El primer órgano de Francia que llegó a Holguín

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Organo Hermanos Ajo Centenario Órgano de los Hermanos Ajo.
 
Para la más joven generación de holguineros, invitarla a bailar al ritmo de la “música molía”, despertaría los más inusuales y variopintos pensamientos acerca de qué nuevo ritmo o género podría tratarse. 
 
No obstante, esta melodía producida por los imponentes órganos, llegó a Holguín hace tiempo; tanto, que ya algunos modos de “preparación” cambiaron, por ejemplo, de molerse la música, a “pincharse” en un disco.

Aproximadamente en 1870, llegó a la ciudad de Holguín el primer órgano procedente de Francia, bautizado como “El Delirio”. Y eso mismo fue lo que causó el organillo entre los habitantes de la época. El instrumento fue adquirido por Francisco Coayo por el cual pagó 210 pesos oro.

El sistema acústico de ese órgano y de todos los que entraron a Cuba por los puertos de Manzanillo y Cienfuegos, procedentes de Francia y España, eran conocidos como de “cilindro”. Por eso, el dicho popular de música molía.

organo jpgDibujo que representa el modelo de órgano francés que llegó a Holguín en 1870.
 
El cubano, que siempre ha inventado más que los chinos, se las arregló para introducir innovaciones que mejoraron la calidad acústica y sonora de estas orquestas ambulantes, al cambiarle su estructura y sistema melódico que, desde entonces, se llamó “por cartón”.

La familia de los Coayo poseía desde 1890 un documento que los autorizaba a tocar bailes de órgano los domingos y días feriados.
El Órgano de los Hermanos Ajo es de los pocos que quedan en activo en la provincia de Holguín, el cual radica en el municipio de “Calixto García”. El centenario instrumento es dirigido por Ronny Marrero Batista, quien obtuvo la herencia musical asumida antes por varias generaciones encabezada por su bisabuelo José Ajo Góngora.

No pocas dificultades enfrenta hoy el organista para preservar el instrumento ante el paso inexorable del tiempo y la decadencia de la Fábrica de Órganos, donde se hacían y reparaban estas orquestas ambulantes; otra lamentable estocada a dicha tradición musical en el territorio.

De los organilleros y fabricantes de entonces, además de las familias Coayo y Ajo, cabe mencionar a Porfirio Sánchez, Rafael Rodríguez, Porfirio Rodríguez, Pepín Barberena y Eberto Peña, este último de Puerto Padre.
 
 
Rosana Rivero Ricardo
Author: Rosana Rivero Ricardo
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Rosana Rivero Ricardo. Periodista 25 horas al día. Amante de las lenguas... extranjeras, por supuesto. Escribo de todo, porque “la cultura no tiene momento fijo

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