Buscando jarabes para "Ruperto"

Pero este árbol de la familia Annonaceae, con propiedades medicinales bien reconocidas entre los cubanos, no ha sido el único “agredido”, otros muchos han corrido similar suerte en este año cuando la provincia se ha mantenido en el canal endémico en epidemia por infecciones respiratorias agudas (IRA) las últimas ocho semanas.

Por ejemplo, para que se tenga una idea del asunto, en los primeros tres meses de 2018 las atenciones médicas por este problema crecieron en más de seis mil 940, con respeto a igual período del año precedente. Vale aclarar que esos fueron los asistidos en instituciones sanitarias y, por tanto, de los cuales se tiene control estadístico; sin embargo, no podría precisarse la cifra total de cuántas personas han padecido o tienen en estos momentos la nombrada indistintamente, por algunos, como la gripe de “Los 100 días”, Ruperto o Elvira, pues cuando parece que se ha ido, regresa.

De ahí que esté activa la vigilancia epidemiológica de las IRA, por protocolos de actuación, según programa e indicaciones nacionales, con prioridad en los grupos materno infantil y los adultos mayores, según explicó la doctora Rosa Estéfano, especialista del Centro Provincial de Higiene y Epidemiología.

 

Ante esta situación lo más lógico sería que los enfermos al acudir a la red de farmacias encontraran algún medicamento para aliviar la tos, las secreciones nasales, expectoraciones y otros malestares propios de las IRA; no obstante, este no ha sido el caso y solo basta dar un breve recorrido por esas unidades de expendio o al Centro de Producción de Medicamentos ahora mismo para comprobar el alcance de la problemática.

Por ejemplo, en la farmacia destinada al expendio de productos naturales de la ciudad de Holguín, conocida como Centro Dispensarial, sito en calle Aguilera, esquina a Libertad, en la segunda semana de abril estuvieron vacíos sus estantes destinados a exhibir jarabes y tinturas, como lo muestra la foto que acompaña el trabajo, al igual que durante casi todos los días de marzo y el resto de los meses anteriores.

Y claro esto revela los diversos problemas afrontados con materias primas y otros recursos por el colectivo del establecimiento donde se elaboran todos los productos de la Medicina Natural y Tradicional (MNT) destinados a la venta a la población del municipio de Holguín y de otros aledaños y más allá.

Sin embargo, los objetivos por los cuales se implementó el desarrollo de la MNT hace ya más de tres décadas no han cambiado, por el contrario y así se recoge en el Lineamiento 158 de la Política Económica y Social del Partido donde se señala: “Prestar la máxima atención al desarrollo de la medicina natural y tradicional”.

Y aunque es una responsabilidad asignada principalmente a Salud Pública en su cumplimiento también poseen una gran cuota de compromiso otros organismos, cuya participación es decisiva para asegurar la producción y comercialización de fármacos naturales.

Comienzo y final de una verde cadena

De 81 renglones del Cuadro Básico de Medicamentos la provincia tiene un plan de producción de fitofármacos para el 2018 de siete millones 194 mil 490 unidades. De esa líneas 12 corresponden a jarabes, con unos 893 mil 469 frascos; además de dos de tintura antitusiva (66 mil 500).

Pero, de acuerdo a como se comporta hasta ahora la elaboración y variedad de medicamentos peligra este programa y lo que es peor, no se responde a las necesidades objetivas de la población. Por ejemplo, de enero a febrero solo se produjo del jarabe de Aloe 2 mil 664 unidades, Cebolla (44 mil 76), Naranja Dulce (20 mil 980) y Orégano (11 mil 864), en frascos de 120 ml.

En marzo y lo que corre de abril la situación no es mejor. Así lo confirmó este equipo durante reiterados recorridos por farmacias comunitarias, el Centro de Producción y entrevistas con directivos de Farmox y otros organismos decisores de la estratégica tarea.

Por ejemplo, la Farmacia de Productos Naturales, concebida para la preparación de fórmulas magistrales previa prescripción de los médicos y más, específicamente, para la venta de MNT y de fármacos naturales fabricados por la industria no ha logrado sostenibilidad en la elaboración de tinturas ni de otros renglones afines, como tampoco ha recibido un suministro estable de los demandados jarabes.

“En febrero llegaron 78 frascos de Asmacán y 600 de Nutrisol (reconstituyente y antianémico recomendado fundamentalmente a desnutridos crónicos, anémicos y pacientes inapetentes), mientras que las entradas de anticatarrales procedentes del establecimiento productor han sido intermitentes y en pocas cantidades, que no satisfacen la demanda. Sobre todo, hemos tenido mayor presencia del de Cebolla y naranja dulce, aunque durante varios días nos pasamos sin oferta de ningún tipo”, explicó Yordanis Calas Lamorú, administradora.

Explicó que han afrontado serias afectaciones con el alcohol, lo cual “no nos ha permitido mantener siempre la venta de tinturas, que si bien no existe mucha cultura de su consumo en la población, sí son muy buenas, como las antitusivas, las protectoras de los pequeños vasos, las antiespasmódicas, digestivas y diuréticas, entre otras”.

 

En otras de las farmacias es peor la situación, porque como producto “estrella” tuvieron solo el jarabe de cebolla en algunos momentos, entre ellas, la de la Avenida Capitán Urbino y en Maceo y Arias, donde Esther Díaz Mora, administradora, dijo que en febrero recibió unos 500 frascos de ese anticatarral, que si bien posee probada efectividad no es de mucha aceptación, como el Imefasma, el de Orégano y el Aloe, entre otros. “Encomed nos suministró algunas cantidades de Asmasán y Asmacán, productos de Labiofam”, precisó.

