La Vivienda, un anhelo con grandes escollos
- Por Liset Prego Díaz
- Hits: 1400
Fotos: Carlos RafaelLa vivienda, el espacio necesario de la convivencia es, en Cuba, anhelo de tantos que se vuelve tema medular, no importa la edad de quienes dialoguen. Un deteriorado fondo habitacional que crece a retazos, compone gran parte de nuestras ciudades. Mucho se habla hoy de convertir esos hogares, al menos, en sitios dignos, los que merecen el hombre y la mujer por derecho.
No es empeño sencillo y se trata de buscar en las potencialidades de cada territorio una respuesta que solvente las carencias, apelando a la creatividad sin empirismo y a empoderamiento de las iniciativas privadas en alianza con la empresa estatal.
Según afirma Rodolfo Barzaga, vicepresidente del consejo provincial de la administración pública, que atiende la construcción, “este año debemos asegurar 2 mil 973 viviendas a través de la producción local de materiales de construcción y se habla de un incremento en este sector para el cual debemos estar preparados con esta alternativa, porque la gran industria no tiene capacidad para respaldar los elementos básicos de una vivienda, pues se encarga de la producción para las instalaciones del turismo, sostén de la economía del país.
Debemos lograr la generalización que no se centre en la creatividad y conocimiento de una empresa, sino que las formas de hacer las dominen en todo el territorio.”
Para Rafael Hernández, funcionario de la vicepresidencia del gobierno provincial que se encarga de esta rama asegura que “la primera potencialidad que tiene Holguín es su capacidad instalada en cada municipio. En ellos se producen los principales elementos de una vivienda, tanto de pared, como piso, techo, tanques de hormigón, mesetas, lavaderos, en general, 68 renglones de los que lleva una casa. Es decir que podemos tener producciones intencionadas, cubrir las demandas de la población y mejorar sus viviendas.
La provincia tiene 41 bases productivas. Estas se vinculan a empresas estatales de la construcción como ECOPP, Umbrales, más el MINAGRI e Industrias Locales. En los 14 municipios, como mínimo, hay dos centros de producción de materiales de la construcción. Dos son fundamentales: Cayo Guam, en Moa, con capacidad para hacer más de 50 metros cúbicos de áridos diariamente; y el molino de Pedernales, que recientemente puesto en marcha y con una producción de 130 metros cúbicos por jornada. Con esto deberán abastecerse las necesidades de la población de Holguín, principalmente en la arena y polvo.
En el primer trimestre del año se han fabricado 900 mil bloques. Estimamos que al terminar 2018, se hayan hecho alrededor de cinco millones. Tenemos un plan de 72 mil metros cuadrados de piso lo que representa alrededor de 3 mil viviendas en su formato de célula básica. Sabemos que esto no suplirá todas las necesidades de la población, pero solventará un poco la situación que enfrentamos. En cuanto a elementos de pared se producirán los suficientes para ejecutarán más de 6 mil viviendas”.
Las cifras parecen halagüeñas, pero siempre emergen dificultades. Luis Barbarú, productor de Sagua de Tánamo habla desde la experiencia. “Pertenecemos a la ECOPP y hacemos mosaicos y bloques con tecnología . La calidad es muy buena, según la población los mejores mosaicos que se hacen son los nuestros.
Pero la producción mensual depende de la cantidad de materia prima que haya, a partir de un plan que es, por ejemplo, de 300 metros cuadrados en un mes. Ahora mismo no estamos produciendo mucho porque no hay materiales, hemos hecho pocos últimamente por falta de arena. Pese a tener la “Arenera” cerca lo que nos asignan es muy poco.”
No obstante, Hernández Aguilera, afirma que hoy el árido y el cemento necesario para la producción local en la provincia, está garantizado y que tales carencias se deben a problemas administrativos, paraguas a destrabar para abrirse a las soluciones.
