David Gálvez, hacedor de arte y estilo
- Por Liban Fernando Espinosa Hechavarría
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Si caminas por los corredores del centro histórico de la Ciudad Cubana de los Parques puede ser que logres un encuentro con un sigiloso y audaz joven. Él es un innato hacedor de arte y estilo mediante su trabajo diario en la confección de carteras de forma artesanal.
David Gálvez Fernández heredó de su abuela su amor por las manualidades, la organización e inventiva de su madre contadora y su padre mecánico, a quienes les agradece y dedica a diario sus logros.
Nacido en Cacocum y devenido en habitante de la ciudad de Holguín, Gálvez Fernández es un talentoso talabartero que ha dedicado su vida a preservar la tradición y el arte de trabajar el cuero. Con sus manos expertas y su pasión por el oficio, crea piezas únicas con su sello particular, capturando la atención de locales y foráneos por igual, dotando a su obra de reconocimiento popular.
¿Cómo llegas a la profesión?
"Soy graduado del Instituto Técnico de Holguín "Calixto García" como Mecánico de Refrigeración, algo que nunca ejercí, pero estos estudios funcionaron de cierta forma para fomentar el trabajo manual y entender los principios del funcionamiento de la creación.
"Llego a esta labor de una forma muy singular: un día deseo hacerme una billetera, con la ayuda de un vecino la confeccioné y al ver la factibilidad en los pasos se nos ocurrió la idea de crear en mayor cantidad esta prenda para la comercialización. A partir de eso investigué, aprendí los procesos y así asumí la talabartería como un medio para obtener ganancia, es decir, la convertí en mi profesión".
Preservando una tradición
"Después de mis inicios, me adentro a conocer e investigar por diversos medios sobre el oficio y cómo poder trabajar con el cuero curtido al vegetal, como material principal en las confecciones.

"Las pieles curtidas al vegetal son aquellas que se procesan empleando medios naturales como cortezas de plantas.
"Para el proceso no se daña el medio ambiente, ni se generan residuos tóxicos. Además, el cuero vegetal es biodegradable y reciclable, lo que reduce el impacto ambiental de su producción y desecho.
"Este tipo de cuero presenta en su acabado el tono o color del material corteza y otros productos que se emplean en su curtición. Así pues, el tono de este tipo de piel curtida al vegetal varía, logrando un amplio espectro en la gama de color.
"En un largo proceso de aprendizaje me especialicé y empecé a confeccionar bolsos de forma mayorista para la comercialización de artesanos en la playa. Transcurrió el tiempo y varios años con esa rutina, hasta que llega la COVID-19 y se retira el turismo, que era el mercado natural para el que trabajaba fundamentalmente. En ese tiempo comenzó una etapa de alternativas y reinvención en mi forma de laborar".
Consolidación de una marca personal
"Como me encontraba en el trabajo diario al por mayor hasta ese momento, sacrificaba muchos detalles de las prendas, al desear cumplir con un nivel específico de unidades, como una meta. Así la pandemia y sus circunstancias me permitieron trabajar como yo deseaba, creando bolsos de forma más exclusiva.
"Para ese proceso fabril exclusivo que mantengo hasta hoy, yo creo un molde y elijo el material minuciosamente, velando que no tenga irregularidades en la piel. La singularidad de las piezas llegan al ser construidas contra una demanda, sin masificar el producto. A partir de esto, se idealiza el diseño por un manual de procedimiento, confeccionado con datos generales: patrón, número de puntadas y broches. Con estas particularidades llego a mostrar en las redes sociales el producto con mi sello personal DGF, que tiene desde aquel entonces y sin esperarlo reconocimiento popular.
"Esta publicidad que potencializó mi trabajo llegó gracias a las ideas de una comunicadora social radialista y otra amiga, al mostrar en redes a un grupo de mujeres de los medios y periodistas conocidas con mis carteras. Esto ofreció notoriedad a mis obras al tener influencia y exposición con un amplio público que las sigue".
¿Qué es lo que más disfrutas de ser talabartero?
"Lo que más disfruto es poder crear piezas únicas y funcionales a partir de un material tan noble como el cuero. Cada pieza que hago lleva consigo una parte de mí y me encanta ver cómo mis creaciones son apreciadas por quienes las adquieren".
¿Cuál es el mensaje que transmites a las personas sobre la importancia de preservar la artesanía tradicional?
"Creo que es fundamental valorar y apoyar la artesanía tradicional, ya que representa una parte importante de nuestra cultura y patrimonio. Cada pieza hecha a mano tiene una historia y un significado detrás y al adquirirlas estamos contribuyendo a mantener vivas estas tradiciones".
Con su compromiso inquebrantable con la artesanía tradicional mediante la talabartería, David Gálvez Fernández nos recuerda la importancia de preservar nuestras raíces culturales y apoyar a los talentosos artesanos que mantienen viva esta hermosa tradición.