Rafael Bestard Bizet: Auténticamente feliz

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Sicólogo Rafael Bestard BizetVida es la palabra perfecta para describirlo, porque sencillamente es eso: Vida. Quienes lo conocen saben que no me equivoco, porque Rafael Segundo Bestard Bizet es de esas personas que alimentan el alma y nos espolean a disfrutar y apreciar el presente.

Músico, poeta y con algo de locura, es seguido por muchas personas de distintas generaciones, conquista que se debe- a su entender-, no vivir contando el tiempo, simplemente vive e incita a todos a hacer lo mismo. “Creo que es por el mensaje que porto y trato de transmitir, que llega a tantos, independientemente de la edad”.

Esa aptitud y energía que transmite a los que interactúan con este santiaguero de nacimiento, habanero de crianza y holguinero por los frutos recogidos acá, es el leit motiv de esta entrevista o consulta on line, y cómo, a través de la Psicología, inspira a vivir, algo que olvidamos hacer a plenitud por la vorágine de este siglo.

Su encuentro con la Psicología fue en tierras de la desaparecida Unión Soviética mientras cursaba la Licenciatura en Pedagogía en Química y Biología y una Maestría en Artes Pedagógicas. Allí nació el interés por el funcionamiento de la mente humana, que provocó una reorientación profesional hacia el campo de la Psicología y la Psicoterapia, especialidades a las cuales se ha abrazado por más de 30 años.

Para su práctica confiesa que se nutre, fundamentalmente, de la Psicología transpersonal y se inserta “en la utilización de la meditación oriental como forma de psicoterapia. Cristalización producto de una búsqueda incesante y de cambios en los cuales han influido muchas corrientes, entre ellas el psicoanálisis, el humanismo y la programación neurolingüística.”

Hace algunos años regresó a La Habana, lugar donde vivió a partir de los tres años hasta que fue enviado a Holguín a cumplir su Servicio Social. Aquí se enamoró, hizo una hermosa familia con tres hijos y una nieta, y además, engrosó un envidiable curriculum vitae en el que sobresalen tres maestrías, su categoría de profesor auxiliar en Psicología y psicoterapeuta en desarrollo transpersonal.

Después de más de 25 años fuera de la Capital volvió para reencontrarse con sus raíces y asumir nuevos retos profesionales que lo llevaron a incursionar el programa radial “Pensando en ti”, que por los “misterios de la Vida” lo llevaron a tener una sección en la revista televisiva del Canal Educativo Dos “De tarde en casa”.
 
Libros Sicologo Rafael Bestard BizetPortadas de los libros del sicólogo Rafael Bestard Bizet

Recuerda que en un primer momento se planificó solo para los meses de verano, pero luego fue escogida para que quedara permanente. Allí orienta hábitos de vida saludable, realiza ejercicios de relajación e invita a prestar atención a nuestro “minuto a minuto” de cada día.

En su perfil de la red social Facebook es seguido por más de 3 mil usuarios que esperan, casi a diario, una reflexión que les impulse el día. Muchas de estas provienen de sus libros dedicados a la autoayuda, como Ritmos de Vida o Puedes alcanzar el equilibrio interior, publicados por la Editorial Académica Española.

Precisamente, en la autoayuda descubrió una forma de auxiliar a los demás, a partir de su propia experiencia, sobre esta considera que “está relacionada con el propio crecimiento, que se realiza de adentro hacia afuera. Es como las raíces de un árbol, si este quiere crecer a de poseer, proporcionalmente, fuertes y profundas raíces.

“Así que la autoayuda viene desde lo más profundo del ser. Son esas potencialidades que no sabemos que tenemos, pero están ahí, esperando ser despertadas.

“Lo que comenzó en mí como una autoayuda, pues es ingenuo creer que los profesionales de la Salud no necesitan también de apoyo, luego se convirtió en una manera de socorrer a través de la meditación,”.

Una palabra recurrente en su conversación es Vida, por eso, y con toda intención, es la más repetida en este texto, porque -según Bestard- para poder disfrutarla plenamente hay que sentir que todos somos Vida. “Si no te identificas con lo que eres, al final, ni lo puedes apreciar o experimentar. Cada cual debe descubrirlo, es un viaje íntimo que no permite acompañante”.

Una figura importante para este maestro espiritual y sofrólogo es la familia, porque “es el santuario donde puedes pensar en voz alta, desvestirte de miedos, relajarte y ser tú auténticamente, sin dobleces, donde la única autoridad que prevalece es la cooperación y el entendimiento mutuo a pesar de las posibles contradicciones que pueden y siempre van a existir en la convivencia de dos o más personas. Es como una segunda mente, un pepe grillo, que sirve de consejera y amiga”.