René Mesa, administrador de uno de los puntos de venta ubicados en el municipio cabecera, comenta: “Hace falta crear cultura sobre este tema y debemos aprender acerca de estos materiales para explicárselo a los compradores.
En Mayabe hay producciones locales con las que sustituimos accesorios que Cuba importaba anteriormente como sifas de lavamanos, conexiones de módulos de herrajes, nudos, codos, “T” de ½ pulgada, tuberías de diferente diámetro, que hacen de muy buena calidad. A la gente siempre le gusta lo máximo, que es el PVC, porque es más bonita y más sencillo para hacer las roscas, sin embargo, el sol las deteriora y estas producidas aquí son más resistentes al sol y duran más pues son de polietileno, y están resolviendo un gran problema.
Los materiales de producción local, están viviendo un auge, gracias a ello los subsidiados no tienen problemas con los bloques. Ahora se comienzan a hacer plaquetas y vigas, pues las que hace PROVARI son muy pocas.”
Pese a todas estas iniciativas existe un desabastecimiento inobjetable. Hernández explica: “la demanda está por encima de la producción, pero en una primera etapa de esta estrategia, de 154 Consejos Populares que existen en la provincia para acercar los recursos a la población, se van a crear en 39 consejos populares, centros de producción junto a los puntos de ventas, para comercializar las producciones.
La provincia creció en el primer trimestre un 10 por ciento con respecto a igual etapa del año anterior. Estimamos cerrar 2018 con entre el 25 y 30 por ciento del crecimiento de las fabricaciones.
Como eslabón fundamental se encuentran 29 trabajadores por cuenta propia vinculados a empresas. De ellos se aprovechan las capacidades instaladas y el estado les da las materias primas, así el producto que elabora va la empresa que se encarga de la comercialización, para evitar los precios elevados.
Son minindustrias con maquinaria hecha por los mismos productores, y hoy hacemos para todo el país, desde conexiones de diferente tipo, mangueras, tubos,, no solo para la construcción, también para la agricultura. Tienen la calidad certificada y no es necesario hacer costosas importaciones”.
Un ejemplo fehaciente lo aporta Elisván Pérez: “Cuando apareció la posibilidad de contratarse con empresas me afilié a ellos porque nunca faltan los materiales. Por la vía particular siempre falta algo lo que conlleva a parar la producción. Por esta vía se trabaja todo el mes.
Llevamos casi un año y dirijo dos puntos. En cada uno trabajan tres personas. Elaboramos 16 mil baldosas mensualmente y de 200 a 900 bloques diarios.
Hasta ahora no hemos tenido problemas con la calidad, de todas maneras se realiza un muestreo la empresa toma los bloques al azar y se llevan a un laboratorio, en cuatro o cinco días están los resultados.
Próximamente comenzaremos a producir elementos de carpintería de hormigón y tanques de asbesto-cemento”.
Para la población todas estas iniciativas son poco conocidas aunque, como estrategia comercial se ha orientado la divulgación de estas opciones emergentes y debe existir en cada municipio un área expositiva donde se diga cuáles son los productos que se elaboran allí y dónde se pueden adquirir.
Otras dificultades las apunta el funcionario del consejo de la administración provincial, al referirse a la necesidad de dar mayor organización al destino de las producciones, “porque a veces personas inescrupulosas las compran y revenden y no queremos que algo que es para el pueblo, entre al mercado negro.
También es preciso que las empresas asimilen que la producción local de materiales es la solución más viable que tiene para resolver el problema de la vivienda en Cuba. Persiste la resistencia tanto al trabajador por cuenta propia como a explotar al máximo las capacidades instaladas existentes, aspecto en el que nos encontramos en un 33 por ciento. Cuando se analiza esto es evidente que necesitamos aprovechar lo que tenemos para que la población pueda ver más de lo que se produce.
El propósito final es lograr la autarquía: que cada territorio, con sus potencialidades, logre autogestionar sus propios recursos para resolver los problemas sociales que tiene.”
Artículos relacionados
