Las hazañas de Pedro Roque en lucha greco
- Por Calixto González Betancourt
- Hits: 2600
Son tantas las hazañas y los hechos novedosos del deporte holguinero este decursar de los 60 años del Inder, como los que protagonizó Pedro Roque Favier, luchador del estilo grecorromano.
Nació en una tierra de estelares gladiadores, Cayo Mambí, donde se hizo luchador. Como ya otras veces hemos escrito, sus proezas sobre el colchón son imperecederas.
Fue un gigante en la lucha grecorromana de los 52 kilogramos. Campeón Mundial Juvenil en 1986, cuando fue declarado el novato del deporte en Cuba, que lo proclamó el mejor atleta del año en 1987, al sumar en el transcurso de 10 días los títulos en los Juegos Panamericanos de Indianápolis (12 de agosto) y el Mundial de mayores en Clemont Ferrant, Francia (22 de agosto). Es decir, en dos años seguidos transitó a lo más alto del podio mundial, de juvenil a mayores.
Su oro continental constituyó el primero de un holguinero en disciplina individual en Juegos Panamericanos y la diadema del orbe, la primera de un gladiador latinoamericano en la modalidad grecorromana.
También el primer nororiental con el honor de ser el mejor deportista del año en Cuba. En 1987 lo distinguieron con el Hacha de Holguín, año en que llegó a eslabonar 18 victorias consecutivas.
En 1988 se mantuvo invicto, siete oros en siete eventos internacionales, pero no pudo disputar el título olímpico, para el cual era favorito, al no concurrir Cuba a los Juegos de Seúl.
Prematuramente dio adiós al colchón al sentirse agobiado por problemas personales. Se radicó en La Habana con su familia, donde vivió y trabajó en el resto de su existencia.
Pedro Roque falleció el 24 de mayo de 2015, cuando tenía 47 años de edad. Entonces afirmé: “Su nombre aparece inscripto en la galería ilustre del deporte holguinero; aún es dueño absoluto de proezas que ningún coterráneo ni siquiera ha igualado”.
Artículo relacionado:
