En Holguín dieron el último adiós al Jefe del Ejército Oriental
- Por Yanela Ruiz González
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Fotos: Alexis del Toro
El último adiós al General de División Agustín Peña Porres, Jefe del Ejército Oriental, tras su fallecimiento en la tarde de este sábado, se efectuó en el Panteón de los caídos por la Patria de la ciudad de Holguín, donde fueron depositadas sus cenizas.
El Héroe de la República de Cuba y viceministro primero de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, General de Cuerpo de Ejército Ramón Espinosa Martin, el compañero Ernesto Santiesteban Velázquez, miembro del Comité Central y Primer secretario del Partido Comunista de Cuba en la provincia y Jefes principales de las FAR y del Ministerio del Interior, acompañaron a familiares y allegados en este difícil momento y en la ceremonia de honores militares a los funerales del General Peña Porres, efectuada en la emblemática Plaza de la Revolución Mayor General Calixto García Íñiguez, durante la jornada de este domingo.
Como muestra de respeto ante la sensible pérdida, el General de Ejército Raúl Castro Ruz y el Primer secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, enviaron ofrendas florales a la ceremonia, en la que una representación de combatientes de las regiones militares del Mando Oriental rindieron tributo y guardia de honor a la urna donde reposan las cenizas de quien destacara por su elevado espíritu humanista y brillante hoja de servicio por más de 35 años en las Fuerzas Armadas, lo que le permitió alcanzar varios estímulos y condecoraciones.
Elegido como miembro del Comité Central del Partido en el 8vo. Congreso de la organización, el General de División Peña Porres trasciende por su ejemplo de modestia, entrega sin límites a su profesión, infinita lealtad al Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz y al General de Ejército Raúl Castro, valores que heredó a sus subordinados.
“La muerte no es verdad cuando se ha cumplido bien la obra de la vida”, sentenció el Apóstol cubano, y de ello están conscientes las nuevas generaciones de oficiales para quienes queda además, el legado revolucionario del General Peña Porres, principio que defendió con dignidad desde el seno de su hogar, en la concepción de una familia educada, hasta las trincheras y frentes donde se desempeñó desde que era un Camilito.
Autoridades del Gobierno en la provincia y representantes de las organizaciones políticas y de masas, así como de la Asociación de Combatientes de la Revolución también asistieron a las honras fúnebres.
