Encuentro Nacional de Agrupaciones Soneras sesiona en Mayarí
- Por Rosana Rivero Ricardo
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El son se extiende veloz / de San Antonio a Maisí, mas se queda en Mayarí cada año a inicios de noviembre, durante el Encuentro Nacional de Agrupaciones Soneras. Por estas fechas, muchos siguen su ruta de Alto Cedro a Marcané y luego de Cueto hasta el Vallecito Florido, para saber el secreto que guarda esta tierra sobre el más universal de los géneros musicales cubanos.
Es fácil descubrirlo cuando llegas. El son se toca de una manera tan peculiar en Mayarí, que distingue a la región de otras donde se cultiva el ritmo. No es para menos. El pueblo fue centro de la región oriental, por donde transitaban personas hacia el resto de los territorios.
El trasiego continuo de viajeros propició el asentamiento de diversas corrientes musicales, cuya mezcla condujo a interpretar el son de una manera más cadenciosa, con una identificación en el tumba´o del piano y la percusión. A ellos se suma la influencia musical, por cercanía geográfica, de Santiago de Cuba, provincia donde mejor se toca el son montuno y de Guantánamo, cuna del changüí.

Además, el mayaricero lleva al son como un cromosoma adicional y quiere, reclama y defiende su festival. Por eso, el evento se ha convertido en el más longevo de su tipo en Cuba. En sus 29 ediciones no ha creído en Periodo Especial, ni situación coyuntural. Con más o menos recursos, lo que vale es “fomentar la tradición sonera como parte de la cultura popular tradicional del país y preservar el gusto por el son y su creación como paradigma de los géneros musicales que nos identifican”, en palabras de Aracelis Mustelir Cutiño, directora municipal de Cultura en Mayarí.
El gestor de este suceso es Jorge (Tito) Cabreja Rendón, director de Los Taínos de Mayarí, orquesta anfitriona:
“Cuando me inspiré para hacer esta propuesta lo hice pensando en las raíces profundas del son en Mayarí y en Los Taínos, por supuesto. No puede haber encuentro de son sin Los Taínos y viceversa. La agrupación es la máxima representante del son aquí y el evento da la posibilidad de promocionar el género al aunar agrupaciones del territorio y del resto del país”.

El Encuentro de 2019 arrancó oficialmente este 6 de noviembre en la tarde con el homenaje a Altagracia Tamayo Tamayo, en el monumento a ella erigido. El mérito de esta mayaricera no se circunscribe a ser la madre del pianista y compositor Frank Fernández. En su casa radicó la primera academia de música antes de 1940. Impartió clases a gran cantidad de alumnos que fueron posteriormente pianistas eminentes y fundó la primera Banda rítmica infantil del término municipal, en 1948.
En la velada, solistas y la Banda Municipal de Concierto rindieron homenaje al Bárbaro del Ritmo, Benny Moré, en el año de su centenario, una de las motivaciones del evento sonero, dedicado además al aniversario 151 del inicio de las Guerras de Independencia, el 125 del natalicio de Miguel Matamoros, el siglo de nacimiento del sonero mayaricero Crescencio Ramírez, la EGREM en Holguín y la ECOI-16 de Mayarí.

La Plaza Central Martín Meléndez Pitaluga acogió el tradicional espectáculo infantil Los niños bailan y cantan al Son. Hay que ver cómo se desempeñan en el escenario para percatarse de que el talento y el gusto por el género se comparte de padres a hijos, a través de la información genética.
La jornada de apertura acogió también la presentación de la última producción discográfica de Los Taínos de Mayarí. Cabreja Rendón precisó que el fonograma Pura música cubana defiende el género son y ya se promociona en América Latina y Europa. Comentó su pretensión de participar en la venidera edición de la feria internacional más importante de la industria discográfica de la música cubana: Cubadisco.
En Mayarí se encontraron el Septeto Mayanabo, la Sonora Soles del Sol, Los Taínos, el Noro y Primera Clase, El Gallo y su Orquesta, Caribe Girl, entre otros, quienes protagonizan los bailables populares, los momentos preferidos de los mayariceros. No obstante, el programa ha abarcado otros importantes espacios para descubrir las raíces del son en Cuba.
Investigadores de distintas regiones de Guantánamo y Holguín expusieron las particularidades del género en sus territorios. La música de Faustino Oramas, Benny Moré y Juan Formell estará en la mesa de reflexión y debate en la mañana del 9 de noviembre.
La jornada vespertina de ese día acoge además el Festival Provincial de Ruedas de Casino, que auspicia el Sistema de Casas de Cultura y se desarrolla por primera vez en Mayarí, con la participación de colectivos de ocho municipios. Asimismo, se prevé la realización del espacio Encuentro del artista con el pueblo, en la Casa de Cultura, que tendrá como invitado al director del Septeto Santiaguero.
“En la XXIX edición hay varias agrupaciones de primer nivel que han llegado al Encuentro a través de los años, como el Septeto Santiaguero y La Original de Manzanillo”, comenta Cabreja Rondón. “Su presencia nos sirve de promoción en diversos escenarios y su ímpetu por defender la música cubana contribuye a que el evento siga adelante. Muchas personas nos están ofreciendo ayuda para celebrar por todo lo alto la XXX edición en noviembre de 2020. Manolito Simonet, por ejemplo, quiere impulsar junto a nosotros la transformación de la plaza central”, añadió.
Mañana cerrarán estas cinco jornadas de son entero el grupo Los Guayaberos, el Septeto Mayanabo, el Conjunto Mayacuba y las orquestas Los Tanameños y Hermanos Avilés.
Por eso, Aquel que dijo que al son / le estaba llegando el fin, / que no me venga llorando / cuando suene en Mayarí.