4 Jun 2025 - 1:27

La venta ilegal de medicamentos: otro virus letal

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medicamentos 1Una parte de los medicamentos proviene de sustracciones en centros asistenciales, o son adquiridos en la red de farmacias, para luego mercadearlos a precios exorbitantes, aliándose así a la epidemia, como otro virus, igual de mortal. Foto: CubaSí.

 

Con los bolsos “bien medicados”, dos trabajadoras se disponían a salir del hospital clínico quirúrgico Lucía Íñiguez después de cumplir su jornada laboral, cuando el Jefe de Seguridad y Protección Física las sorprendiera in fraganti en el peor de los hechos que puedan suceder, en medio de la tensa situación epidemiológica que atraviesa la provincia por la COVID-19.

 

Entre sus pertenencias, las dos escondían 52 jeringuillas, 20 tabletas de Dexametasona, 16 de Amoxicilina, ocho de Ciprofloxacina; tres ámpulas y siete tabletas de Dipirona, 12 agujas para inyectar, 14 mochitas de coger venas, seis apósitos, un par de guantes, cuatro caretas de protección e igual cantidad de trajes protectores y, para poner el puntillazo al bochorno y la falta de escrúpulos: un nylon negro y una bolsa para recoger y aislar cadáveres.

 

Mientras, en registro al domicilio de otro ciudadano fueron ocupados, entre un amplio surtido recursos médicos, un tramo de venoclisis, set de infusión intravenosa, así como varios renglones farmacéuticos, como 32 bulbos de Lidocaína y uno de Heparina Sódica; además de dos rollos de algodón, 88 recetas médicas con el cuño del hospital universitario Vladimir Ilich Lenin y 41 con el del municipio de Calixto García.

 

Tristemente, estos no son hechos aislados, pues en programa trasmitido por Telecristal el teniente coronel Héctor Pérez Osorio, jefe de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) en la provincia de Holguín, informó que en los últimos meses ha actuado contra 16 personas por la venta de medicamentos, en su mayoría individuos sin vínculo laboral y con antecedentes penales.

 

 

Reconoció que hoy ciudadanos promueven y comercializan medicinas a través de las redes sociales y en los exteriores de hospitales y policlínicos, y entre los renglones más promovidos mencionó los antipiréticos, antinflamatorios y antibióticos, como la Azitromicina o el Rocephin, cuyos tratamientos son cotizados entre 2 mil y 3 mil pesos, y 30 mil y 35 mil pesos, respectivamente.


Dijo, además, que la sustracción y reventa de medicamentos es un problema no resuelto aún, de ahí el trabajo conjunto entre Salud Pública, EMCOMED y la PNR, con el apoyo de la población, para evitar y enfrentar estos sucesos.


No es un secreto para nadie el entramado lucrativo que se teje hoy en torno a las medicinas en el contexto de la pandemia y la escasez de muchos recursos vitales. Y, aunque se sabe que una parte de los fármacos en venta en el mercado negro son importados por algunos viajeros, hay otra parte importante que proviene de sustracciones en centros asistenciales, o son adquiridos en la red de farmacias, para luego mercadearlos a precios exorbitantes, aliándose así a la epidemia como otro virus, aún más mortal.

medicamentos 2Las redes sociales constituyen el espacio ideal donde proliferan estos anuncios de compraventa.

Sobre los casos descritos al inicio, Fernando Sera Planas, fiscal del Departamento de Procesos Penales y jefe en funciones del mismo en la Fiscalía Provincial de Holguín, explicó que en el período enero-agosto de 2021 se han investigado un total de 40 denuncias en el territorio holguinero, relacionadas, fundamentalmente, con el delito de especulación, acaparamiento, actividad económica ilícita, apropiación indebida, receptación, incumplimiento del deber de preservar los bienes en entidades estatales, además de un hecho de tráfico de drogas (venta de Carbamazepina).


El especialista citó al municipio de Holguín como el de mayor incidencia en estos delitos, seguido de Mayarí, Moa y Banes; pero en casi todos han ocurrido estas conductas reprensibles.


Por ejemplo, entre los hechos detectados citó el de una administradora de una Farmacia de urgencias de un hospital, que al violar lo establecido en sus funciones para el proceso de entrega y control previsto en el cambio de turno, así como la seguridad del almacén, propició el extravío de una caja de Azitromicina, que contenía 300 cajitas del codiciado y necesario medicamento.


Timo a la salud


Lamentablemente, las consecuencias más duras de conductas negligentes y de oportunistas, que quieren lucran con el dolor ajeno las vive el pueblo, aquejado por un virus letal que mantiene al mundo en una constante zozobra hace más de 18 meses.


