Harina de este costal

 

Imprescindible en las mesas cubanas, el pan y su calidad son un tópico recurrente,por sensible y cotidiano. En los últimos días han llegado a nuestra redacción numerosas inquietudes de consumidores que señalan un alarmante estado en esta producción: una apariencia nada agradable, textura áspera y color oscuro fueron las señales que despertaron la molestia en muchos holguineros. 

 

Así lo vivió Adayi Pupo Pérez “parte del Consejo Popular Níspero de Urbano Noris es decir Mejías y Níspero, incluyendo Barajagua y la Güira, que pertenecen al municipio de Cueto, se les abastece el pan a las bodegas de la panadería de Mejías y es indignante la mala calidad. Todos nos preguntamos qué está pasando porque realmente el pan es el alimento principal de los desayunos y meriendas de nuestros niños que van a la escuela y no es justo que ni siquiera lo puedan consumir”.

 

Algunos de los abordados alegan que se debe a la supuesta modificación de la fórmula original introduciendo aditivos como la harina de maíz; otros aseguran que las materias primas no se emplean en las proporciones adecuadas y van a parar al mercado negro.

David González, administrador de la unidad 4241 El triunfo, cuenta su experiencia: “hace días está llegando un pan negro que no hay quien se lo coma, la gente se lo lleva porque no hay otro, qué van a hacer. Viene con su peso pero la harina que es mala. Como administrador puedo devolver una mercancía que no tenga las condiciones adecuadas, pero no serviría de nada porque lo regresarían, es el que hay”.

En otra de las fases del proceso escuchamos a Jesús Fernández, maestro panadero de la panadería La Amistad, en el reparto La Aduana: “Fueron varios días que se trabajó con una harina integral a la que le sale un poco más el salvado y eso hace que sea más prieta y gruesa. Habitualmente esta se usa en un tres por ciento, pero como había déficit de la normal se estaba usando esta. Se trabajó varios días con ella, pero se está normalizando. Como maestros panaderos siempre buscamos la forma de mejorar el pan y los criterios de la población, al menos los de esta panadería, eran en un 80 por ciento reconociendo que para ser de esa harina tenía buen volumen, peso y tamaño, se veía un poco feo, pero también le explicábamos y ellos iban entendiendo”.

La compleja situación con los suministros en el país tiene mucho que ver con este entuerto, pero no se puede responsabilizar únicamente a este decisivo factor. Para esclarecer dichas cuestiones esta reportera buscó la voz autorizada de Kirenia Balada, directora de la Empresa productora y distribuidora de alimentos de Holguín, Numa.

"Los problemas con la mala calidad del pan son generalizados en la provincia porque hemos estado recibiendo la harina con una granulometría inadecuada pues debería estar entre un cuatro y un ocho por ciento y estábamos recibiendo de un 40 por ciento, por eso las características de este pan. No es que le estemos agregando un tres por cieno de harina de maíz, pues esta es prácticamente una harina integral y no se le debe introducir ningún otro aditivo.
El molino de Santiago de Cuba ha tenido desperfectos en las máquinas, específicamente las mantas transportadores que llevan a cernir o tamizar esta harina para obtener la granulometría ideal.

La respuesta que hemos obtenido a nivel de país es que ya el pegamento que era necesario para brindar reparación y mantenimiento a estas mantas se estaba trasladando en la noche del miércoles hasta Santiago de Cuba y en el jueves se efectuó un mantenimiento a esta área de producción.

En existencia queda de esta harina de forma general unos 2,5 días. Hay municipios que por las características de la distribución la cobertura debe extenderse, pero se espera que en el mes de septiembre se regularice la situación.
Es necesario aclarar que pese a esta apariencia el valor nutricional del producto no se modifica, no se altera ningún parámetro. Estas harinas “negras” son incluso mejores para diabéticos e hipertensos, pero esta no es la calidad que merece la población y vista hace fe, cuando observamos un pan de esta manera es menos apetecible para nuestros hábitos de consumo”.

Manuel Liranza, director de mantenimiento de la empresa cereales Frank País García, de Santiago de Cuba, confirma que “existen problemas con la granulación. Los tamices se encuentran en condiciones críticas aunque actualmente se alcanza entre un 10 y un 15 por ciento en granulometría. Pero hay grandes dificultades para lograr el óptimo desempeño de estas piezas debido a que su reparación depende de un pegamento importado. Poseemos dos molinos con problemas y existen otras dificultades tecnológicas pero tenemos que seguir produciendo harina.

Hemos recibido reclamaciones comerciales de varias provincias y tenemos identificado el problema pero no lo podemos resolver por ahora. No obstante, el pan no solo es harina, hay que tomar medidas fuertes con que lleven los niveles adecuados en todos sus componentes”.

Kirenia Balada explica: “Existen administrativos que rigen la actividad de seguridad y protección, además está montado un sistema de trabajo donde cada administrador debe ejercer un control sobre los productos que están bajo sus custodia”.

Es cierto que las dificultades, en general, tienen un origen multifactorial, sobre esto Balada agrega: “más allá de la mano del hombre, en la calidad influye el equipamiento que se emplee. Tenemos fábricas que han ido saliendo con grandes reparaciones de infraestructura y equipamiento o se les renueva este último, pero tenemos unidades con equipamiento obsoleto de más de 30 o 40 años.

No obstante poseemos un equipo de innovadores que son los que día a día hacen reparaciones para que todo este engranaje permita que nuestro pueblo reciba el pan y la repostería.

La situación se extiende al resto de provincias orientales hasta donde también distribuye Santiago. Ya comenzamos a procesar una reclamación pues existe un contrato firmado que estipula los estándares y condiciones de las materias primas que recibimos de nuestros suministradores”.

Actualmente la producción se normaliza y los consumidores vuelven, en varios puntos de la provincia, a recibir el pan con la apariencia habitual pero la explicación oportuna y necesaria nunca debe faltar.