Para gustos… los libros
- Por Rosana Rivero Ricardo
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Dice el cubano rellollo que lo importante no es llegar, sino saber llegar. Eso, definitivamente,es a La Hora Tercia, marcada por la Feria del Libro. A las cinco de la tarde, en este espacio ubicado en la Sala Electa Arenal del Centro de Arte, se presentan aquellos volúmenes que no debes perder de vista. Hay libros para todos los gustos.
Si prefiere la lírica, por ejemplo, la escritora Kenia Leyva le sugiere “Me quedaría con la poesía”, de Luis Rogelio Nogueras, título dedicado, precisamente, a la poesía y el amor.
Mas si disfruta la narrativa, esta Feria le reserva un regalo especial: la reedición de “Las Honradas” y “Las Impuras”, de Miguel del Carrión. Son clásicos de la literatura cubana que -a juzgar por su presentadora, Aida Bahr- no deberían ausentarse nunca de las librerías del país.
En las dos novelas, Carrión nos muestra la Cuba de inicios del siglo XX con agudeza. Realza los problemas, prejuicios, taras de la mujer de la época, pero sin que ellas se rebelen contra estos.
Aida invita a todos a acercarse a estas dos historias. Motivaciones hay muchas. La prosa de Carrión, por ejemplo, tiene descripciones dinámicas, goces de humor e ironía, que se entrelazan con la tragedia de la vida de estas mujeres.
Rogelio Riverón no propone poesía o narrativa, sino los dos. Presenta el título “En el muro del malecón”, de Miguel Barnet. El volumen aúna tres cuentos y una selección de poemas. Sin embrago, no es una compilación aleatoria. Su hilo conductor es el malecón de La Habana.
Reveló Riverón que entre los textos más interesantes está el cuento “Fátima o el Parque de la Fraternidad” en el cual se inspiró la película homónima, dirigida por Jorge Perugorría, y el poema “Eros y Tánatos”, donde Barnet resalta a un sujeto lírico vivo, que no está dispuesta a descansar.
La escritora Mariela Varona convidó a la lectura de “Té sin limón, ellas hablan de amor y sexo”, un texto caliente y no precisamente por la infusión que le da nombre. En él se compilan cuentos de 44 mujeres que también ofrecen su particular visión del erotismo femenino y la literatura erótica.
Ronel González y José Luis Serrano, emparentados no solo por su pasión al verso rimado –el uno en décimas; el otro en soneto-, sino por una sólida amistad, propusieron el título “Los perros de Amundsen”. Con el volumen Serrano obtuvo el Premio Nacional de Poesía Nicolás Guillén 2018, después de 9 veces de someterse al certamen. Nada, que a la novena va la vencida.
A través de una estructura poética clásica y que al decir del autor es poco premiada en los concursos, Serrano desarrolla una gran metáfora sobre la existencia y los complejos tiempos postmodernos que le ha tocado vivir.
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