Un ejemplo de esto lo constituyen las vivencias del ciudadano Leonardo Osorio García, quien detalló: “En mi casa nos enfermamos los tres, mis padres y yo. Comenzamos con los síntomas a inicios del mes de agosto y para aliviar el malestar, al principio, acudimos a la medicina natural y tradicional. Luego me regalaron unas tabletas de Cefalexina y se las di a mi mamá, yo me tomé unas 10 cápsulas de Amoxicilina”.


Tras varios días con persistencia de los síntomas, Leonardo y su familia lograron realizarse exámenes de Rayos X, que mostraron el padecimiento de neumonía asociada al virus SARS-CoV-2. “Nos comunicaron que no teníamos criterio de ingreso. Estábamos desesperados y acudimos a la opción de comprar el medicamento en el mercado informal, adquirí cuatro blísteres de Azitromicina en 2 mil pesos cada uno, dinero gastado por gusto porque terminamos en el hospital Lenin con tratamiento de Rocephin hace 10 días”, refirió.


Por su parte, Adela Díaz Beltrán dice que “si la compra de medicamentos fuera un deporte, sería uno de extremo, por los precios tan altos. Los he encontrado en sitios de venta de otros artículos en diferentes redes sociales y urgida por la enfermedad de personas cercanas. Para mi mamá quien tuvo un síndrome postCOVID-19 con una sepsis urinaria desembolsé 150 pesos por cada blíster de Sulfaprim, además conseguí Paracetamol ruso y Loratadina a 150 pesos, porque mis hijos son alérgicos”.


La suerte no fue mejor para Yamilé Escalona Arias, quien afirma que “Todo fue resuelto, hasta los PCR. Al tener lesiones en los pulmones, fue el radiólogo el que nos indicó el tratamiento. Compré tres ciclos de Azitromicina, con costo total de 9 mil pesos. Por otro lado, la Prednisolona la obtuve a 100 cada blíster, a 350 la caja de Ranitidina, porque tuve gastritis medicamentosa y por 15 aspirinas di 350 pesos”.


Para Anamary Pichardo Linares, en estos meses muchas han sido las experiencias en el asunto, porque “hasta broncas online he tenido por abusadores que son”.


“Tengo un vecino que dio 30 mil pesos por 15 bulbos de Rocephin y al final su familiar falleció”, recordó triste Ana Delia Beltrán.



En Cuba hay más de 11 millones de “médicos”; pero, lamentablemente, solo una cifra superior a los 100 mil son los que han estudiado seis largos años la carrera de Medicina en el país, decía hace unos días, en una de las transmisiones de la Revista Especial de Telecristal, el DrC Frank D. Martos Benítez, especialista de Segundo Grado en Medicina Intensiva y Emergencias, que a partir del rebrote de COVID-19 en Holguín, acompaña a profesionales de la provincia.


Esa opinión la ofrecía el también director de la revista Cubana de Medicina Interna y Emergencia, a partir de la ansiedad existente entre gran parte de la población que la lleva a automedicarse o medicar a familiares y amistades buscando un bien y; sin embargo, están haciendo un mal.


Hoy lo más importante es que las personas entiendan que deben acudir al médico tempranamente: “Hay dos factores que se asocian con las complicaciones, una es el diagnóstico temprano y el otro, el tratamiento oportuno, y esto se logra si el paciente es asistido con todo el rigor necesario en el sistema de salud, para evitar llegar a fases agudas de la enfermedad”.


Aclaró que el tratamiento medicamentoso está en dependencia del estado clínico y complejidad médica del paciente, porque si bien puede ser beneficioso en una fase de la enfermedad, en otra es muy perjudicial, pero eso donde se determina es en una unidad sanitaria.


“Es importante conocer que en el mundo no hay un medicamento que mate el coronavirus, por lo tanto, todos los tratamientos utilizados ahora son para evitar complicaciones de la enfermedad, por ello el paciente debe ser tratado tempranamente. Ningún antibiótico, esteroide, aspirina u otros fármacos matan el virus. Por ejemplo, los esteroides, por lo regular, se emplean solo por 10 días, no más; los antibióticos cinco días y si hay infección bacteriana, pero quién determina esa sospecha es el médico y nadie que no haya estudiado puede determinar esto con facilidad”.


Mientras, que el doctor Juan Carlos Ortiz Sablón, especialista de Segundo Grado en Medicina Interna y asesor clínico para la atención a pacientes con COVID-19 en la provincia, puntualizó que esta enfermedad transita por fases, una vez que el virus entra en el organismo es la inicial o de crecimiento viral, cuando comienza a multiplicarse en el cuerpo, que demora de siete a 10 días; una segunda en la cual el aparato inmunológico ataca a la enfermedad. En estos dos primeros períodos se define la evolución final de la enfermedad de los pacientes y una tercera, que depende de la evolución del individuo. En la segunda fase o período inmunológico la mayor parte de las personas van a la recuperación y otro grupo deriva hacia las complicaciones.


