Foto a la emoción

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Recaredo Rodríguez Yero era Mayor del Ministerio del Interior (Minint) cuando en 2003 Fidel viajó a Holguín a inaugurar el Hotel Playa Pesquero; el cumplimiento del deber lo llevó a estar cerca del líder, instante grabado en una foto que hoy es mural.

“Recuerdo que fue un domingo. Era el año 1972, en el que se inauguraron las secundarias básicas en el campo, cuando, siendo estudiante de la escuela Mariana Grajales, Fidel visitó la institución docente.

Tuvimos un encuentro con él, para ver la experiencia de la secundaria básica en Oriente, la condición del equipamiento asignado, visitó el laboratorio de Física, el comedor, y también se encontró en el pasillo con algunos padres y alumnos”.

Fue este el primer episodio de Recaredo Rodríguez Yero con el Comandante en Jefe; mas, al pasar de los años, su formación como oficial del Minint lo llevó a multiplicar la experiencia y estar en el grupo de los que lo protegían.

“Participé en 1992 en su recorrido por los centrales Nicaragua (que todavía existía), ´López Peña´, y Urbano Noris. Había venido a evaluar la marcha de la zafra, estado de los centrales y las plantaciones. Aunque no aparezco en la toma, conservo una foto de esa ocasión, él traía puesta una capa porque estaba lloviznando.

La presentación del libro ´Todo el tiempo de los cedros´, en Birán, fue otra oportunidad para estar cerca”.

No obstante, la mayor satisfacción, y la emoción desmedida la tuvo tiempo después.
 
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“Para la inauguración del hotel Playa Pesquero, donde participaría el Comandante en Jefe, fui escogido para estar con los artistas de la plástica que presentarían una exposición. Cada pintor estaba frente a su obra. A Kcho se le ocurrió plasmar en un mural el nombre de todos los artistas que participaron en la gala cultural de apertura de la institución y que Fidel también lo hiciera.

Cuando él va a firmar el mural de los artistas, los compañeros de la seguridad personal se me acercan y me indican –Tú conoces a los presentes, eres quien debe estar cerca del jefe.

Él llegó, y señalando con el dedo, como era costumbre, me dice -!pero tú no eres artista! Le contesto- no, no soy artista, los acompaño. Él sonrió y entendió por qué yo estaba allí. Firmó, vio algunas piezas y rompió el protocolo, le echó el brazo a Julio Méndez y todos empezaron a fotografiarse con él.

Recuerdo que además de Méndez estaba Jorge Hidalgo Pimentel, Pepe Vidal, Magalis Reyes, Raciel Suárez, entre otros. A él le gustó mucho la expo. Tras descansar un rato, tuvo otro encuentro con ellos, más informal.

En las fotos que se tomaron a propósito de la firma salí a su lado, es esa imagen la que está a gran escala en el lobby de ese hotel, por el simbolismo, pues en ella se aprecia al líder dejando constancia de su presencia allí”.

¿Qué experimentaste en ese instante?

“Estar a su lado me impactó. Asombraba la coherencia estratégica que tenía. Desde entonces él estaba proyectando lo que hoy se construye en el Ramón de Antilla, el futuro que tenía Holguín turísticamente”.

La periodista Susana Tesoro, en crónica sobre ese día narró: ´Fidel dijo que el turismo elevaría la calidad de vida de los lugareños holguineros y que un día Holguín se convertiría en un enorme polo turístico. Vaticinó que en esta región se ganaría un lugar importante en el turismo de la Isla´.

“Fue exactamente así. Otro rasgo impresionante resultó su amabilidad. Fue emotivo, abrazó a Omara Portuondo. La estatura como líder impresionó a todos.

Muchos momentos importantes deben haber marcado a este oficial retirado; pero el tono de sus palabras y la mirada delata su pasión revolucionaria y su alegría por haber estado cerca de Fidel y aparecer a su lado en la gigantografía del Playa Pesquero, que también conserva el mural. Para Recaredo, aquella fue la instantánea a su emoción.
 

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