Hospital Militar de Holguín: Donde se defiende el milagro de la vida
- Por Lourdes Pichs Rodríguez
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Fotos: Archivo y perfiles de Facebook de las instituciones.
Para resumir en pocas palabras su valía muchos afirman que “funciona como un reloj”. Así, un día de febrero de 2021 un colega lo describió durante su estancia allí, cuando las jornadas más aciagas de la pandemia de la COVID-19. Él, en un reportaje periodístico memorable, escribió: “Gracias, Hospital Militar Fermín Valdés Domínguez por acogerme en tu Zona Roja, donde cada día se defiende el milagro de la vida”.
Como él otros miles dieron las gracias a ese colectivo durante el enfrentamiento y control de esa grave enfermedad. Allí recibieron abrigo 6 mil 500 pacientes cubanos y extranjeros, entre ellos 994 niños, 457 gestantes o puérperas y 128 nacidos en esta institución, perteneciente al Ejército Oriental.
Sin embargo, la obra humana, solidaria y altruista de los trabajadores de este centro asistencial no se circunscribe solo a la heroicidad desplegada durante esos meses de contingencia que vivió Holguín, porque el Hospital Militar- como todos lo llaman- posee una larga historia de 40 años, escrita por cada uno de sus profesionales de bata blanca y traje verde, que han laborado o aun se mantienen en ese recinto.
La génesis y mayoría de edad…
Los antecedentes de este gran Hospital, Orden Carlos J. Finlay desde 2022, están en el Puesto Médico de la Escuela Militar Camilo Cienfuegos, que transitaría por varias estructuras hasta policlínico con camas, núcleo que posibilitó, más tarde, tener la hoy moderna y confortable instalación sanitaria, donde se han vencido importantes misiones que han hecho ganarse la admiración y respeto de pacientes de disímiles lugares.
Recuerdan algunos de sus fundadores que en sus inicios contaba con apenas tres salas, un bloque administrativo; servicio de Fisioterapia, Cuerpo de Guardia, Salón de Operaciones, Rayos X, Laboratorio Clínico y una Clínica Estomatológica con dos sillones, cuya actividad asistencial recaía, fundamentalmente, en dos médicos, 15 enfermeras y dos estomatólogos.
De manera paulatina fue multiplicándose tanto en estructura física como plantilla en todas las categorías del personal hasta aumentar los servicios médicos especializados, reconocidos por el Ejército Oriental y las máximas autoridades del Ministerio de las Fuerzas Armadas (FAR), que a través de la Directiva Número 1 lo denomina, en 2018, Hospital Militar de Ejército Dr. Fermín Valdés Domínguez, quien fuera cirujano y periodista amigo de José Martí.
Por estos días de intensa labor, un alto hace en sus deberes diarios la coronel Milagros Mekin Guerra, directora de la unidad, para en síntesis develar la valía de su colectivo, como suele llamarlo: “Como parte del Señor Ejército nos hemos mantenido y mantendremos incondicionalmente en la primera línea en defensa de la Patria, la Revolución y las conquistas del Socialismo”.
La especialista de primer y segundo grados en Medicina Tradicional y Natural y máster en Medicina Bioenergética y Natural, al hablar de resultados a lo largo de estas cuatro décadas resalta los más de 111 mil 700 pacientes ingresados; la cifra superior al millón 400 mil 900 personas vistas en consulta externa, los cerca de 640 mil en Cuerpo de Guardia y 247 mil atenciones estomatológicas ofrecidas a lo largo de 40 años.
En el Laboratorio Clínico es millonaria la cantidad de estudios realizados, así como también miles de Rayos X y 50 mil 600 intervenciones quirúrgicas. Pero más allá de números está la satisfacción de cada paciente por los servicios recibidos con alta calidad y la profesionalidad de elevado quilate de cada especialista, enfermera, técnico hasta el personal auxiliar.
La doctora destaca, de igual manera, el aporte de muchos médicos a salvar vidas fuera de fronteras como miembros del Contingente Henry Reeve en la lucha contra el Ébola, en África, y para combatir la COVID-19 en Italia y México, para así mantener el bien ganado prestigio de los profesionales de Salud del país.
No puede dejar de hacer un aparte para mencionar cómo fue la participación del “Fermín Domínguez” en los duros meses de enfrentamiento al virus del SARS-CoV-2, porque “fue una experiencia única, durante la cual el sistema sanitario de la provincia fue un todo único y la relación entre los hospitales, sus directivos y profesionales resultó decisiva para poder vencer y lograr el triunfo, siempre acompañados por la Dirección del Partido, Gobierno y las FAR”.
