Mi amiga Lisandra es profesora de Matemática, fan de los números y las medidas, observadora acuciosa de las formas en que pesan lo que compra, porque no soporta que alguien le reste a su bolsillo trabajador para engordar el propio. Por ello verificó el peso de cinco libras de azúcar en un mercado y dio “la tángana” porque le faltaban varias onzas. Allí, desde entonces, siempre le despachan bien su mercancía.
Read more Peso justo y balanza confiable
Llegó silenciosa. Dicen que siempre estuvo detrás de mi. Fue calculadora. Ante el primer momento de debilidad dió un portazo y entró en mi vida para siempre. No entiende de horarios ni de lugares. Todo los días me pone a prueba, exige cuatro contactos físicos, sin chistar. Es crónica e insaciable. Quema toda mi energía. Si dejo que me domine, es capaz de dejarme tirado en cualquier lugar.
Read more Dulce tormento