Dale cordel a la infancia
- Por Kegnar Pereira Matos. Texto: Rosana Rivero Ricardo
- Publicado en Fotorreportaje
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Muchos niños de hoy viven en un mundo virtual. Las pantallas han sustituido los trompos, el bate y la pelota, las bolas y, por supuesto, los papalotes.
Pero ni el mejor animado, ni el más divertido de los videojuegos puede sustituir la magia de la vida real, la experimentación sensorial sin dispositivos de por medio, ese momento justo en que cuidadosamente se eligen y ensamblan los materiales del papalote, se echa a volar y se le da cordel a una infancia feliz.
Kegnar Pereira Matos ha fotografiado la última parte del proceso para recordarnos que la felicidad existe y que, a veces, se encuentra en la cotidianidad de un atardecer cualquiera, pero peculiarmente distinto, porque un papalote ha alzado el vuelo y con él, la alegría de un niño.