Sobre esos dos, Inés María Peralta, quien buscaba algunos de ellos en esa unidad, dijo que “son muy buenos, pero su valor es elevado, pues llevo mucho tiempo con la gripe y no estoy en condiciones de adquirirlos, por el alto precio de ambos, que si bien es un poquito inferior en la red de farmacias y en el Punto de Venta de Labiofam de la Plaza de la Marqueta, en otros lugares es aún más caro, como en el Mercado Garayalde. Pero hasta ellos han estado escasos”.

Como Inés María otros holguineros no entienden que si el programa de MNT es priorizado y en la provincia hay tres centros de producción local y 14 unidades elaboradoras, distribuidas por todos los municipios, exista este déficit y más en la ciudad de Holguín, donde está el establecimiento de mayor cobertura productiva, por eso para responder a esta inquietud este equipo llegó en más de una ocasión hasta su sede en la esquina de la calle Mártires y Luz Caballero a comprobar in situ cuáles son los problemas del establecimiento encargado de tener los estantes de las farmacias abastecidos con los distintos renglones de la medicina natural.

Allí el colectivo no para de trabajar, pues tienen ante sí la importante responsabilidad de, además de fabricar jarabes, hacer desde tinturas, champú, lociones hasta el hipoclorito de sodio, cuya elaboración ha estado priorizada a máxima escala por la situación epidemiológica afrontada en este territorio en los últimos años.

Víctor Bruzón Zaldívar, administrador del establecimiento, dijo que el principal inconveniente afrontado es con la disponibilidad de frascos vírgenes de importación y, principalmente, de los de 120 ml. Por ejemplo, el martes 10 de abril solo quedaban unas 7 mil unidades de los 60 ml y ya el viernes estaba prácticamente en cero la provincia. “Para envasar cualquier tipo de medicamento de consumo oral los pomos no pueden haber sido utilizados, de ahí la alta demanda. Los reciclados solo son para el uso externo, como champú y lociones”.

Significó que a esto se suma la inestabilidad en las entregas de alcohol por parte de Encomed, que en enero y febrero no distribuyó, pero en marzo sí y en la primera decena de abril.

Asunto que no pudimos corroborar, pues a pesar de conversar vía telefónica en dos ocasiones con la secretaria de la directora de Encomed y posteriormente en otras tres veces con la propia directiva y enviarle un cuestionario el pasado 4 de abril y reenviarlo nuevamente el 11 a la dirección electrónica facilitada por ella, aún esperamos respuesta. Extraoficialmente conocimos que esa entidad tenía dificultades con el carro-pipa.

Sobre las otras dificultades que entorpecen la labor del Centro, la licenciada Maylín Hang Martínez, especialista en producción, destacó que “ahora mismo nos limita el alto precio de las materias primas suministradas por el Minag. Un kilo de sábila nos cuesta de 25 a 30 pesos, pero cuando se procesa es ínfima la materia prima obtenida (extracto acuoso) para hacer Aloe jarabe, Imefasma o champú, con valor de venta de los frascos anticatarrales de 120 ml el de 80 centavos, por lo cual tenemos pérdidas”.

Limita, además, la tenencia estable de agua desionizada, imprescindible en el proceso productivo, el empleo de los frascos vírgenes de 120 ml para el hipoclorito ante la inexistencia de los de menos capacidad; roturas de equipos, como la paleta del aparato donde se preparan las mezclas, acción realizada de manera manual hace más de un año.

Al respecto la licenciada Saidanis Góngora López, directora general de la Empresa de Farmacias y Ópticas (Farmox), reconoció que, efectivamente, “la producción en cuanto a variedad se ha visto perjudicada por falta de alcohol (la entrega fue inestable durante todo 2017 y en este año tiene similar comportamiento) para la elaboración de los extractos fluidos, materia prima intermedia utilizada en los jarabes y tinturas, aunque existen otras causas que influyen en el cumplimiento de los planes, como la escasez de materias primas de calidad farmacéutica; interrupciones en el flujo de producción por la inestabilidad del agua corriente en los centros productores, también nos vemos comprometidos por, el déficit de piezas de repuesto para las destiladoras rotas en varios municipios”.

Lo descrito hasta aquí no difiere en nada o casi nada de lo que hace algunos años viene sucediendo con la producción y comercialización de fito y apifármacos en la provincia, a pesar de que en 2016 y 2017 “se cumplieran los propósitos establecidos e incrementaran los productos naturales con respecto al año precedente “, según constan en los respectivos informes de balance del sector de Salud de esos períodos.

Afirmación que, sin dudas, enciende las luces de la contradicción. Cómo explicar entonces que Farmox fuera afectada con la entrega de frascos nuevos por parte de EMSUME, que solo les satisfizo la demanda de pomos de 120 ml al 22 por ciento y al 16 la de los de 30 ml, en 2017. ¿Dónde fueron envasados entonces los jarabes? Si fue en los 60 ml, se cumplieron planes, pero a la población les llegó menos cantidad de ese necesario renglón.

Entonces, si nos remitimos al precepto del Lineamiento 158 del Congreso del Partido hay que volver a insistir sobre la necesidad de “prestar la máxima atención al desarrollo de la medicina natural y tradicional”, para así contribuir al primer objetivo de trabajo del sector en 2018: incrementar el estado de salud de la población y su satisfacción de los servicios.