Cinco años con Malakhov en Holguín
- Por Rosana Rivero Ricardo
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Este reportaje viaja al futuro. Se mueve y danza con sudor, con aliento y fuerza. Proyecta al Concurso de Danza del Atlántico Norte y Grand Prix Vladimir Malakhov en las próximas ediciones. Sépase que el año que viene no tendremos festival.
Hacerlo cada dos años posibilitará la mejor preparación de las piezas en competencias, más tiempo para organizar nuevas propuestas. Además, “es bueno que te extrañen”, dice Paul Seaquist, manager de Vladimir, quien junto a la estrella mundial de ballet y Maricel Godoy auspician el evento.

No obstante, habrá danza, aclara Maricel, gestora principal y directora de la compañía anfitriona, Codanza. El sueño no se puede parar.
Hoy termina esta edición con la entrega de los premios en el Teatro Eddy Suñol. Aún no cierra el telón y ya se sueña con la temporada danzaria del próximo año en que recesa el concurso:

“Los estudiantes de periodismo tendrán sus talleres sobre crítica danzaria, que en esta edición recibieron con la profesora Mercedes Borges y quedaron convidados a aprender más. Los alumnos de la Facultad de Medios Audiovisuales de la Universidad de las Artes de Holguín repetirán el encuentro con el especialista Andrés D´Abreu sobre video-danza. El público tendrá sus puestas en esos tres o cuatro días de celebración del cumpleaños 27 de Codanza”, comentó Maricel.
Sin danza no hay paraíso

Del 23 al 29 de septiembre ha sido una semana para entregarlo todo. El grupo de danza-teatro RETAZOS protagonizó la jornada inaugural, pues a los 30 años de esta compañía se dedicó el certamen. Noches de concurso con público abundante y conocedor. Los aplausos son enormes cuando la obra es contundente, cuando la pieza inspira.
Más allá de los concursantes, quien tiene el reto es el jurado que hoy debe dar su veredicto, este año integrado por Vladimir, Seaquist y la maestra Liliam Padrón. Malakhov confiesa que no es fácil seleccionar entre 34 obras y 90 bailarines que audicionaron. Sin embargo, tiene una fórmula que le ayuda a elegir: “La parte técnica es importante, pero debe estar apoyada por arte real. No me interesa el circo, ni ver cinco piruetas en el escenario y un triple cabriole. Si hay un bailarín hermoso que tiene 10 piruetas me va a gustar, siempre y cuando haya arte detrás. Eso es lo que me ayuda a elegir”, comentó.

En el “Malakhov” se baila más allá de los escenarios. Especialistas, críticos de arte, maestros, coreógrafos, bailarines intercambian estilos, maneras, experiencias de hacer y construir la danza. Es una aventura de convertir a Holguín en capital de la danza.
Ángela López es una joven boliviana que llegó a Holguín, exclusivamente, a recibir clases de rumba. Los talleres estuvieron a cargo de la bailarina y profesora Bárbara Balbuena, quien además impartió conferencias sobre este género músico-danzario y las fiestas rituales en la Regla de Osha. Su agenda incluyó clases prácticas de bailes de salón y yorubas a estudiantes de danza de nivel elemental.

Precisamente la Escuela de Arte Raúl Gómez García es una de las subsedes del evento. “Para nosotros siempre ha sido importante llegar hasta los niños, porque sabemos que son el futuro. Ese ha sido uno de los motores principales de cada encuentro”, confiesa Paul Seaquist.
Por segunda ocasión, se insertó un espacio para la promoción, análisis y creación de videos-danza: talleres teóricos y creativos impartidos por el crítico de arte Andrés D. Abreu, quien además es codirector del Festival DV Danza, encuentro internacional anual para este tipo de creación audiovisual.
Hacer realidad el sueño de Maricel de convertir a Holguín en capital de la Danza, requiere de un cuerpo de críticos especializados. Por eso, la profesora Mercedes Bartutis impartió clases a estudiantes de Periodismo de la Universidad de Holguín.
El intercambio con grandes exponentes de la danza en Cuba caracteriza el Concurso. En esta quinta edición se estrenó en las tablas holguineras el bailarín Rubén Rodríguez, quien a sus 61 años subió al escenario de la sala Raúl Camayd, regaló un par de clases que “tenía guardadas desde hace 20 años” y contó cómo se convirtió en primer bailarín de Danza Nacional de Cuba.
Cada vez la participación internacional de compañías y bailarines es superior, y eso visibiliza el certamen más allá de que asista y apoye la estrella del ballet mundial Vladimir Malakhov. Este año se presentaron 14 artistas extranjeros, entre ellos, la paraguaya Diana Ortigosa, de la compañía Avances Internacionales. “Conocí propuestas de trabajo que me nutrieron como bailarina. Quisiera que más bailarines de mi país vivieran esta gran experiencia”, afirmó.
Dame a Malakhov y danzaremos
Cuenta Maricel, que en estos cinco años de concurso lo más difícil “ha sido recorrer el camino a golpe de esfuerzo y sacrificio, con nuestros medios y recursos. Ha sido también muy complejo que La Habana reconozca a este certamen como uno de los más importantes de Cuba, pero con la presencia de Vladimir hemos logrado que se mire hacia Holguín en materia de danza y ya hoy, tenemos los mejores críticos y especilistas apoyando el Festival”.
Malakhov ha apreciado un desarrollo enorme en este lustro desde el punto de vista artístico y tecnológico. “El Teatro Eddy Suñol está muy distinto a la primera vez que vine. Ahora tiene nuevo escenario, cortinas, luces. Todo hace que los bailarines se sientan bien”, expresó.
“Algo que disfruto mucho es seguir el desarrollo de los bailarines año tras año”, asegura Malakhov. “Cuando conocí a Lianet Díaz, bailarina de Codanza, era una principiante. El año pasado, en el solo que hizo con la abuelita, me percaté de se había desarrollado como artista de una manera que no esperaba. Este año la vi de nuevo y está en camino a transformarse en una gran bailarina. Es hermoso ver el proceso de transformación y crecimiento de un bailarín”, concluyó.
Han pasado cinco años de historia, de fiesta, donde confluye una buena representación del movimiento danzario de la Isla. El sueño de sus fundadores es que en 15 años más se hable del Grand Prix como un evento intrínseco a la cultura cubana que nutrió a sus bailarines y artistas. Las ganas y los deseos sobran.