Decir la verdad
- Por Hilda Pupo Salazar
- Hits: 2322
Una persona respetable, sincera fomenta su ética y moral, con el tacto de distinguir entre el bien y mal, para consolidar las mejores relaciones interpersonales y alta reputación social.
Mientras es todo lo contrario quién maneja con dominantes habilidades la mentira, pero a la corta o a la larga sufrirá de estrés, ansiedad y el persistente temor de ser descubierto.
Hay que sentir orgullo por decir la verdad, con el valor de defenderla siempre, que te hará crecer el respeto personal y colectivo, para la mejor armonía en las relaciones con las demás, con la tranquilidad de evitar posibles conflictos por las consecuencias que trae una falsedad.
Tu efectividad aumenta al hacerte, cada vez, más humano y serán perdurables las convivencias en los diferentes ámbitos de la vida.
Según especialistas: “La verdad como perfección del conocimiento no es otra cosa que la acomodación o conformidad de nuestra mente con la realidad y se da cuando juzgamos en nuestro interior que una cosa es como realmente es fuera de nosotros o que no es como verdaderamente no es”.
O sea que al coincidir tus pensamientos y acciones no eres capaz de traicionar la realidad y con pureza ético-moral coincidir con tu manifestación objetiva, sin lastimar ni herir al transitar por tu vida.
Los defensores de la autenticidad tienen mucha seguridad de sí mismos y antes determinas situaciones, que podrían evitar con una mentira - que las llaman piadosas- para no dañar a otros, siempre mantienen la sinceridad, con suficiente serenidad como para no agriar sus palabras, ni ocultar sus opiniones.
Para salir de esos complejos escenarios, que en estos casos, casi siempre son emocionales, hay que confiar mucho en uno mismo, desde las debilidades, fortalezas, recursos y experiencias para mantener tu posición.
A quienes se distinguen por esa actitud rectilínea poseen una caritativa autoestima, aceptan las críticas constructivas, son responsables con lo que dicen, congruentes con sus valores y siempre ayudan desinteresadamente.
No olvides que quienes mienten son manipuladores, con habilidades para engañar y así hacer creer, a los demás, que son portadores de la verdad.
Como defendía Michael Jackson, cantante, compositor, productor y bailarín estadounidense: “Las mentiras corren carreras cortas, pero la verdad corre maratones.” El Papa Juan Pablo I: “La paz exige cuatro condiciones esenciales: Verdad, justicia, amor y libertad,” mientras del libro "La Hermandad de Doña Blanca":
“La luz es la verdad, la libertad, que nos desliga de cualquier atadura fuere de la índole que fuere, de supersticiones o fanatismo alguno” y George Orwell, novelista, periodista, ensayista y crítico indio, establecido en Inglaterra, subraya: “En una época de engaño universal decir la verdad es un acto revolucionario.”
Comentarios
Ibiza Melián