Dulce ambición
- Por Dannys Martínez / Estudiante de Periodismo
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Doce del mediodía, con un sol irresistible para cualquier ser humano y la piquera de los coches del Reparto Lenin no está exenta de ello. Todo parecía estar normal hasta el momento en el que cae al suelo un caballo cargado de pasajeros, consecuencia de un golpe de calor, sumado a los azotes que su conductor lo estaba sometiendo para que caminara más deprisa. ¿Se le podría llamar persona a alguien que no tiene escrúpulos para atentar contra el bienestar de otro ser vivo?
Cuando ya son 7 años de la partida física del Gigante y cada vez más complejos los problemas del país, con superiores desafíos de la política imperial, debemos aprender cada día más de la importancia de la unidad, la conciencia revolucionaria, optimismo, la fe en la victoria y el “Sí se puede” que siempre caracterizan al Comandante en Jefe.
"Aquella noche la invité a bailar, aceptó y durante un bolero comenzó una conversación que guardo en mi memoria como un tesoro"; esta es la historia que con frecuencia cuenta mi abuelo anhelando a su fallecido amor, mi abuela. En su tiempo todo parecía más complejo, las restricciones de los padres, los estereotipos propios de la época y a esto sumarle la imposición para las mujeres de llegar puras y castas al matrimonio.