Hombres de Ciencia, hombres de pensamiento
- Por Lourdes Pichs Rodríguez
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El 15 de enero de 1960, cuando el Líder Histórico de la Revolución, Fidel Castro Ruz, expresara su antológica frase: “el futuro de nuestra Patria tiene que ser necesariamente un futuro de hombres de ciencia, de hombres de pensamiento”, muchos de los que hoy hacen realidad este vaticinio no habían nacido; sin embargo, asumen el reto con la premisa de lograr prosperidad, saltar escollos y enfrentar y vencer el bloqueo, para así, a partir de nuestros propios esfuerzos, alcanzar sostenibilidad en el proyecto socioeconómico del país.
Muestra muy palpable de esa realidad fue la edición de ExpoANIR Soluciones Cuba-2023, correspondiente a Holguín, desarrollada durante los días 18 y 19 de mayo último, en la que la provincia con las más de 200 innovaciones presentadas de diversos sectores de la economía y los servicios, ostentó cómo a partir de la aplicación de la Ciencia y la Tecnología es posible avanzar, aun en medio de los difíciles momentos por los cuales atraviesa la nación.
Así, desde la innovación y la racionalización creadoras los trabajadores desentrañan, cada día, soluciones a los más complejos escenarios. Un ejemplo de ellos son los del sector de la Salud Pública, que a este evento llevaron más de 20 inventivas y aportes, unos ya puestos en práctica con favorables resultados, otros en vías de terminación, para el registro e implementación oportuna en servicios vitales de la atención médica hospitalaria y de otras actividades.
De los centros sobresalió el hospital provincial universitario Vladimir Ilich Lenin, cuya secretaria general del Buró Sindical, la licenciada Iris López, resaltó las 12 muestras expositivas de su colectivo y, en específico, de las nueve que el presidente de la Asociación Nacional de Innovadores y Racionalizadores (ANIR) en el país, Lidier Águila Machado, reveló interés marcado por sus trabajos.
Mencionó los aportes de Alexander Baños, del Departamento de Electromedicina; a la Licenciada en Enfermería Odalys Soto Castañeda, de la Unidad de Terapia Intermedia; Licenciado en Medicina Física Wilfredo Sol Zamora; a Osvaldo George Rodríguez Pérez, Informático y al doctor Leonardo Rodríguez Plana, quien fuera una revelación del quehacer de los jóvenes, que enfrentan y vencen problemas sin cruzarse de brazos, con la decisión de resistir, de manera creativa, en favor de los pacientes.
Precisamente, este mayaricero de 30 años de edad, residente de la especialidad de Cirugía Reconstructiva y Caumatología, habla, en nombre de sus colegas del Servicio y en el suyo propio, de los resultados de seis años de trabajo y esfuerzos desde la Sala de Quemados (como se le conoce), localizada en el Quinto Piso del Hospital Lenin.
Médico devenido innovador
Desde su graduación no solo se ha dedicado a la asistencia médica en una consulta, salón de operaciones o cubículo de ingreso, sino que se ha ido más allá, a la búsqueda de respuestas positivas ante dificultades, a partir de la innovación, aplicando la Ciencia.

“A nivel de institución llevamos cuatro trabajos, resultantes de varios años de estudio y dedicación. De ellos tres son míos y uno es del Servicio de Cirugía Reconstructiva y Caumatología, que asumió la misión de materializar un añorado anhelo”, significa.
“Teniendo presente el grave siniestro acontecido en la Base de Supertanqueros de Matanzas, el 5 de agosto de 2022, en Holguín se dio la tarea de concluir la reparación capital en marcha en nuestra Sala, lo cual ocurrió el 18 de ese mes con casi todo lo requerido, para la atención de los pacientes que se atienden en esta unidad cerrada.
“Esa explosión nos reafirmó que debíamos estar preparados para todo, más por las particularidades de nuestra provincia, distinguida por su amplio desarrollo industrial, con grandes fábricas, como las de níquel o la Central Termoeléctrica Lidio Ramón Pérez, de Felton.

