Fidel como familia
- Por Yenny Torres
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Todo comenzó el lunes, en el viaje Habana-Holguín, a través del cual Oscar León González, Sullén Carrero y sus hijas Keyla, de tres años, y Carla, de doce, arribaron a la Ciudad de los Parques. Ya a las tres de la madrugada del día 13 estaban en la Terminal Las Baleares, esperando la ruta que los llevaría a Birán. Sin apenas salir el sol esperaban frente al Museo, cuna de Fidel y Raúl. Noventa y tres años para el Comandante, razón suficiente para llegar, conocer, homenajear...sin importar distancias.
Oscar es diplomático, específicamente el presidente de la comisión nacional cubana de la UNESCO, una institución adscrita al Minrex; pero insiste en que esta visita nada tiene que ver con su profesión sino con una iniciativa personal y familiar. "Cada patriota cubano tiene pasión por Fidel, porque él nos ha marcado la vida, nos ha hecho ciudadanos más plenos e íntegros, lo menos que podíamos hacer en este día es palpar sus raíces, recordarlo", comenta.
Por Fidel planificó sus vacaciones en este lugar y fecha. De forma adyacente su periplo incluye acercarse a la figura de Calixto García y a elementos distintivos de los holguineros, sin obviar las populares playas de la nororiental región.
Este matrimonio ha tomado la historia como pretexto y razón para vacacionar, un modo de inculcar a las hijas nuestras esencias, mediante el entretenimiento.
"Yo soy Fidel porque Fidel es la patria, la libertad, la solidaridad, la independencia, la cubanía, el internacionalismo, más allá de conceptos. Yo soy Fidel porque amo la Revolución cubana", expresa este hombre, convencido de que para hablar hasta de familia hay que recurrir al líder, pues Fidel siempre será motivo de consulta y constante regreso.