Un hombre de ley

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Foto: de la autoraJorge Francisco Grau es un fiscal con más de 40 años de experiencia. Foto: De la autoraNada tiene que ver con el gobernante de turno, aunque todos lo conocen como Grau. Es de esos hombres a quienes le basta un pie forzado para hablar a seguidilla, con la misma pasión de un repentista. Identificado hasta en el más mínimo rincón de su “campo”.
 

Luego de dirigir la Fiscalía en Mayarí y Holguín, pasar por Verificaciones Fiscales, etc, Jorge Francisco Grau Rogena, para nombrarlo con todas sus letras, ha echado raíces en la esfera de la protección de los derechos ciudadanos. Es presidente del capítulo de la sociedad científica de derecho constitucional y administrativo de la Unión de Juristas de Cuba en la provincia, por lo que imbrica ambas ramas.

“La constitución tiene que ver tanto con mi trabajo dentro de la sociedad científica, como con parte del que hago en Fiscalía. En los dos casos se trata de salvaguardar, ayudar, atender al ciudadano en la protección de sus derechos”.
De la constitución, la raíz

La constitución es importante para cualquier país a partir de los estados modernos, porque regula las relaciones entre el ciudadano y el estado y viceversa.

Por los cambios ocurridos a partir del Periodo Especial, a la de 1976 se le hicieron modificaciones, fundamentalmente por la necesidad de inversión extranjera; pero se fue quedando atrás, la vida social y económica no se reflejaban en ella. Los juristas abogábamos por que se pareciera más al mundo que estamos viviendo y al mañana que queríamos construir.

Cuando se “constituye”

Raúl dio la tarea al Partido de que el proceso constitucional tenía que salir airoso. Por eso desde el primer momento me vinculé a la orientación jurídica de lo que debía hacerse, aclaración de dudas, preparación de los municipios…

Aparte de discutir el Proyecto en nuestro CDR, centro de trabajo... las diez sociedades de derecho constitucional y administrativo del país fuimos fuente de debates. Participé en la reunión de la directiva de mi sociedad a nivel nacional y, por suerte, cuestiones planteadas por nosotros estuvieron recogidas en la constitución. Seguimos pensando en cómo mejorar las leyes que deben surgir a partir de ahora.

Cambios que están por llegar

Se habla de la modificación de alrededor de 30 leyes. Hay que hacer una para la regulación del estado con la nueva concepción de los municipios, del empoderamiento que se le quiere dar como base económica de la sociedad.

El código de familia es viejo y hay que adecuarlo a las nuevas circunstancias: la familia de hace más de 30 años no es la actual. Ya se habla de las y no la familia en la constitución. Deben regularse nuevas formas de la relación familiar, igual va a existir un proyecto con discusión popular sobre el código, para el que se fija dos años y se llevará a referéndum.

El resultado de la consulta sobre matrimonio homosexual no fue lo suficientemente fuerte como para ser aceptado. A mi criterio, volverá la polémica sobre el tema en el código. Si se aceptara, el régimen jurídico sería el mismo del matrimonio heterosexual. Pero todavía muchas personas mantienen la homofobia, dogmas de la iglesia… falta preparar mediante especialistas a nuestra sociedad.

Debe transformarse la ley de procedimiento penal. Una conquista es el derecho a la defensa a partir del inicio del proceso. Llevamos años en los que el acusado, si no se le pone una medida cautelar, no tiene derecho a tener abogado hasta llegar al tribunal. Ahora hay que buscar las condiciones: abogados para los acusados, que los hay, una nueva mentalidad de los policías, fiscales….todavía la ley no ha dicho cuál es el inicio, pero tiene que definirse.

El código penal debe tener rectificaciones, al igual que la ley de procedimiento civil, administrativo, económico, laboral… Debe salir una nueva ley para los tribunales. Hay que hacer políticas para legislar otras políticas.

Si la constitución actual se quedara sin legislación nueva pudiera mayoritariamente ser letra muerta, pero los constituyentes son sabios y saben lo que debe arreglarse, por eso hay un proyecto legislativo para leyes, decretos leyes, decretos, todo eso se desarrolla pensadamente, sin apuros. Algunas cosas urgen, otras pueden aplicarse aunque en la ley no aparezca, a mi criterio, porque si la carta magna es el instrumento jurídico primero de la nación tiene trascendencia directa para ser cumplida.

Al respaldo de la ley

Tenemos legislaciones viejas y el derecho cambia, se modifica, se actualiza. En el mundo hay tendencias que formal o procesalmente tienen más garantías que las que hemos tenido, por eso la constitución se amplía: derechos humanos, civiles, fundamentales, ciudadanos… y lo hace también con garantías.

Se evidencia un fortalecimiento de la función judicial, o sea, a la hora de crear superiores mecanismos de estructura y mejores jueces, no porque los de ahora sean malos, sino en el sentido de enfrentarse a cosas que hoy no se enfrentan, igual los fiscales.

Acotación necesaria sobre los derechos

Falta crear condiciones materiales para la generación de derechos, se habla del derecho a la vivienda en la constitución, por ejemplo, pero eso no quiere decir que yo vaya a reclamar al tribunal que el estado me dé una vivienda. Ese problema es universal, hasta en los países más desarrollados mucha gente duerme en la calle por no tener casa. La voluntad política de mejorar la fabricación de viviendas, con perspectiva de plan en 10 años, pone metas a los municipios con la producción de materiales, para posibilitar a las personas construir.

El salario debe enderezarse, es difícil, pero por eso no debía no estar en la constitución. La pirámide está al revés y las leyes pueden influir, pero hay que crear condiciones materiales, políticas.

Si bien la participación nuestra en las asambleas de los delegados es una forma de democracia popular, no es eso en su totalidad, se trata de participar, influir y ser escuchado en las decisiones, que trascienda a lo local; esos son mecanismos presentes en la constitución y de la cual debe nutrirse la autonomía municipal.

Para el cubano que se queja, se queja, se queja…

El derecho de queja y el derecho de petición son universales, se crean a partir de las constituciones burguesas. En las monarquías se le pedía al rey determinadas cosas. Con la apertura a los mecanismos judiciales de reclamación en el mundo fueron disminuyendo.

Cuba es un país donde mucha gente se queja, porque hasta el otro día los procedimientos administrativos y judiciales no alcanzaban satisfacer las necesidades de los ciudadanos, por eso el cubano reclama bastante y a la vez a diversos lugares: al Partido, al Gobierno, al Presidente, al fiscal, se queja, se queja….

Con el debido proceso, tienen que venir legislaciones o procedimientos para los trámites del ciudadano en los asuntos a resolver por la administración pública.

La constitución da apertura a buscar soluciones hasta en los tribunales, pero estamos en el principio, faltan leyes, la práctica judicial…

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