La Voz del Níquel, cuarenta años junto a su pueblo

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La voz del niquel 1Fotos: Radio Juvenil
 
Seis de la mañana. La hora marca el trasiego de cascos verdes y amarillos listos para entregarse por completo a las minas a cielo abierto. La melodía de El manisero de Moisés Simons rompe el relativo silencio de la ciudad industrial y surca el éter la señal de La Voz del Níquel, emisora que durante cuatro décadas acompaña las proezas laborales de los hombres y mujeres de Moa.

Todo inició un 24 de julio de 1979 y desde entonces la radio se ha convertido en fiel aliada del acontecer económico y social en la tierra roja. Desde sus micrófonos la comunidad rusa asentada en la localidad disfrutó en su lengua de programas como El Mundo Hoy o el bilingüe Del Volga a Moa. Las trasmisiones deportivas alcanzaron su máxima expresión con la Copa Internacional de Boxeo Pedro Sotto Alba para todo el país y el talento de Los Van Van, Silvio Rodríguez y AfroCuba, pusieron a soñar a los oyentes.
 
La voz del niquel 2

La gran hazaña de La Portadora del Mensaje, al arribar a su mayoría de edad, radica en acercar la radio a su pueblo y en la memoria colectiva quedan los gigantescos desfiles por el Primero de Mayo y las fiestas de barrio derivadas de sus programas Disco Club Juvenil o Proyecto 90, todavía en la época de las cintas. Su principal virtud es darle oportunidad a la gente común pero con experiencias extraordinarias. Al pitazo de la decana de las industrias moenses, la empresa Comandante Pedro Sotto Alba, el espacio Con los Hombres y Mujeres del Níquel introducía en los hogares historias tejidas en la producción del rublo, hoy programa insigne de su parrilla de 18 horas diarias.

A los 40 años, la emisora, con un colectivo formador de varias generaciones de radialistas apasionados, se conduce por no despegarse de los intereses comunitarios: el ciclo de agua, los productos de la bodega, el transporte público, los servicios de salud, los temas dedicados a la mujer y la familia, y al mismo tiempo informar, entretener, y orientar para una mejor calidad de vida de un público instruido. De esta forma honra el lema que sentencia su labor en este tiempo: estamos en todo, porque todo nos interesa.
 

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