Eterno Insatisfecho

  • Hits: 1461
entrevista mosquito 1Fotos: Alexis del Toro
Su presencia impone respeto, de ahí que el solo hecho de verlo llegar supone un plus de profesionalidad y garantía en beneficio del resultado final de su objetivo en cualquiera de las viviendas donde entra.
 
Así ha sido desde hace más de tres décadas, a partir de apostar por dedicarse a luchar por el bienestar de muchos e ir contra un enemigo complicado y de temer.
 
Así me pasó con él una de estas mañanas tras abrirle la puerta de la casa, intercambiar saludo y la presentación correspondiente. En fracciones de segundos pensé, que con aquel hombre vestido completamente de gris y carpeta abultada de papeles en manos, no había peros para argüir un desliz, si por casualidad detectaba alguna incorrección durante la requisa minuciosa a cada escondrijo de mi hogar o en el patio.
 
El ofrecimiento de una taza de café para romper tensiones sirvió de muy poco. Él está entre los pocos cubanos que no bebe el “néctar negro de los dioses” en la mañana ni a otra hora del día. Entonces no había más por inventar para romper el hielo y lo dejé actuar a su capricho, o mejor dicho, cumplir con su deber.
 
“Sígame compañera, no puedo andar solo por su casa”, ordenó y sin chistar lo obedecí, a pesar del tiempo que me “robaba” su visita y mucho más la detallista manera de observarcada rincón, el techo de una a una de las habitaciones, auxiliado de una linterna de potente luz, porque “ellos buscan los lugares oscuros”, oí justificar su proceder.
 
Después encaminó sus pasos hacia el patio a la caza de larvas. Destapó los dos tanques para escudriñar su interior con ojos de águila. Extrajo los pomos con abate, o contenedores de abate, como llaman a ese invento santiaguero. “Debe removerlos periódicamente”, sugiere, para acto seguido afirmar: “La ventanita debe hacerla por aquí”, muestra el recipiente como si fuera el maestro diciéndole al alumno que hizo mal su tarea.
 
Termina su inspección con la solicitud del “Visto” y su comentario a manera de evaluación: “Todo está bien. Ojalá muchos fueran así”. Respiro aliviada y no puedo abstraerme ante el comportamiento de este hombre sui géneris en el cumplimiento de una acción, quizás rutinaria para algunos y molesta para muchos, en el peor de los casos, pero que por su manera de hacer y hacerlo distinto a los demás que, han pasado por mi casa en estos cinco años, olvidé el tiempo robado y otras contrariedades, para invitarlo a sentarse y conversar de entrevistado a periodista.
 
El asombro afloró en el rostro del licenciado en Higiene y Epidemiología Eduardo Rey Vázquez, quien esta vez fue el sorprendido, pero que no puso reparos para trasmitir su experiencia de 38 años en sus lides contra el mosquito Aedes aegypti, primero en Báguanos, donde comenzó todo para él, después durante su misión en Venezuela y hace casi un lustro en Holguín. Se acomoda a su gusto en un balance de la sala y ante la primera interrogante parece trasportarse en el tiempo hasta detenerse en el joven alto y delgado de 21 años de edad acabado de llegar de cumplir misión internacionalista en Angola, donde estuvo 29 meses, como parte del Servicio Militar Activo, y que pasa un curso de la Campaña Antivectorial en Báguanos.
 
entrevista mosquito 2
 
“Comencé cuando un solo hombre hacía de manera rigurosa en viviendas, centros laborales y otros locales el focal, perifocal y la destrucción de los posibles focos con la piqueta, instrumento que hoy no se usa casi, no sé por qué, pues esa herramienta resulta imprescindible en nuestra labor. Todo depósito destruible y que pueda acumular agua es necesario demoler, piquetearlo, para evitar se convierta en un criadero del mosquito.
 
“Fui jefe de brigada hasta asumir la más alta responsabilidad en ese municipio, donde logramos un trabajo muy estable con una cadena de dirección sólida, que nos permitió mantener la presencia de mosquito por debajo de los niveles permisibles, nunca con una población como la existente hoy en determinados lugares de la provincia, por ejemplo en la ciudad de Holguín.
 
“Puede que allá aparezca un foco, pero ese se elimina inmediatamente y pone en práctica el protocolo establecido para estos casos. Dejar limpio el municipio en 1985, ha sido mi mayor satisfacción en la Campaña Antivectorial”, reconoce el coordinador del programa que atiende centros priorizados, el polo turístico y Tráfico Internacional; además es supervisor de las áreas con más problemas, por eso ahora está directamente vinculado a los policlínicos Máximo Gómez, Díaz Legrá y Pedro Díaz Coello.
 
Por su experiencia y consagración en esta actividad evalúa de compleja la situación epidemiológica del área urbana de la capital provincial, por el índice de infestación del mosquito Aedes aegypti y estima que en lo fundamental se debe a que el trabajo técnico focal es deficiente, así como el del adulticida. “Se está enfrentando esta tarea, principalmente, con fuerza movilizada, que no es la apta por su poca competencia. Viene a trabajar 15 días o un mes y esta tarea es de mucha consagración, interés, amor”.
 
Por otra parte, él mantiene el criterio sostenido en 1981, durante el enfrentamiento al dengue hemorrágico en Cuba, cuando se sostuvo que el eslabón fundamental en la cadena de prevención y lucha contra este vector es la población, y lo hace a partir de que “el operario puede ser muy bueno o malo en el cumplimiento de sus deberes, pero la familia es la que decide en cada hogar, vive allí las 24 horas de cada día. Es la encargada de impregnarle sostenibilidad al autofocal y al grupo de medidas de orientadas”.
 
“Hoy en la mayoría de las casas hay riesgos. El fundamental está en los tanques, muchos de ellos tienen el mismo tiempo de uso que la edad de sus propietarios, 30 o 40 años. Son viejos y sometidos a constante explotación.
 
A un recipiente usted le puede poner un nailon ocomprar una tapa, pero no es la de él y por eso le queda chica o grande. Por una ranura por dónde pueda entrar una hormiga penetra el mosquito y ahí encuentra su nicho. Aunque, hay ocasiones que a un tanque destapado completamente no le coges nada y en uno con tapa encuentras larvas, porque hay agua clara almacenada y es un lugar oscuro, características idóneas dónde reproducirse y vivir el mosquito”.
 
Para el experimentado higienista también resulta de vital importancia el trabajo intersectorial para eliminar riesgos. Por eso afirma que Recursos Hidráulicos, Saneamiento, Comunales, las organizaciones de masas, los núcleos de zona, los combatientes y otros factores de la comunidad deben integrarse a esta tarea, de lo contrario el problema, afrontado por Holguín y que alcanza a otros territorios, no se va a controlar.
 
Hago la observación de sus casi cuatro décadas en la Campaña Antivectorial, en momentos cuando fluctúa mucho personal, y su respuesta nos llega diáfana: “Valoro mucho la función de mi trabajo, su importancia. Hoy no sabría hacer otra cosa, porque toda mi vida la he dedicado a esta tarea. Solo me queda una insatisfacción muy grande: no haber podido controlar el Aedes en estos cinco años de labor en Holguín. Por eso seguiré ofreciendo mis modestos conocimientos”.
 

Escribir un comentario