Escuela Provincial del Partido, la otra casa que lo arropa
- Por Yanela Ruiz González
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Fotos: Elder LeyvaHay tanta maestría en sus palabras, que el interlocutor queda atraído al instante. Lleva en sí mismo el arte de la docencia y con ella el manojo de conocimientos que lo hacen un referente en la Escuela Provincial del Partido Pedro Díaz Coello, la universidad política que arriba a 45 años de creada este 20 de noviembre, y a la que el profesor Anabel Rojas Suárez llegó tres años después de fundada, para enraizarse en su colectivo y formar parte de todas las transformaciones que, desde entonces, ha vivido esta institución.
La escuela ya radicaba en su sede actual cuando su nombre engrosó la nómina de su claustro y, en lo adelante, se encargó también de la preparación de cuadros y dirigentes del Partido, el Estado, Gobierno y las organizaciones políticas y de masas, misión fundamental de este centro.
“Venía con una experiencia docente de mis años en una escuela primaria de mi natal municipio de Banes, y de mi preparación y trabajo posterior en la escuela de cuadros de la Organización de Pioneros, de la antigua provincia Oriente, devenida en escuela de preparación de cuadros de la UJC de las provincias Granma, Las Tunas y Holguín. A ello se sumó el conocimiento adquirido como profesor de economía política en la antigua Unión Soviética”, apunta.
A su regreso, habían desaparecido las escuelas provinciales de preparación de la UJC, por lo que algunos profesores pasaron a trabajar a la Escuela Provincial del Partido en agosto de 1980, entre ellos Anabel, quien ha permanecido aquí durante 42, de los 50 años que suma ya su vida laboral.
“Esencialmente me he desempeñado como profesor de Economía Política, aunque he trabajado otras asignaturas, como Dirección de Empresas. Esta última la asumimos cuando se nos une la escuela de preparación de cuadro del Estado en los años ´90”, añade.
En estas más de cuatro décadas de andar entre aulas, departamentos y cátedras, de asumir las jefaturas de algunas de estas estructuras (Economía Política y Ciencias Sociales), incluso la vicedirección del centro, el también Licenciado en Ciencias Sociales, Máster en Consultoría Gerencial y profesor auxiliar, habla de la satisfacción de haber visto transitar varias generaciones de cuadros que han dirigido esta y otras provincias, y que han cursado la Licenciatura en Ciencias Sociales en la escuela holguinera, como también la necesidad que ello ha impuesto para impulsar la superación constante.
“La mayor parte de los profesores procedían de asignatura generales como Matemática, Física y Biología, por lo tanto eso trae consigo que escaláramos un peldaño en la superación para poder llevar adelante la misión del centro, que esencialmente se basa en la preparación político ideológica. En este devenir del tiempo hemos enfrentado otros retos que nos han llevado a alcanzar el título de Máster; en mi caso en el Centro de Estudio de la Economía Cubana, adscrito a la Universidad de La Habana, y otros han logrado hacerse doctores en Ciencias”, subraya.
Por el año 2000, recuerda el paso de la escuela a enseñanza superior, una transformación importante, que trae consigo la preparación también en las categorías docentes, por lo que actualmente el claustro cuenta con tres doctores en ciencias y una gran parte son profesores auxiliares y titulares.
“Contar con un profesorado de alta calificación se revierte en la preparación de los cuadros, y no solo lo que representa en materia de superación, sino toda la actividad de investigación que se desarrolla influye en ese tratamiento que reciben los estudiantes en las aulas.
“Yo propiamente desarrollo una investigación sobre la propiedad social y sus contradicciones en el socialismo, un tema muy llevado y traído en estos tiempos, esencia de cualquier formación económica y social y que reviste una importancia extraordinaria, algo que llevo a la preparación de nuestros cuadros”, explica.
De cómo logran motivar a quienes ocupan un puesto en las conferencias, refiere: “Los estudiantes gustan del método de trabajo en el aula, de cómo se discuten los temas y llegan a construir el conocimiento, pues nosotros solo somos facilitadores de herramientas, son ellos los que buscan desde los clásicos hasta hoy en la práctica.
“En el caso de la asignatura de Economía Política, se trata de concientizar desde el análisis de forma dialéctica de los clásicos, el pensamiento de Fidel, del Che, de Carlos Rafael Rodríguez, de Raúl, incluso hoy de Díaz-Canel, para comprender todas las transformaciones que se realizan y son muy profundas, contextualizadas al momento histórico que estamos viviendo, porque no se puede hacer ningún análisis de la economía política si no partimos de algo importante, el concepto de Revolución dado por Fidel, como yo le digo siempre a mis estudiantes”, afirma.
¿Qué es lo que más disfruta en el aula?
Los análisis, las discusiones, la profundización, las reflexiones, el diálogo, que forman parte del método productivo en nuestra enseñanza. No damos receta de los contenidos, sino elementos teóricos para poder analizar la práctica, transformarla y aplicar y desarrollar también la teoría.
Para lograr ese clímax cuando trabaja temas densos ¿qué se necesita?
Indudablemente cada auditorio o grupo de estudiantes necesita que el profesor también se mueva en el escenario de las condiciones histórico concretas, por lo tanto no puede ser la misma clase para diferentes grupos, por eso la autopreparación en esencial, divisa que siempre he llevado, leer mucho, estudiar, indagar, profundizar.
En estos momentos que hay tantas formas de publicación en las redes, donde se mueven tantos contenidos, es necesario estar actualizado, pues son elementos que van inherentes a la preparación y que hay que inducirlas en las clases en un tipo de escuela como la nuestra, de preparación política e ideológica, pues en esencia lo que hacemos es transmitir esas políticas para una mejor comprensión de los cuadros y reservas que pasan por nuestra institución.
Momentos más difíciles para el desempeño de la escuela…
El periodo especial de los años ´90, con la desaparición del campo socialista, nos quedamos sin recursos. La escuela también sintió ese impacto, sin embargo siguió funcionando, cumpliendo su misión importante a pesar de todas las situaciones. Esa experiencia de trabajar en condiciones extremas nos ha servido también para enfrentar los difíciles años de la pandemia y ahora mismo la carencia de medios técnicos, de la electricidad, pero nos hemos renovado, creamos, innovamos para seguir dando las clases con la calidad requerida y cumplir nuestros objetivos.
¿Por qué ha permanecido tantos años aquí?
Tenía 24 años cuando llegué. Ha sido el centro donde más tiempo he permanecido porque precisamente este colectivo me acogió y ayudó mucho en mi formación, siempre con las ganas de seguir adelante, con sentido de pertenencia. He sido parte de sus transformaciones que también me han ayudado a transformarme. Me ha atrapado su cultura organizacional y la excelente manera en que ha sido conducida por los diferentes directores que ha tenido.
El aniversario 45
Arribamos a este aniversario con una escuela mucho más fortalecida y convencida de la misión que tenemos en condiciones tan complejas. Hemos desarrollado un grupo de actividades en conmemoración que tienen como elemento esencial impartir una mejor docencia, más renovada para transmitir la política del Partido y del Estado cubano con nuevas energías a nuestros cuadros quienes tienen la misión de conducir las transformaciones con innovación y hacer uso de la comunicación social.
Para quien el barrio es casi una extensión de la escuela, por la distancia y por la manera en que ha asumido tareas sociales que hablan de los valores fortalecidos en sus años de trabajo en el centro, la Escuela Provincial del Partido Pedro Díaz Coello, hoy universidad política, ha sido más que su centro laboral, la otra casa que lo arropa.
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