“Por otra parte, en Holguín tenemos tres unidades de atención a pacientes quemados, el hospital Guillermo Luis; el “Pediátrico” y en el “Lenin”, cuyo servicio es provincial y donde requeríamos de una bañera. Conocíamos de una metálica automática en desuso en Moa, por lo cual nos dimos a la tarea de su traslado y reconstrucción, para ponerla a funcionar.
“Esa tina de dimensiones especiales se emplea en el tratamiento a quemados, los que se sumergen en ella y se les aplica un método de cura, conocido como hidroterapia, para favorecer el desprendimiento de las escaras en lesiones profundas.
“La trasladamos y con la cooperación de especialistas de los Departamentos de Electromedicina y Mantenimiento del centro, fue restaurada completamente y, hoy por hoy, tiene vida útil en función de los pacientes, lo cual es un logro para esta sala y beneficio para el enfermo”.

Sobre las otras innovaciones, específicamente se refirió a una transformación introducida a una técnica quirúrgica relacionada con el empleo del catéter y que la clasifica como una racionalización, a partir de que modifica el cateterismo tunelizado, al utilizar el catéter Certofix de 30 cm, lo cual permite prolongar la vida del ese medio entre 50 a 60 días.
Es decir, en un paciente con una estadía prolongada de unos tres meses, como ocurre, por lo regular, con el quemado que requiere mantenerse con ese recurso, en vez de utilizar cinco, con uno es posible realizar el tratamiento, sin que infeste. “Esos dispositivos son de inserción venosa, que en el caso de las personas que ingresan en nuestra sala se les colocan en las venas profundas, lo cual permite suministrar gran volumen de líquido, es decir, posibilitan la hidratación, sin que se obstruya o infiltre”. “Su precio en el mercado internacional oscila entre 300 y 324 dólares, más 100 que es costo de colocación, además de insumos médicos, como guantes, anestesia, jeringuillas. Entonces si tiene que hacerse ese procedimiento cinco veces en 50 días, es mucho el gasto, por lo que de la manera que lo estamos asumiendo, se hace una sola vez con una disminución del costo, menos trauma para el paciente y ahorro de recursos”.
Sin embargo, la exposición que acaparó la atención en el evento y ha dado de qué hablar, por su complejidad y lo que representará una vez concluido, es el ventilador mecánico, del cual no existe referencia con respecto a otro, porque ha sido concebido desde cero y hoy está alrededor del 90 por ciento de desarrollo.
“Por el tipo de dispositivo de que se trata, complejidad en su estructura y componentes específicos, me ha tomado más de tres años en formar maquetas, pruebas, prototipos iniciales hasta llegar a lo que tenemos. Una vez concluido este aparato se pretende utilizar, primeramente, en nuestro Servicio, para brindar oxigenoterapia sobre todo a altas presiones, así como aerosolterapia, a los pacientes quemados”.
Afirma que ha sido muy difícil llegar hasta el momento actual, porque “prácticamente el presupuesto para llevarlo vía de hecho ha corrido íntegramente por mí y todavía le falta un poco para ver materializado este propósito”, al tiempo que agradece la asesoría recibida en 2021, cuando fue a La Habana y estuvo en el Centro de Neurociencias, donde se desarrollaron los ventiladores pulmonares cubanos, a partir de la pandemia de la COVID-19.
“Nuestro dispositivo, que ya tiene nombre OxiCub-19, una vez terminado será una opción más a tener en ¨Quemado¨ y quizá se pueda expandir a otros. Queda un camino por andar, pero mientras sigo investigando, a la vez que concluyo el cuarto año de la especialidad”, confiesa optimista.
El doctor Leonardo, desde la Residencia Médica, donde vive desde su llegada a Holguín, hoy lo anima su próximo viaje a La Habana, donde, defenderá su trabajo ante un Jurado nacional, como mismo harán otros colegas, cuyas investigaciones fueron reconocidas durante las sesiones de ExpoAnir. “Expectativas muchas, innovaciones no faltarán y, lo más importante, tengo muchos deseos de seguir investigando”, destaca.