Hombres de fuego

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De niño uno quiere ser muchas cosas. Bombero, policía, deportista, abogado, uno sueña ser Serrano en el Noticiero. De niño, uno se ilusiona con todo, no siente el riesgo, no asume el peligro como algo letal y definitivo, sino como un simple regaño, una palabra que dicen a menudo los más grandes. De niño, uno no ve más allá que par de imponentes uniformes, cascos de colores, sirenas insistentes, fuertes chorros de agua, un alboroto tremendo, una aventura en el fuego.
 
 
Pero no, uno crece y se da cuenta que aunque a simple vista la llama parezca hermosa y fotográfica, te mata, achicharra, paraliza, desvanece. Se da cuenta que apagar incendios no es sujetar la manguera y deslizarse por el tubo de descenso cuando suena la alarma, atender en el 105… ser bombero implica un acto de sumo sacrificio y valentía, ser bombero es algo que puede decidir tu vida, engrandecerla, y en el peor de los casos, acabarla.
 
Hay hombres hechos a prueba a todo, hay hombres decididos y conscientes de que es difícil, que se pierden en el humo para salvar con urgencia a otros, hay hombres fuertes, últiles y grandes como Ofelio, que hoy desde el compromiso y la pertenencia, se van a las escuelas, los mercados, los centros de trabajo, las comunidades, para educar a la población en la prevención de siniestros.
 
Cuarenta años dedicados, de “fuego” intenso y provocador. Decidió escoger este camino, estudiarlo, comprenderlo, enfrentarlo y superarlo, y ha sentido temor en momentos complejos, pero la causa de salvar vidas humanas y preservar los bienes es más grande.
 
Ofelio Medina Hechavarría preside la filial provincial de la Asociación de Bomberos Voluntarios de Cuba (ABVC) en Holguín. Su historia tiene casi tantas medallas como Usain Bolt, pero esta carrera no ha sido nada rápida y recordista, ha supuesto entrega y esfuerzo desmedido. Me habla de sus logros y reconocimientos con una humildad palpable, resultado de sus 35 años y 10 meses en las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), y luego de retirarse como Teniente Coronel, asumir la dirección de dicha Asociación.
 
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Recuerda sus inicios con devoción. Al entrar a las FAR, aunque por otra especialidad, se le asignó la responsabilidad de atender en las unidades militares a las que pertenecía la protección contra incendios. “En el año ´85, se me da la oportunidad de comenzar como profesional en esta actividad, en el cargo de Segundo Jefe de Protección Contra Incendios del Ejército Oriental, que en aquel entonces abarcaba desde Ciego de Ávila hasta Guantánamo. Me veo en la necesidad de profundizar más en los estudios, en las medidas preventivas, mirar la importancia de la aplicación de los diferentes métodos.
 
“Hay una característica de las FAR que agradezco mucho, aparte de prevenir e inspeccionar, asegura que las cosas se hagan bien. Aprendí a llenar extintores, a montar el sistema contra incendios, hacer, incluso, adaptaciones, porque cuando llegó el Periodo Especial alguna técnica no eran carros de bomberos, pero adaptándolos podían cumplir las funciones necesarias”.
 
Ofelio ya no es un bombero activo, pero le pido que me cuente como era su rutina de aquellos años de desvelos: “Usted se acuesta pensando en que puede suceder un incendio y cómo lo evita. Se levanta pensando en lo mismo. Es la responsabilidad de una técnica que está bajo su mando, la responsabilidad de muchachos jóvenes, provenientes del Servicio Militar Activo (SMA) que tienes que entrenarlos porque se van a enfrentar a peligros donde arriesgan sus vidas. Es un día a día de preocupación, de empleo”.
 
Y miedo, ¿ha sentido? : “Por lo regular, en la actividad fudamental, sí se siente temor, porque hay combustible, municiones ingenieras y convencionales. A veces te puedes encontrar cualquier objeto que pueda generar una autoexplosión, gases que producen una especie de onda explosiva, y eso siempre, a primera instancia, provoca una fuerte sensación”.
 
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Lo más difícil durante todos estos años, me describe, fue vivir el Periodo Especial. “Escasearon los medios de extinción, no había piezas para los carros, se afectó la preparación del personal, pero había que seguir protegiendo los medios de la defensa del país, incluso cooperar con la vida civil, si se producía un fuego cercano a una unidad militar. Esos fueron momentos muy duros, pero fuimos cambiando”.
 
