En Holguín hay estatuas que levitan
- Por Rosana Rivero Ricardo
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El Proyecto Sauce fue creado el 9 de noviembre de 2016. Fotos: Carlos RafaelLa batalla empezó ahí mismo, en pleno parque. Tras el susto inicial de ser sorprendido por la espalda, el Hombre reaccionó de manera brusca, casi violenta. Mas al observar bien al “agresor”, se percató de que esta “guerra” merecía otra estrategia.
Su adversario era una Estatua viviente. Tieso estaba el artista que asumía el personaje, como si por pulmón y corazón, tuviera piedra. Pero en algún momento tendría que moverse, respirar, pestañar. Ahí perdería el duelo en su propio escenario de combate.
La Estatua tendría a su favor su preparación física y sicológica. El Hombre, al público que ya se había aglomerado para presenciar el desenlace de la épica escena.
Pasaron minutos eternos. La Estatua regia. El Hombre pétreo. La Estatua ya no ve al Hombre. Parece que ganó la batalla. Traga en seco en un ligero movimiento, casi imperceptible. Entonces, una voz le susurra en el oído: “te cogí, perdiste”.
Así recuerda Leonardo Borjas Ávila, actor y director artístico del Proyecto Sauce, uno de los momentos más difíciles de su carrera. Junto a Chertin Rafael Negret Lewis, líder de la agrupación, creó el 9 de noviembre de 2016, este colectivo teatral. Actualmente lo integran 9 actores, todos licenciados como instructores de arte en las especialidades de teatro y música.
“El proyecto se concibió como una agrupación teatral normal, con sus tradicionales puestas en escenas de sala” –recuerda Chertin-. “Sin embargo, en el momento en que llegó la evaluación para profesionalizarnos e incluirnos en el catálogo de las artes escénicas en Holguín, lo que teníamos eran las estatuas vivientes. Con ellas audicionamos y nos abrieron mucho el camino. Por su éxito, hemos carecido de tiempo para hacer espectáculos de sala”.
Sauce lo integran 9 actores, todos licenciados como instructores de arte en las especialidades de teatro y música.Destacarse en este mundo de estatuas con sangre en las venas, es una batalla que Sauce libra a fuerza de estudio, disciplina y originalidad. En Cuba existen agrupaciones similares que han sido apreciadas por el público holguinero durante las Romerías de Mayo y la Fiesta de la Cultura Iberoamericana, fundamentalmente.
Muchos podrán recordar al Proyecto Ojos, de Santiago de Cuba, con sus tradicionales estatuas y a Morón Teatro, de Ciego de Ávila, con sus personajes de barro, a través de los cuales narran historias.
Sauce es único en Cuba. Es el colectivo más joven de su tipo en el país, pero sobresale por sus estatuas levitantes. Parece que flotan por obra y arte de la magia. Entre las más llamativas se encuentra el Ángel Negro, el Lector que tranquilamente consume un libro sentado sobre la nada, con un pie en el suelo y el otro cruzado sobre la rodilla, y el Pirata que levita sobre un cañón.
“El público le llama truco, magia. Nosotros hacemos las estatuas de forma que el espectador pueda agacharse, mirar, tocar y se percata de que no hay nada que sostenga a los actores en el aire. El secreto es la expresión corporal y mucho ejercicio de concentración”.
Eso dice Chertin. Un buen mago jamás revela sus trucos. Sin embargo, debe haber algo más allá de la concentración y la práctica de los actores para asumir sus personajes. Sus prolongadas posiciones son físicamente imposibles de lograr.
“La idea de hacer estatuas levitantes fue de una amiga –recuenta Leonardo. “Comenzamos a estudiar en internet cómo se hacían, sobre todo en Latinoamérica, donde existe tradición de este tipo de teatro callejero. Nos percatamos de que los mecanismos y materiales para lograr que las estatuas flotaran eran muy caros. No obstante, el cubano siempre inventa. Nos asesoraron y ayudaron amigos ingenieros para hacer estos mecanismos imperceptibles para el público”, dice, sin revelar nada más.
Sauce es el colectivo más joven de su tipo en Cuba.Al principio las estatuas se hicieron al azar, a partir de boceto e ideas de los integrantes de Sauce. Luego el colectivo pensó en crear pequeñas colecciones de cinco diseños, aproximadamente, con una temática común. Ahora trabajan en la recreación de personajes de fantasía de Disney. Paralelamente desarrollan otra línea vinculada a grandes personalidades de la cultura cubana como Benny Moré y Bola de Nieve, pues cuentan con actores de gran parecido físico a ellos. Revelan que, más adelante, vendrán otras cosas “más fuertes”.
Muchas soluciones, a lo Made in Cuba, emplean los integrantes de Sauce para crear sus personajes. Para pintar la piel de negro, emplean corcho quemado de botellas de vino. Si necesitan el blanco, añaden óxido de zinc a la crema corporal. A esta misma mezcla se adicionan otros tintes para obtener el color deseado.
Lamentablemente, fuera de los grandes eventos culturales de la provincia y algunas galas, es muy difícil apreciar las presentaciones de las estatuas levitantes de Sauce, proyecto que ha encontrado en el polo turístico su lugar habitual de presentación.
Las estatuas vivientes surgieron como un modo de sobrevivir. Su elemento más importante es la recogedora de la propina. Sauce no obvia, estos orígenes. No obstante, aboga por que sus intérpretes sean considerados como actores dentro del gremio teatral.
A su levitante creatividad se suma una dramaturgia basada en la intervención urbana y la investigación social. Interactuar con el público, guiarlo o dejarse guiar y salir airosos de sus propuestas, es el principal reto de los actores. La preparación constante y la concentración son sus principales armas.
Quizás usted, si los ve en pleno parque holguinero, quiera ofrecerle batalla de inmovilismo. Mejor opción es pactar la paz y convertirse en apreciador de sus actuaciones, en las cuales construyen un pequeño Macondo cubano, donde ellos levitan a fuerza de arte y ciencia.
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