S.O.S. para “descoronar un virus”

Ya hacía nueve meses que estabas en China, literalmente. Recuerdas cuando supiste del contrato de trabajo. Diste brincos más altos que cuando te montabas en los zancos para actuar y bailar en el Teatro Guiñol de Holguín. Tú, Aleander Rojas Fernández, decidiste enfrentar el reto y conocer el país de donde provienen casi todos los inventos del mundo.

Ahora que debes permanecer siempre en tu habitación se te agolpan esos recuerdos en la cabeza. Estuviste alrededor de seis meses en Dalian, una ciudad al norte de China. Fue una hermosa experiencia trabajar de payasito en un acuario, previo al show de los delfines amaestrados.

Después, te fuiste a buscar al sur el calorcito que se extraña de Cuba. Lo encontraste en la isla de Hainan, donde siempre es verano. La ciudad de Sanya te acogió con sus múltiples hoteles para turistas chinos y extranjeros. Allí la oferta de trabajo no faltaba. Trabajabas seis días a la semana.

Pero hace días que no lo haces. No debes salir de tu cuarto. La pesadilla comenzó cuando se supo que en el país de los “Made in” también se había “hecho” el Coronavirus 2019-nCoV que ha robado la vida de más de un millar de personas.

Tendido sobre tu espalda en la habitación de la residencia del hotel para el cual trabajas como bailarín, piensas, sobre todo, en tu familia en Cuba y en cómo te gustaría volver a tu ciudad. Reflexionas sobre el miedo. Y sí, los hombres también pueden sentir miedo, pero si es de Cuba, sabe cómo enfrentarlo.

Desde el siglo XIX el cubano, donde esté o como esté, hecha garra a un recurso infalible para resolver todos sus problemas: la unidad. En China no ha sido distinto. Por eso, no dudaste en sumarte al grupo de los 40 cubanos que residen en la ciudad de Sanya.

El contacto no es directo, lástima. Pero debe ser así, como medida de seguridad. Se comunican a través de las redes sociales que son muy chinas, porque allá no se usa el Facebook, ni el Youtube, ni el Twitter… En cambio, tienen el WeChat, la versión asiática del Whatsapp, por donde comparten informaciones actualizadas, videos, pautas para extremar los cuidados ante una posible infección…

Todos están tensos, asustados. A veces piensas que tienen que parar. Obsesionarse todo el día con el mismo tema tampoco es saludable. Quieres apagar la conexión, cuando te llega un mensaje:
“Compatriotas: Reiteramos que nuestra Embajada ha establecido un Puesto Médico de emergencia. Si hay ciudadanos cubanos que presentan situaciones médicas en medio de la presente coyuntura, deben comunicarse primeramente con los Doctores cubanos a través del número: 13260458059 y con la Dra Yamira 13811959581, quienes le indicarán la conducta a seguir. También deben mantener comunicación conmigo ante cualquier incidencia. Cuídense mucho!!!”

Este mensaje de Denisse, la cónsul para la zona sur de China, te ha mejorado el día. La atención desde tu Embajada es permanente. Por suerte, hasta ahora, ningún cubano tiene nada.

Decides levantarte y aprovechar las tres horas reglamentarias que tienes para salir única y exclusivamente a buscar comida. Te pertrechas de lo necesario. Tienes que cuidarte como gallo fino, en español del bueno. Dicen que debes taparte todos los orificios del rostro. Te pones el gorro, las gafas y hasta doble nasobuco.

Escoges un pantalón bien encubridor, botas, abrigo y guantes para no tocar directamente ningún espacio público. Como vas en moto, bajas el protector del casco para evitar que alguna gotica remanente de un estornudo llegue a tu cara.

A tu regreso las medidas son aún más estrictas. Los guardias de seguridad de la residencia te ponen el termómetro y firman tu temperatura. Te dan toallitas sanitarias para que ni toques directamente el botón del ascensor. Te sacas la ropa fuera de la habitación. Debe ser lavada y desinfectada. A esta hora, seguro ya fumigaron tu habitación con cloro, como hacen diariamente. Pasas y, antes de hacer otra cosa, te lavas muy bien las manos.
Audio “Confianza en el Gobierno”

Han alargado las vacaciones de primaveras que es cuando comienza el Año Nuevo chino, pero todos quieren que se frene la enfermedad para empezar a trabajar y ganar su dinerito. También tú, que debes honrar tu contrato y pasar un tiempo más lejos de los tuyos. Y de nuevo, encerrado y protegido en tu habitación, piensas en los cubanos que han podido regresar, rigurosos exámenes mediante, para que no lleven el Coronavirus a casa. “Ojalá que nunca llegue allá”, ruegas.

En medio del meno que echas, que ahora es más, una notificación el WeChat llena de alegría las cuatro paredes de tu habitación. Subes la música, una versión de un tema original de Michel Jackson. Es un video que los cubanos residentes en China han dedicado a su pueblo como muestra de solidaridad. Y ves que hay hasta cantantes holguineros y todo. Y se te quiere reventar el pecho de orgullo.

Pero aún más te agrada la noticia que acapara titulares de todo el mundo: el medicamento cubano Interferon alfa 2B (1) es uno de los 30 que se prueba en el tratamiento del Coronavirus. Eso, para ti, es superbuenísimo y un bálsamo que alivia la nostalgia.

Créditos:

Periodista:  Rosana Rivero Ricardo y Luis Mario Rodríguez Suñol

Fotografía e Infografía : Cortesía del entrevistado

Edición: Yani Martínez

Desarrolladora web: Yeni Nogueira