“Por ejemplo, cuando estoy con mis hijos lo profesional no cuenta. Ellos no son objeto de mi profesión, sino de mi amor. Así sucede también con las demás personas con las que me relaciono- independientemente de los lazos que nos unan- sé que les puedo transmitir sentimientos de alegría y seguridad. Soy, en ambos casos, y en todos los casos, el que trata de ser y hacer feliz a los demás. Creo que con eso basta”.

Sobre la posición del psicólogo en la actualidad opina, que la Psicología en el mundo está en deuda con la humanidad, porque “no ha podido aún, en sentido general, ayudar más a las personas a sentir mayor bienestar. Creo, también, que los psicólogos debemos proponernos ser más felices si en realidad queremos ayudar a los demás a lograrlo”.

Dicen que uno de los “colmos” de los psicólogos empieza por sus incongruencias y ese mismo colmo le permite comprenderse y comprender a las personas con las que trabaja. Sobre este trabalenguas considera que todos, independientemente de las funciones sociales que desempeñamos, “somos incongruentes”.

“El colmo de un psicólogo es creerse que está cuerdo, pues es muy difícil ayudar a otros a cambiar y cambiarse a sí mismo sin un toque de locura. Es como el amor: si no vas a amar con locura, entonces no ames, pues no hay nada más parecido al auténtico amor que la locura”.

Y, precisamente, esa locura tan suya, que tranquiliza a los que interactúa con él es recordada por quienes hace algunos años visitaban su hogar en la calle Prado, en la ciudad de Holguín, para “tertuliar”, probar los famosos batidos de chocolate y desestresarse con este gran anfitrión, amigo y cantante.

Bestard considera al estrés, la ansiedad y la depresión como el catarro común de la humanidad, causado por un problema existencial. “La crisis económica, medio-ambiental, política y familiar en la que vivimos actualmente se debe a que no hemos aprendido a coexistir con estos estados de ánimo, a encontrar el vínculo que tenemos con todo y con todos, nos hemos encerrado en la burbuja del “yo” y hemos perdido ese “sentimiento oceánico” del que hablaba Freud, que permite ser más humanos y tener un profundo respeto a la vida, cualquiera sea su manifestación”.

Es de la opinión que “la época del ¨yoísmo¨ hace que el eterno conflicto entre lo que tenemos, pero no queremos y lo que queremos y no tenemos, sea cada vez más acuciante. Y este galopar incesante y quimérico nos ha enfermado a todos. Creo que la pregunta cardinal que debemos hacernos ante tanto desatino es: ¿a dónde vamos?”

En esta “consulta” online aconsejó para lograr convivir, por ejemplo, en un ambiente laboral incómodo, o con distintas generaciones en una misma casa, que primero hay que comprender que el sufrimiento y el malestar psicológico es opcional: “muchas veces optamos por sufrir porque no aceptamos lo que es y queremos que sea como nuestra mente lo concibe”.

“Ese desajuste con la realidad, esa no aceptación de las personas tal y como son, ese afán de querer cambiar a todo el mundo a imagen y semejanza de ¨mis creencias¨ y ¨mis modelos para sentirme bien¨, es la base de muchos de los conflictos que se dan en las relaciones interpersonales, laborales y amorosas.

“La incomodidad que podemos experimentar no está tanto en el ambiente en el que se vive, sino en el que creamos con nuestra mente. Dos hombres tras unos mismos barrotes se pueden sentir completamente distintos, pues uno mira hacia abajo, hacia el fango y el otro mira hacia arriba, a las estrellas”.

A inicio de cada año, es habitual, plantearse nuevos propósitos o ratificar los que no se lograron en el período recién concluido, sobre esto reflexiona que todas las metas son mentales y que la mente quiere muchas – lo cual no es malo, aclara- lo único es que hay que saberlas aterrizar.

“Es como dicen los chinos: un camino de mil leguas siempre se empieza por el primer paso. Y ese primer paso siempre está en el presente. Por eso, creo que el hombre propone (las metas); pero la vida es la que dispone”.

¿Cuál es el mayor logro de Bestard?

Ahora entiendo que el mayor logro obtenido es sencillamente el existir, el ser. Creo que no me falta nada por hacer, pues la vida se nos da, dándola, así que lo que haya que hacer, lo haré, siempre que esté conectado a esta corriente de vida.

¿Recomendaciones para el año que empieza?

Comprometerse más con la felicidad, ser auténticamente feliz.

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