Los guantes de Carlos Manuel
- Por Calixto González Betancourt
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Carlos Manuel Escalona Almaguer confecciona guantes de excelente calidad para el béisbol. Fotos: Alexis del Toro“El talabartero Carlos Manuel Escalona Almaguer hace unos guantes para el béisbol que parecen de fábrica”, me dijo Serguei Aguilar, técnico de esta disciplina. Pocos después, en casa del exlanzador Larry Picanes, pude tener en mis manos uno de estos aditamentos y realmente me sorprendió su acabado y presentación, con brillo y contraste de colores entre negro y marrón, por lo que nadie diría que son hechos manualmente.
Hace pocos días, en compañía de Serguei y Larry y el fotógrafo Alexis del Toro visité en su hogar a Carlos Manuel, en el reparto Pueblo Nuevo, de la ciudad de Holguín. Trabaja la talabartería desde 1996, en la confección de billeteras, carteras, cintos, sandalia y otros. No pasó mucho tiempo, cuando alguien le sugirió que hiciera guantes para la pelota, pues estaban escasos. Le trajeron uno y lo analizó. En 1999 hizo el primero de estos implementos, desde entonces ha confeccionado muchos guantes como tales, mascotas y mascotines.
Carlos tiene patente como talabartero. Ha vendido los guantes a turistas y desde hace poco tiempo también lo han adquirido direcciones deportivas de municipios, como Báguanos, “Frank País” y “Calixto García”. Acaban de solicitarle desde la Universidad de Camagüey.
Serguei Aguilar, técnico de béisbol lo asesora en el perfeccionamiento de los guantes.Primero utilizaba cuero de chivos y ahora una Cooperativa no Agropecuaria le facilita el cuero de res.
Cuando el técnico Aguilar descubrió los guantes de Carlos Manuel, asesoró a este talabartero para que los perfeccionara, y le facilitó plantillas, medidas y otros que hacen posible un mejor acabado con todos los requerimientos técnicos y más cómodos de usar.
Mientras, Larry Picanes entendió que estos medios podrían tener más utilidad, por eso se convirtió en representante de este voluntarioso confeccionador e hizo gestiones en la Comisión Nacional de Béisbol, con el propósito de extender el uso de estos tipos de guantes, con una mayor producción y posibilidades de más cantidad de las materias primas que necesita: cuero, hilo, guata para rellenar, tinta de recubrimiento…´
El uso de los guantes de Carlos Manuel pretende extenderse a diferentes instituciones deportivas del paísCarlos Manuel llevó a La Habana un muestra de estos guantes, cuya calidad fue elogiada por federativos del béisbol y se mostraron en el programa televisivo Bola Viva, como ejemplo de lo que puede hacerse para suplir las carencias de esos medios para la pelota.
Rolando Basulto Pérez, metodólogo nacional del béisbol juvenil, sugirió su utilización en las Eides del país, como primer paso de un mayor uso. Se hacen las gestiones al respecto.
El taller de Carlos Manuel está en una de las habitaciones de su hogar. La esposa (Damaris Ávila) y dos hijos (David y Dayron), son, indistintamente, sus ayudantes, en su labor manual y con una máquina de coser. Si tiene los materiales necesarios, puede confeccionar hasta 25 guantes por día. Al principio solo los hacía para niños, luego, por sugerencia de Serguei, agregó estas producciones para juveniles y adultos. Puede ofrecerlos por módulos (nueve guantes derechos y dos zurdos, una mascota para el receptor y mascotín para el inicialista).
Damaris Ávila, esposa de Carlos Manuel lo ayuda en tan noble tarea.Igualmente hace guanteretas de fildeo, que sirven para perfeccionar habilidades a los peloteros del infield. Pero sus proyecciones van más lejos, pues asegura que podría restaurar caballos de salto, tabloncillo y manillas de la gimnasia artística y hacer guanteretas para el boxeo y el taekwondo.
Particularmente, con respecto a los guantes, hace trámites para que le reconozcan oficialmente una marca; por el momento tienen impregnados la Bandera Cubana, las iniciales de la familia y el logotipo del béisbol cubano. Las Banderas y los logotipos se los confecciona otra artesana, Celia Eliza González.
Si recibe la ayuda correspondiente, Carlos Manuel puede contribuir a la práctica del béisbol y otros deportes en Holguín y más allá, con sus producciones desde su hogar, de guantes y diversos implementos.
