No tentar la muerte
Dicen que si piensas suicidarte, no lo dices; o que si lo dices, no te vas a matar. Que quienes lo intentan, en realidad alardean...
Pero nada de esto está sustentado en criterios científicos. Lo aclara el doctor Sergio A. Pérez Barrero, miembro de la Sociedad Cubana de Psiquiatría y especialista en temas de conducta suicida.
En realidad, una persona con intenciones suicidas o que haya cometido un acto de tal naturaleza, se encuentra en medio de una situación ambivalente, con deseos de morir y de vivir.
El doctor Barrero también dice que el suicidio puede ocurrir por contagio. A eso se le llama “efecto Werther”. El nombre se debe a la novela Los sufrimientos del joven Werther, de Wolfgang Goethe, de 1774, que cuenta la historia de un joven talentoso que se suicida con un disparo en la cabeza. La venta de la novela tuvo que ser prohibida en muchos lugares, porque desencadenó una serie de suicidios en jóvenes que utilizaron el mismo método.
Otro libro, Final Exit, tuvo un efecto parecido. Se trataba de una guía suicida para enfermos terminales, en la que describe la asfixia como método efectivo para morir. Cuando se publicó, el número de suicidios
por asfixia en Nueva York se triplicó. En el 27 por ciento de los casos se encontró un ejemplar de Final Exit en el lugar.
En Cuba, la problemática no se manifiesta bajo esos patrones de conducta, pero sí es un fenómeno que requiere de especial atención, fundamentalmente en Holguín, donde, según el Anuario Estadístico de Salud, los índices reflejan, en los últimos cinco años, tendencias muy negativas a nivel de país. Por ejemplo, en 2017 se registraron 187 muertes por suicidio en el territorio.
Como tendencia, los hombres se suicidan más que las mujeres. A partir de los 65 años, el riesgo se incrementa, porque se trata muchas veces de hombres que generalmente viven solos o tienen enfermedades crónicas.
En el Centro de Salud Mental, el psiquiatra Rubén Reynaldo atiende este tipo de casos. Las mujeres entre 25 y 59 años son las más propensas a realizar un intento suicida. Una de las causas más frecuentes es el conflicto de pareja. Explica el doctor Rubén Reynaldo que las mujeres, generalmente, tienen un método más “sutil”, que es el de tomar pastillas para intoxicarse. Y el más radical es quemarse.
“Las causas de riesgo suicida son muchas; por ejemplo, en un adolescente o en un niño pequeño puede ser el hecho de no entender el divorcio de sus padres o por una causa genética, porque está psicótico y oye voces que lo inducen al hecho; o por situaciones que se dan en los centros de estudio a causa del bullying”, expresa Rubén Reynaldo.
El sitio donde este psiquiatra consulta también es conocido como Hospital de Día. Los pacientes que están allí ya han pasado la fase más crítica después de un intento suicida. De lo contrario, son remitidos a la Unidad de Intervención en Crisis (UIC), del Hospital Psiquiátrico de la provincia.
“En el Hospital de Día se utilizan diferentes tipos de terapias. Están, en primer lugar, los psicofármacos, el empleo del medicamento; después, la terapia de carácter psicológico y biológico. La terapia floral.
El entrenamiento autógeno de Schultz. La hipnosis. El yoga. La musicoterapia. La terapia didáctica. El taichi. Y está la psicoterapia individual y la de grupo.
Cuando terminan aquí, se les da de alta y después se les envía al área de salud. Eso quiere decir que remitimos al psiquiatra para que sepa que esa persona ha estado deprimida”, añade.
Lo más importante es la prevención. Siempre. La gente no dice por gusto que vivir no vale la pena o que todo estaría mejor sin ella. La gente que se expresa así tiene motivos, y fuertes. Por eso hay que estar atentos.
“Una persona que manifiesta ‘Me voy a matar’ está reiterando una idea fija en la cabeza. Incluso puede ser que ya lo haya intentado en otras ocasiones. Un reincidente del intento suicida lo puede hacer con mayor certeza, porque lo ha decidido”, refiere Rubén Reynaldo.
En eso coincide con el doctor Sergio A. Barrero, quien aconseja observar la conducta de una persona deprimida, adicta a cualquier sustancia, neurótica, o que haya pasado por una situación traumática. El suicida está enviando señales constantemente.
Pero hay que saber recibirlas. Rubén Reynaldo piensa en las cartas a familiares o en la anestesia dolorosa:
“Cuando más grave está, a veces no se le nota en el rostro la depresión, porque tiene un síntoma que se llama anestesia dolorosa. Tú ves que está ahí y dice que se quiere matar, le ves la cara y dices: ‘no, ese no se quiere matar’, porque por lo general la gente está llorando, pero esa no, esa está como anestesiada, como si no pasara nada; sin embargo, es cuando mayor gravedad hay. Por eso, la familia debe aprender a lidiar con tales situaciones”.
La doctora Alionuska Machín, del Departamento de Salud Mental, en la dirección provincial de Salud, insiste en el papel de las áreas primarias de salud:
“En todos los policlínicos de la provincia tenemos equipos de salud mental, compuestos por psiquiatras generales, psiquiatras infantiles y trabajadores sociales. Y se realiza la discusión de todos los suicidios e intentos suicidas. Por ejemplo, todos los viernes en el municipio de Holguín nos reunimos en el Centro de Salud Mental con el coordinador, que puede ser psiquiatra o psicólogo. Todos los meses se realizan las reuniones del equipo de salud para tratar las prioridades que tenemos, entre ellas la conducta suicida”.
Una de las acciones fundamentales que promueven estas instituciones es el apoyo y la instrucción a la familia y al sector educacional, mediante el programa Por la Vida, que contiene las estrategias para lidiar con este tipo de situaciones.
Créditos:
Estudiantes de periodismo: Lilian Sarmiento y Roberto Ráez
Infografía e Ilustraciones: Roberto Ráez
Edición: Yani Martínez Peña
Desarrolladora web: Yeni Nogueira
Comentarios
Cuando disfruto de un paseo o camino por nuestra bella ciudad y veo la cantidad de personas tiradas en el suelo durmiendo, pidiendo limosnas (muchos tienen familia), revendiendo periódicos , muchos alcohólicos asediando a los turistas dando un reflejo no correcto de nuestro sistema de salud y protección al Adulto Mayor pienso que debemos de hacer mas para evitar estas escenas y estoy seguro que nuestra bella Revolución y las vidas que se dieron por ella ,no fue para presenciar estos lastimosos espectáculos , mas aun si acabamos de aprobar una Constitución donde la familia responde por estas personas que en cualquier momento pueden pasar a la lista de personas que atentan con su vida