Servir al pueblo con pasión

La nueva legislatura deberá distinguirse por el contacto permanente con los barrios, con las comunidades, con los que nos eligieron, conscientes de que no podemos hacer milagros, pero sí transformar la desafiante realidad de Cuba hoy, si logramos crear la sinergia indispensable entre los esfuerzos individuales y colectivos, entre los barrios, los municipios y las provincias, entre las provincias y la nación.

Este compromiso preciso contraído por Miguel Mario Díaz-Canel Bermúdez, ratificado en su condición de Presidente de la República de Cuba, en nombre de los 470 diputados juramentados para la X Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular, este 19 de abril, responde a las añoranzas del pueblo ávido de soluciones prontas y tangibles, pero también, justo destacarlo, a la voluntad del nuevo Parlamento para defender los intereses de la mayoría, conectados con sus demandas y necesidades.

Comienza un periodo nuevo de luchas, para una Asamblea y Consejo de Estado y de Ministros con respaldo popular mayoritario para desarrollar las potencialidades existentes en el país, ante la voluntad preponderante de continuar la construcción de un socialismo próspero y sostenible, que solo a fuerza de creatividad e ingenio podrá desterrar pensamientos y posturas anquilosadas y lograr que la Empresa Estatal Socialista se consolide como objeto fundamental de la economía.

Las expectativas de los cubanos son altas, por tanto, sin obviar las dificultades económicas por causas del bloqueo y las deficiencias internas ha de apelarse a las mejores alternativas, desde dentro, para revertir las escasas producciones, la inflación galopante, el desabastecimiento, las ilegalidades, la migración, fundamentalmente de los jóvenes, y avanzar, como se manifestó en diferentes momentos de la Asamblea Constitutiva de la X Legislatura, en consolidar la producción nacional, la complementación de los actores económicos, la participación de la inversión extranjera y otras soluciones en función de incrementar la oferta de bienes y servicios, como prioridad principal de trabajo en la batalla económica.

Todo ello constituye esperanza, confianza y al mismo tiempo empeño de las autoridades recién electas con trabajar por responder a las justas demandas de la población, con su control y participación en las decisiones, “confianza que no podemos defraudar, nos tiene que comprometer más a todos”, manifestó el Mandatario Cubano al ratifcar también, al dirigirse a su puebo,“que te serviré con pasión, compromiso, sin desgano, hasta las últimas consecuencias”.

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