“En preciso entender que en el inicio de esta enfermedad viral el paciente no tiene manifestaciones inmunológicas y no se pueden mezclar los tratamientos. La COVID-19 es de oportunidad y cada fase tiene un criterio de tratamiento, un protocolo bien determinado, que no se puede violar”, esclareció.


A lo cual la doctora Gisela Ramírez, especialista de segundo grado en Medicina Interna e Intensivista, significó que en la primera etapa, como con cualquier virosis, no lleva antibióticos o esteroides, lo que requiere el paciente es prepararse para enfrentar los síntomas, ante todo beber abundantes líquido, alimentarse bien e ingerir los medicamentos de la medicina tradicional tan empleados desde nuestros abuelos.


¿Qué pasa con los medicamentos?


Ciertamente, en determinados momentos la provincia, como el país, ha afrontado serios problemas con la disponibilidad de determinados renglones, como antibióticos, relacionado con el déficit de materias prima para su producción o dificultades con la adquisición, motivado esencialmente por el bloqueo norteamericano, situación que se agudizó con el rebrote de la COVID-19.


Hoy, el cuadro básico de medicamentos de la provincia está afectado al 44 por ciento; sin embargo, en los últimos días ha existido un fuerte arribo de medicinas e insumos para en enfrentamiento a la pandemia, lo cual ratificó Aliuska Escobar Soria, directora de la Empresa Comercializadora y Distribuidora de Medicamentos (EMCOMED), quien informó que en recientes jornadas entraron productos sensibles para la atención en unidades asistenciales, entre ellas Nasalferón, Interferón, medios de trasporte, hisopos, 54 mil test rápidos, varios tipos de antibióticos inyectables, entre ellos más de 27 mil Ceftriaxona (Rocephin); Cefixima y Meropenem entre otros.

medicamentos 3 En los últimos días ha existido un fuerte arribo de medicinas e insumos para ei enfrentamiento a la pandemia. Foto: Aliuska Escobar en Facebook.

 

Información que corroboró la doctora Idalmis Rodríguez González, jefa del Departamento de Medicamentos y Tecnologías Médicas en la Dirección provincial de Salud. “En agosto recibimos medicamentos, reactivos, insumos médicos, equipamiento y medios de protección, lo cual ha permitido tener una mejor resolutividad en el manejo de los pacientes con COVID-19”.


“Hubo una representación de los diferentes grupos farmacológicos, los cuales se utilizan en el protocolo de tratamiento de esta enfermedad, como anticoagulantes, antibióticos, antinflamatorios e inmunoestimulantes. Tantos estos como otros renglones, insumos y medios de protección fueron recepcionados y distribuidos de forma dinámica para cada unidad, gracias al esfuerzo de los trabajadores de los equipos de medicamentos de los municipios, junto al provincial y a los trabajadores de EMCOMED y de EMSUME”.


medicamentos 4Si se eleva la fiscalización, no habrá que lamentar hechos como los narrados en este trabajo. Foto: Aliuska Escobar en Facebook

 

No obstante, este equipo de reportaras reconoce que las demandas no están cubiertas, de ahí que cada producto, medio o material que llegue debe ser aprovechado al máximo, utilizarse acorde con las necesidades de los pacientes hospitalizados o en otras unidades asistenciales y la prescripción tiene que ser rigurosa, así como el control sistemático en todo lugar y momento.


Si se eleva la fiscalización, no habrá que lamentar hechos como los narrados en este trabajo, y se podrá aplicar con rigor lo informado por el fiscal Fernando Sera Planas: “el marco sancionador de varios de estos delitos está entre tres meses y un año de privación de libertad, multa de 300 a mil cuotas, o ambas. Aunque en casos como el IDPBEE, en dependencia del valor de los bienes, se puede responder con privación de libertad de tres a ocho años o de ocho a 20”.


“Y en la comercialización de medicamentos controlados, sujetos a regulaciones especiales de Salud Pública, considerado como tráfico de drogas, la sanción puede ser de cuatro a 10 años de privación de libertad”, apuntó.

 

El país está atravesando por una situación excepcional. Por ello hay circunstancias que constituyen agravantes, lo cual está establecido en el Artículo 53 del Código Penal. “Tenemos hechos de vendedores de medicamentos por las redes, y también en plena calle. Las personas pueden denunciar, incluso de forma anónima. Por lo denigrante del asunto y lo que puede afectar en centros asistenciales la sustracción de medicamentos vitales para los pacientes todos debemos sumarnos a esta batalla”, subrayó el fiscal.

 

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