Con Garbo frente a la COVID-19
- Por Liset Prego Díaz
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Infografías: MSc. Marjel Morales GatoSectores imprescindibles de la economía cubana se mantienen vitales pese a la pandemia COVID-19 que azota a todo el mundo. La construcción es de estos ámbitos aún activos. La Empresa de Servicios a Trabajadores de Holguín, Garbo, perteneciente a este sector, es fundamental para que así sea.
Garbo ha tomado medidas para adecuarse al contexto. Según explica Yander Cruz, director general de la entidad, el servicio de recreación ha asumido reajustes como la elaboración y expendio diario en el círculo social El Sauce, de 700 “cajitas” con arroz, carne y vianda frita. Varían en su contenido en ofertas a base de embutidos, pollo y cerdo y sus precios oscilan entre los 15, 20 y 25 pesos respectivamente.
Además, ofrecen “dulces, panque, croquetas provenientes de nuestra industria, todo empacado listo para llevar. Esto con la materia prima fundamental de nuestras infraestructuras para el autoconsumo (fincas agrícolas, organopónicos, centro porcino y avícola), y sin descuidar, como primera misión, la alimentación de nuestros constructores”, aseguró Cruz.
Igualmente, Garbo mantiene “la vitalidad de los servicios de paisajismo y jardinería en el polo turístico de Guardalavaca y el del Ramón de Antilla.”
Por supuesto todo ello se ejecuta atendiendo a las medidas imprescindibles para prevenir el coronavirus. Fundamentalmente garantizan un sistema información de todos los objetivos de la empresa. Sostienen estricto control mediante pesquisas y personal de salud de los individuos y trabajadores que entran diariamente en las instalaciones. Exigen el uso del nasobuco y el lavado de las manos con frecuencia con agua y jabón o desinfectante a base de alcohol.
También se adoptan estrategias para el distanciamiento social. Observan la existencia de garantías para cualquier trabajador o cliente que tenga fiebre, tos o dificultad para respirar, que pueda recibir atención médica urgente.
Aunque esta ha sido siempre una norma en Garbo, ponen especial cuidado en la cocción de los alimentos a fin de evitar la contaminación cruzada y no permiten el intercambio de los utensilios entre trabajadores y clientes, dígase vasos, cucharas, pañuelos, servilletas.
Los servicios gastronómicos se han reducido en un 50 por ciento, estableciendo una distancia de dos metros entre mesas. Así mismo en los comedores obreros con muy poco espacio se diseñó un horario escalonado para la prestación de servicios. Como es lógico se suspendieron las actividades de cabaret y otras que impliquen aglomeraciones.
En cuanto a los obreros que se encuentran albergados las previsiones incluyen extremar las medidas higiénicas sanitarias en los campamentos, utilizando hipoclorito y lejía de cloro en las proporciones adecuadas. Se destinó un cubículo a trabajadores con afecciones respiratorias agudas que no puedan trasladarse a sus hogares de inmediato, para evitar contagio y de forma general, cada cubículo no debe albergar más ocho personas.
Algunos campamentos de la empresa han sido puestos en manos de la Dirección Provincial de Salud Pública para su empleo como centros de aislamiento.
De esta forma la Empresa de Servicios a Trabajadores de Holguín cumple su rol social con creces, multiplicando esfuerzos y alcance y adecuándose a la circunstancia imperante en el territorio, pero siendo proactivos y flexibles.
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