Me pide que trate de enfocarlo bien, que sea cuidadoso con lo que me va a relatar, pero yo insisto en que me lo narre, que se arriesgue. En sus años de bombero vivió accidentes y pérdidas de compañeros, hechos que le impactaron mucho. Tiempo atrás, mientras realizaban un ejercicio práctico en los límites de la Base Naval de Guantánamo, se volcó un carro de bomberos, del que se había bajado 2 minutos antes, para trasladarse a uno ligero. Ofelio tuvo suerte, pero dos de sus compañeros quedaron, prácticamente, inhabilitados por las secuelas del accidente. En el mismo lugar, tiempo después, dos compañeros perdieron la vida producto a una explosión inesperada. De riesgos, este hombre, sabe mucho.
 
Medina Hechavarría tiene ahora un trabajo sostenido en la ABVC. “En sus incios comenzó con bomberos profesionales y los retirados del Cuerpo de Bomberos, después, siguiendo sus reglamentos y estatutos, la han integrado cubanos o extranjeros con actitudes morales y políticas para pertenecer a dicho cuerpo. Ya tiene 33 años de fundada y cuenta con mil 477 asociados en la provincia. Hay desde amas de casa hasta estudiantes de politécnico, muchachos del SMA, trabajadores de comunales. El propósito es que sus integrantes, en el entorno que estén, hablen y trabajen a favor de la protección contra incendios”.
 
Existen en el territorio 4 filiales que abarcan los 14 municipios con sus órganos de base. El objetivo de la ABVC es netamente preventivo. “Llegar donde no puede llegar el Cuerpo de Bomberos, que es nuestro órgano de relación, a sectores residenciales, objetivos no priorizados como las placitas, las farmacias, aquellos locales tanto estatales como de cuentrapropistas”, afirma.
 
A pesar de que existen limitantes con los medios de protección, algo que afecta a todo el país pues son muy costosos, la Asociación no se detiene. El trabajo con estudiantes de varias enseñanzas por medio de 51 Círculos de Interés, propicia que desde edades tempranas se conozca cómo actuar ante la presencia de un siniestro.
 
Ofelio le dice a los jóvenes que quieren sumarse a esta profesión, con una amplia gama de conocimentos que: “No miren que es tirar fuego y extinguir, hay que aplicar física, química y matemática, toda las ramas de la ingeniería industrial, de la eléctrica. Para ser bombero, aparte de valiente, hay que ser estudioso, no todos los fuegos son iguales. Tener mucha voluntad, ser disciplinado y conocer en todo momentos qué no se debe hacer en un incendio”.
 
“Lo mejor, en estos cuarenta años, es lo que he aprendido, lo humanitaria que es esta profesión, lo abnegada”. A su esposa la conoció en el Cuerpo de Bomberos. Sus hijas lo vieron activo y le preguntan por anécdotas, por aquellos años uniformados. Ofelio cree que hace falta mayor divulgación, a pesar de que la sociedad reconozca el trabajo que realizan a diario. “A medida que el país se desarrolle, tienen que desarrollarse nuestras Unidades de Bomberos y la gran escuela que tenemos en La Habana, ´Mártires de la Calle Patria´, que aunque posee tecnología de avanzada, sabemos que por cuestiones del bloqueo no podemos acercarnos a lo que deseamos. Sueño con que hayan menos incendios y a todas esas instalaciones que le demos determinadas funciones, cumplan con las medidas de protección, que no todas la aplican y eso un riesgo para los trabajdores, para el sector residencial”.
 
En aquel sótano humilde, emplazado en el reparto Villa Nueva, donde radica su filial provincial, hay luego de esta entrevista un cumpleaños colectivo. La ABVC presta su local para sus integrantes, así los estumila. Es la antesala de una gran celebración por el próximo 13 de noviembre, 322 años después de que en Cuba surgiera el primer Cuerpo de Bomberos, hombres hechos de fuego y coraje como Ofelio.
Jorge Suñol Robles
Author: Jorge Suñol Robles
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Periodista, hasta cuando duermo. Escribo porque las palabras pueden construir caminos y describir realidades, pueden cambiar el mundo. Melómano excesivo. Cubano, de pies a cabeza.

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Comentarios  

# kike 12-11-2018 09:15
Un aplauso para este señor.(aunque se merece más, es lo único que le puedo brindar)
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# Jorge 13-11-2018 10:56
Ofelio, es un hombre valiente, me habla con humildad, es un ser comprometido con este tiempo, con su misión en la AVBC. Gracias kike por su comentario
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