Martí: Unidad como único modo de vencer
- Por Hilda Pupo Salazar
- Hits: 8177
Dijo Martí: "No estoy aquí para créditos ni fama —sino para salvar la Revolución…” y sabía que la unidad del pueblo, en torno a la Obra, era necesaria.
Desde 1868, cuando ocurre la primera guerra de independencia cubana, comienzan las actividades de inteligencia y contrainteligencia enemigas, con el principal objetivo de dividirnos y, al final, derrotarnos.
Esa primera contienda fracasa, precisamente, por no lograrse aunar las fuerzas. El plan español dirigido a penetrarnos, sobornarnos, debilitarnos, corrompernos, intrigarnos, desinformarnos, mentirnos y promover campañas de carácter racista y de clase entre los jefes y combatientes surte efecto y desencadena la entristecida firma del Pacto del Zanjón, el 10 de febrero de 1878, luego de diez años de heroica lucha y resistencia en los campos y ciudades de nuestro Archipiélago.
Por eso Martí, al organizar su guerra, lo tiene todo en cuenta. Su frase insignia sobre la unidad así lo testimonia: “A un plan obedece nuestro enemigo: el de enconarnos, dispersarnos, dividirnos, ahogarnos. Por eso obedecemos nosotros a otro plan: enseñarnos en toda nuestra altura, apretarnos, juntarnos, burlarlo…Plan contra plan”.
En los primeros años de la década del 90 del siglo XIX, estuvo dedicado de lleno a la organización de la Guerra necesaria por la definitiva independencia, con el Partido Revolucionario Cubano (PRC) al frente.
Sus esfuerzos se concentraron en factores claves para su ordenación: convencer sobre la creación de las condiciones objetivas para una nueva contienda en Cuba, con los pinos viejos y nuevos, con la unión para evitar el desorden, culpable del fracaso de la contienda anterior.
En medio de la colosal misión de continuar los afanes independentistas hace un profundo análisis valorativo del proceso revolucionario cubano, desde la guerra de 1868 y de las causas de nuestros errores, reveses, divisiones internas y debilidades que ocasionaron la derrota de los mambises y se pronuncia por la unidad como único modo para poder vencer al colonialismo español.
En su discurso "Lectura de Steck Hall", en Nueva York, el 24 de enero de 1880, expresa: "Consumada la tregua de febrero, por causas más individuales que generales, en no escasa parte ya desaparecidas y que a engaños y a celos se debieron, más que a cansancio y flojedad de los cubanos."
Evitar cualquier grieta en su Revolución fue la misión priorizada del Maestro. En carta a Fernando Figueredo, fechada en Nueva York, el 9 de febrero de 1892, expresa:"Yo, con mis modos de sigilo, porque lo que importa es hacer, aunque no se vea quien hace, me he dado entero a esta tarea de unión,…”
El periódico Patria, surgido el 14 de marzo de 1892, tuvo entre sus fines velar por esa unión. Así se anuncia: “Nace este periódico, a la hora del peligro, para velar por la libertad, para contribuir a que sus fuerzas sean invencibles por la unión y para evitar que el enemigo nos vuelva a vencer por nuestro desorden."
En ese primer número, publica otro artículo y en él dice: “La prisa del enemigo en levantar la discordia indica sobradamente que no se ha de ser cómplice del enemigo”.
El 28 de mayo de 1892 enfatiza: "En guerra vivimos, con nombres de paz y el triunfo será necesariamente de los más preparados y de los más astutos. Es de deber denunciar, para que nadie se llame a engaño, ni proteste desconocimiento, ni se deje llevar por la pasión a donde quiere llevarlo el enemigo, ni colabore, con los pretextos de la maldad o la soberbia, al desorden y derrota de su país, los métodos especiales, tenaces y todavía fructuosos, de la campaña española.
Seguro estaba que: "Del más sutil y eficaz de estos métodos no se habrá de extrañar nadie, puesto que por el aprovechamiento de las disensiones internas pudo España vencer una guerra que por las armas no pudo vencer jamás."
En la red social escribió: Fidel: “Unidad significa compartir el combate, los riesgos, los sacrificios, los objetivos, ideas, conceptos y estrategias, a los que se llega mediante debates y análisis. Y terminó subrayando: ``Unidad significa la lucha común contra anexionistas, vendepatrias y corruptos…”.
Hoy más que nunca, ante los ataques del enemigo para intentar desunir a la Revolución cubana, crece la vigencia del pensamiento martiano, en su mejor discípulo: Fidel y como defendemos en la continuidad de su proceso, defendida por Raúl, Díaz-Canel y plasmada en nuestro VIII Congreso.