir, ya que en sus manos tienen la justicia social, la vida y libertad de las personas y el control de la legalidad en entidades estatales y no estatales.
Es muestra del empoderamiento progresivo que ha alcanzado la mujer, en el cual ha influido el papel de la FMC desde su creación, primero por la visión de Fidel y Vilma sobre qué pilares debía erigirse la Federación.
Se inició rescatando a las jóvenes para que se entrenaran en oficios, artes, como maestras. La Casa de Orientación a la Mujer y la Familia no solo se encarga de los cursos para quien no continúa estudios, cuenta con equipos multidisciplinarios de mediación en asuntos familiares, cuando hay disfuncionalidad, adolescentes sin conducta acorde a la sociedad, violencia familiar. El X Congreso de la FMC fue espacio vital para ver qué hemos logrado en estos años de Revolución y lo que nos falta por hacer como organización, con el embarazo en las adolescentes, violencia familiar contra niños y mujeres sobre todo, vocación profesional y futura con los jóvenes”.
La mujer cubana de hoy tiene retos, pero, sin dudas, también un lugar ganado y bien defendido. El sector jurídico es ejemplo de ello.
“La voluntad político-gubernamental del legislador desde que se aprobara la Constitución de 1976 era que la mujer cubana tuviera participación activa en los procesos económicos, políticos y sociales del país; que dejara de tener solo el rol de familia y atención de los niños en la casa, las labores domésticas, propio antes de 1959. Se quería que la mujer estudiara, trabajara, tuviera liderazgo, como continuidad a los reclamos de emancipación de Ana Betancourt, solicitud del voto, etcétera.
En estos momentos, hasta Raúl reconoce que las mujeres han demostrado ser más responsables y ponen más empeño en cuestiones de dirección. Yo no soy feminista, creo en la igualdad del hombre y la mujer, en la equidad de género para desempeños laborales.
Desde hace años el país trabaja en sus esquemas de dirección y cuadro para lograr que las mujeres accedan a cargos importantes, lo que también se ve en la nueva constitución proclamada. Ha sido paulatino y progresivo.
En el código civil y de familia dice que los cónyuges comparten las obligaciones, dígase cuidado y manutención de los hijos, limpieza y tareas asociadas a la higiene del hogar, las cargas económicas provenientes de los salarios o remuneraciones que reciben; pero no siempre ocurre así. La mujer, aún teniendo cargos de dirección, sigue asumiendo la mayor carga de la casa.
Cuando se les convoca para asumir un puesto de dirección lo piensa más que el hombre, porque lo primero que le viene a la mente es que debe ocuparse de los hijos, más si son menores de edad; de la casa; la mamá anciana…pues la población envejece y ya son más los adultos a cuidar.
Después de la década del ´90 la mujer se ha visto como un ser social activo. Hoy no tiene como meta futura solo formar una familia y tener hijos, quiere estudiar, hacer una maestría, doctorado, ser reconocida en su gremio...
Buscamos más apoyo de la familia, no solo del esposo, también de los padres que viven con nosotros, porque para poder hacer todas las labores de dirección y desempeños técnicos hace falta una retaguardia que nos ayude en los hogares.
El 80 por ciento de los jueces y fiscales en el país son mujeres. Eso es un buen indicador, pues constituyen responsabilidades de las más altas que se puede asumir, ya que en sus manos tienen la justicia social, la vida y libertad de las personas y el control de la legalidad en entidades estatales y no estatales.
Es muestra del empoderamiento progresivo que ha alcanzado la mujer, en el cual ha influido el papel de la FMC desde su creación, primero por la visión de Fidel y Vilma sobre qué pilares debía erigirse la Federación.
Se inició rescatando a las jóvenes para que se entrenaran en oficios, artes, como maestras. La Casa de Orientación a la Mujer y la Familia no solo se encarga de los cursos para quien no continúa estudios, cuenta con equipos multidisciplinarios de mediación en asuntos familiares, cuando hay disfuncionalidad, adolescentes sin conducta acorde a la sociedad, violencia familiar. El X Congreso de la FMC fue espacio vital para ver qué hemos logrado en estos años de Revolución y lo que nos falta por hacer como organización, con el embarazo en las adolescentes, violencia familiar contra niños y mujeres sobre todo, vocación profesional y futura con los jóvenes”.
La mujer cubana de hoy tiene retos, pero, sin dudas, también un lugar ganado y bien defendido. El sector jurídico es ejemplo de ello.
