Gradúa Holguín a 25 médicos de 10 naciones
- Por Lourdes Pichs Rodríguez
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Parte de los jóvenes graduados depositaron ofrenda floral en sitial dedicado a Fidel en la UCMHo. Fotos: Eduardo Aballe
La gratitud y solidaridad presidieron la graduación de los 25 médicos de 10 naciones extranjeras efectuada, este lunes, en la Universidad de Ciencias Médicas de Holguín (UCMHo), institución que en 49 años ha entregado a más de 30 mil profesionales al sistema de Salud cubano y de 47 países.
Del grupo de jóvenes egresan con Título de Oro, Anouhou Seyni Sami, de la República de Níger; Celani Sphamandla Nsibantze, de Suazilandia y Boago Kinseley Osele, de Botswana, los que recibieron sus pergaminos acreditativos de los doctores Galina Galcerán y George Velázquez, rectora de la UCMHo y decano de la Facultad de Ciencias Médicas Mariana Grajales, respectivamente.
También, terminan sus estudios y regresan a sus respectivos países médicos de Indonesia, Iesoto, Palestina, República Árabe Saharaui y Sudán, que durante siete años se prepararon en la Escuela Latinoamericana de Medicina, en La Habana y la Casa de Altos Estudios de Holguín, que este curso gradúa a mil 309 jóvenes de las carreras de Medicina y Licenciatura en Enfermería y de otras enseñanzas, como técnico profesional y de ciclo corto.
Anouhou Seyni Samí, de la República de Níger, fue el mejor egresado extranjero de la 49 graduación de la UCMHo.
Durante esta titulación, dedicada al Líder Histórico de la Revolución Cubana y a Mariana Grajales, Madre de la Patria, la joven Joelle Mazi Kenze, de la República Centroafricana, al leer el Juramento del Graduado, reafirmó, en nombre de sus colegas, “los principios de los cuales son herederos y la decisión de luchar hasta las últimas consecuencias por la vida de aquellos que lo necesitan, en cualquier parte del mundo, como lo soñó Fidel”.
Por su parte, Anouhou Seyni Samí, el mejor graduado con índice académico de 4,80 puntos, ante todo recordó a Fidel, porque gracias a él, pueden consumar un sueño muchos jóvenes pobres del mundo, que nunca hubieran podido llegar a una universidad y menos costear sus estudios.
El joven doctor Anouhou Seyni Samí, mejor graduado.
“Durante nuestro tiempo en Cuba tuvimos el privilegio de aprender no solo de Medicina, sino que gracias a ustedes apreciamos y cultivamos una cultura diferente y supimos vivir y valorar un modo de vida más solidario y humano (...) Nos vamos de esta tierra que supo darnos mucho de lo que poco tiene; sin embargo, no esperen que les digamos adiós, pues donde quiera que vayamos los llevaremos siempre en nuestro corazones. Aquí eternamente estará nuestra casa, porque somos cubanos nacidos en otra tierra”, puntualizó.
Al despedirlos, en nombre del claustro de profesores, la doctora Galina Galcerán les recordó que aquí siempre tendrán la casa y cobija de los padres que esperan a sus hijos para darles abrigo cuando lo necesitan, al tiempo que recordó que esta graduación es resultado de la idea gestada por el Comandante en Jefe Fidel, cuando en noviembre de 1999 inauguró la Escuela Latinoamericana de Medicina (Elam).
Los exhortó a seguir superándose y con su encomienda social de estar al lado del más necesitado, en este nuevo camino que comenzarán a recorrer como profesionales altamente preparados en una carrera requerida de mucha entrega y sacrificios, pero ante todo humanista.