¿Por qué Socialismo?
- Por Yenny Torres
- Hits: 4044
Vivimos en un contexto de escaseces, limitaciones, donde se pone a prueba la conciencia y la firmeza. Digo esto, porque no quiero que se malinterpreten mis palabras, porque no pretendo asirme al discurso y la consigna, y menos aún pregonar como perfecta una obra totalmente perfectible. Lo digo como “cubana de a pie”, como joven que sueña, como trabajadora que se esfuerza.
No fue mi generación ni la siguiente a la mía la que escogió el Socialismo. Fueron mis abuelos y los del otro y el de aquel. Los que vivieron el horror, los desalojos, los que olieron la sangre, la pólvora… Fue la vecina que lloró cuando los -“guardias” se llevaban a Candito del barrio, casi moribundo, porque descubrieron que era “rebelde”; y cuando la madre del muchacho, tomando como combustible sus lágrimas, caminó descalza tras ellos más de 30 kilómetros.
Yo no voté por el Socialismo, lo hizo mi papá viejo para que yo pudiera estudiar, aun viviendo en un sitio casi intransitable, teniendo que leer con un mechón, y viajar sobre el caballo moro cada mes para ir de la beca al bohío, del bohío a la beca; lo hizo para sentir suyos mis títulos y sentir que me legó oportunidades.
Muchos no estuvieron en mi posición; no cruzaron ríos crecidos con los libros en un nylon, ni se hundieron en el fango levantando la mochila. Mas yo, como esos tantos otros, logré estar en la misma fiesta de graduación, por el simple motivo de que, como expresara Fidel: “esta es la revolución socialista y democrática de los humildes, con los humildes y para los humildes…”
Fueron esas sus palabras aquel 16 de abril de 1961, durante las honras fúnebres de las víctimas de los bombardeos estadounidenses a distintos puntos del territorio nacional. Ese domingo, la multitud, con los fusiles en alto, reafirmaba su decisión de defender la patria, la fecha trascendería como Día del Miliciano. Fidel había proclamado el carácter socialista de la Revolución.
¿Socialista? Esa palabra expresa el concepto más distorsionado y calumniado de la historia por parte de aquellos que tuvieron el privilegio de explotar a los pobres, lo subrayó el Comandante en Jefe en el VII Congreso del Partido Comunista de Cuba (PCC), cuando alertó que “el peligro mayor que hoy se cierne sobre la Tierra deriva del poder destructivo del armamento moderno, que podría socavar la paz del planeta y hacer imposible la vida humana sobre la superficie terrestre. Desaparecería la especie como desaparecieron los dinosaurios”. Entonces, parafraseándolo, el socialismo está en preocuparse y ocuparse, y en no seguir como en los tiempos de Adán y Eva, comiendo manzanas prohibidas.
Independientemente de la Teoría Marxista- Leninista, nosotros nos empeñamos en crear un Socialismo propio. Nuestros mecanismos de gestión económica no siguieron los pasos europeos, y menos los de la experiencia asiática. Solo con la celebración en 1975 del I Congreso del Partido, el país adoptó el núcleo duro del Modelo Económico Soviético.
Sobrevivimos al derrumbe del socialismo en Europa, y a tantos años de Periodo Especial. Los acuerdos del VI Congreso del PCC aprobaron la “Actualización del Modelo Económico”, y ahora se pone en práctica la nueva “Tarea Ordenamiento”, a las puertas de la octava cita partidista.
Claro que en nuestra Isla existen decisiones erradas, procedimientos torcidos, personas oportunistas; pero no se trata del sistema, sino de engranajes humanos e ideas malintencionadas.
El Che, en “El hombre y el Socialismo en Cuba”, aseguró que el revolucionario está guiado por grandes sentimientos de amor y que resultaba imposible pensar en un revolucionario auténtico sin esta cualidad; expresó que la revolución se hacía a través del hombre, pero que los seres humanos tenían que forjar día a día su espíritu de revolucionario, el cual no sólo se debía mostrar ante hechos o momentos heroicos, sino en forma cotidiana, ejemplo, en la actitud ante el trabajo.
Entonces la idea filosófica, adaptada a estos tiempos encajaría con “hacer cada cual según lo que le toca, según su trabajo”.
Asediados por la pandemia de la COVID-19, la crisis generada por ella; y por el Bloqueo norteamericano, Cuba toma como urna un frasco, bulbo, envase… y lo pone a disposición de la población toda, del blanco, del negro, del apóstata... Pues en este presente convulso, no es para abuelos, sino para nietos, el voto. Un sufragio que se realiza a través de nuevas propuestas, ideas, de la ciencia y el sudor.
La respuesta a la inicial pregunta la dio Fidel en 1988, en el acto por XXXIII Aniversario del desembarco del Granma y de la fundación de la FAR: “¡El socialismo es y será la esperanza, la única esperanza, el único camino de los pueblos, de los oprimidos, de los explotados, de los saqueados; el socialismo es la única alternativa! Y hoy, cuando lo quieren cuestionar los enemigos, debemos defenderlo nosotros más que nunca”.
Comentarios