Mi amiga Lisandra es profesora de Matemática, fan de los números y las medidas, observadora acuciosa de las formas en que pesan lo que compra, porque no soporta que alguien le reste a su bolsillo trabajador para engordar el propio. Por ello verificó el peso de cinco libras de azúcar en un mercado y dio “la tángana” porque le faltaban varias onzas. Allí, desde entonces, siempre le despachan bien su mercancía.
Read more Peso justo y balanza confiable