Recuerda que “la misión la iniciamos el 11 de marzo de 2020 alrededor de las cuatro de la tarde, con un cubano español sospechoso, quien tras el análisis de la PCR en tiempo real resultó negativo al SARS-CoV-2, aunque sí era portador de otro coronavirus; pero la prueba de fuego la tuvimos con otros dos extranjeros, un canadiense y un italiano, quien estuvo muy grave por sus enfermedades de base y edad; sin embargo, los dos lograron salir recuperados a principios de abril y, también, fueron los primeros positivos recuperados de la COVID-19 y de alta clínica del hospital y la provincia”.
Así se enfrentaron a una “guerra” o enfermedad de la cual en esos momentos poco se conocía en el mundo. “Resultaron días, meses de mucha tensión, sobre todo cuando se agravaba un paciente. Y en esa contienda tuvimos una prueba de fuego inédita, porque nuestro hospital sirvió de escenario de un hecho inédito en una institución sanitaria de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, al realizar, por primera vez, un parto”.
“La gestante había ingresado en el servicio de Ginecobstetricia del hospital Lenin, con amenaza de parto pretérmino, pero comienza con manifestaciones respiratorias que fueron agravándose y ante la sospecha de la COVID-19 requirió ser trasladada hasta nuestra unidad. El 26 de mayo a las 33 semanas de gestación se interrumpió el embarazo. El equipo muldisciplinario que atendió el caso logró salvarle la vida a la niña Nathalia Milagros y a su madre”.
Después de este parto siguieron muchos otros hasta sumar el nacimiento 128 niños sanos y salvos, en medio de trágicas jornadas.
Como esas se sucedieron muchas otras alegrías para el colectivo, porque cada vida arrebatada a la COVID-19 fue una estrella ganada.
“Cuando asumimos la tarea “no sabíamos a lo que nos íbamos a enfrentar, sí que era una enfermedad poco conocida y muy peligrosa, con una alta letalidad, causante de mucho dolor, tristeza y muertes en el mundo; sin embargo, todos dimos nuestra disposición de permanecer aquí el tiempo que fuera preciso. Esos días nunca podrán borrarse de la memoria de nuestros trabajadores, ni tampoco de la historia del centro”.
Esa vinculación ganada por el colectivo del hospital militar Fermín Valdés Domínguez con la población civil se ha mantenido y de ello da fe el área de salud Pedro Díaz Coello del municipio de Holguín. A partir de enero de este año, tras la firma de un convenio de cooperación firmado en diciembre de 2022 entre ambas partes se posibilitó la integración del policlínico a esa gran unidad asistencial, en beneficio de la población de la zona.
Al respecto el doctor Orlando A. Terrero Lamar, director del “Pedro Díaz Coello”, destacó que hoy las 39 mil 55 personas, que cubre esta área de salud en cuatro Consejos Populares, tres de la zona rural y una de la urbana, son beneficiadas con la asistencia médica del hospital, pero además la relación de trabajo abarca la actividad docente, lo cual es otra fortaleza.
Explicó que “nuestros pacientes pueden acudir al Cuerpo de Guardia de allá, así como médicos de distintas especialidades, como Endocrinología, Medicina Interna, Angiología, Cirugía y Otorrinolaringología, ofrecen consultas en el policlínico, lo cual resulta un apoyo indudable para la comunidad”.
De igual manera se fortalece la docencia de pre y postgrado, la labor investigativa y otras tareas de preparación del personal médico, de enfermería y en general.
Así llega a sus cuatro décadas de trabajo este centro docente clínico-quirúrgico de unas 125 camas, que además del reconocimiento de sus pacientes y la población en general ha sido merecedor de múltiples estímulos, entre ellos la bandera Proeza Laboral, placa conmemorativa Jóvenes por la vida, Sello del Pueblo y para el Pueblo y el del Mérito al Humanismo, Sensibilidad y Solidaridad; Colectivo Centro Martiano y el que resume su valor y altruismo: Orden Carlos J. Finlay, que concede el Consejo de Estado de la República de Cuba a personalidades nacionales y extranjeras, así como a colectivos científicos “por sus méritos y aportes al desarrollo socio-económico del país”.
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