Barrio color esperanza

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proyecto alcides pino 01Instructores de Arte del proyecto Sociocultural Venga la Esperanza.
 
Hoy el reparto “Alcides Pino” tiene de todo: carretera, aceras, nuevas fuentes de empleo para sus pobladores. Antes, solo tenía el título de comunidad socialmente compleja. Desde hace un tiempo tiene incluso la aspiración de convertirse en municipio. Pero unos 15 años atrás la ambición de crecer era exclusiva de su dudosa reputación.

El final del cuento cambió cuando se coló en la historia María Delma Garcel, una especie de “Reina Midas” que convirtió todo lo que tocaba en esperanza. Ella logró aglutinar a instructores de arte, promotores culturales y líderes del propio barrio para llevar a la población el mensaje de lucha contra el VIH/SIDA, enfermedad con alta incidencia en el territorio que se sumaba a los antiguos dilemas de hacinamiento, bajo nivel cultural, alcoholismo y familias disfuncionales.

Esa fue la génesis del proyecto sociocultural “Venga la Esperanza” que desde 2003 se planteó fomentar procesos participativos culturales para transformar y elevar la calidad de vida de los pobladores, con el apoyo del sector de la salud, el deporte y la educación.

proyecto alcides pino 02Las Ferias del Libro se extienden hasta el proyecto Sociocultural Venga la Esperanza
 
Las maravillas no vinieron nada lentas y a su corta edad de 15 años, el proyecto, devenido institución cultural, reconocida por la comunidad, fue agasajado en 2018 con el Premio Provincial de Cultura Comunitaria y el Premio del Barrio, concedido por los Comité de Defensa de la Revolución.

Dice Delma que al principio no tenían de nada, solo el mensaje. Pero después que se hinchó la vela y rugió el motor del proyecto, su desarrollo fue indetenible. Una nave de carpintería abandonada se convirtió en la sede oficial de “Venga la Esperanza”. Con el apoyo de la Unicef, el Sectorial Municipal de Cultura y de las personas de la comunidad, el deteriorado local devino en atractivo centro para actividades recreativas destinadas a los niños, adolescentes y jóvenes, como la primera fiesta de 15 años y las discotecas libres de alcohol y tabaco.

En ese ambiente han crecido hasta sus actuales 12 años las mellizas Emily y Evelin Castillo Rivas, vinculadas al taller de música de la instructora de arte Roxana Figueredo, una de los cuatro promotores culturales del proyecto.

“Aquí aprendimos a cantar”, dice Emily. Y Evelin que lo que más le gusta es cantar con su hermana. Y si les preguntas cuáles canciones tienen en su repertorio, ambas responden a coro: “Revolución”, “Cabalgando con Fidel”…

“El proyecto les dio la posibilidad de pulir su talento, participar en concursos de pioneros aficionados al arte e irradiar su música en la comunidad”, añade la profe favorita de las mellizas.

proyecto alcides pino 06El proyecto es elogiado por lugareños y visitantes
 
Al principio el espacio estaba dirigido a los más jóvenes. No obstante, pronto se integraron todos los grupos etarios, incluidos los abuelos, como recuerda la directora del centro María de los Ángeles Bagué Gallardo:

“El proyecto acogió la Cátedra del Adulto Mayor, adscrita a la Universidad, de la cual se graduaron 19 personas de la tercera edad. Desde hace siete años ellos protagonizan, el último viernes de cada mes la Peñadel Adulto Mayor”.Y hay que ver como se olvidan los achaques, los problemas de hipertensión, la diabetes, el estrés, la depresión… A los abuelos no les duelen ni los callos. Mucho menos, el día de la piñata.

Miriam Calzadilla Perdomo, alfabetizadora y educadora jubilada de 71 años, está entre quienes halan los hilos para hacer saltar todo tipo de cosas de la famosa piñata. Esta es una de las actividades que más le gusta. Y los bailes que realizan en la Fábrica de Órganos, emplazada al frente de “Venga la Esperanza”. Por eso, desde que se jubiló, no deja de asistir a las peñas donde se realizan cumpleaños colectivos, presentaciones de libros, debates de disímiles temas como el amor en la tercera edad y la violencia intrafamiliar.

De estas experiencias también es protagonista Jorge Betancourt Pupo, quien encontró en el proyecto, a sus 71 abriles, además de una vía de esparcimiento, una fuente de empleo como custodio del local.

“Aquí nosotros participamos con obras de teatro, cantamos, bailamos…Yo tuve una fractura de cadera y no me siento nada. Ni me operaron. Al mes yo estaba brincando como el primero y entrando en la piñata que tiene papelitos con temáticas para debatir, libros, lápices, medias viejas, ¡hasta preservativos y no queda nada en el suelo!”.

Esa alegría que contagia a los abuelos es la mayor satisfacción de Ronny Mastrapa, joven que desde hace dos años se desempeña como promotor cultural del centro. Por eso, recuerda con mucho cariño aquel día en que compartía una canción en La Llavita, uno de los barrios más sensibles, y una abuelita le regaló una flor en muestra de agradecimiento.

Ronny dirige además la agrupación de artistas aficionados Luz Propia. Otras similares existen en Alcides Pino que hoy tienen la posibilidad de superarse en los talleres de música. Para su promoción Ronny creó, juntó a su colega Nicolás Nolberto La Nueva, el espacio Sonido Cubano. Aunque normalmente se realiza en la pantalla de Alcides Pino, el proyecto se ha extendido a preuniversitarios, Noches Holguineras y la Plaza Camilo Cienfuegos.

“Aprovechamos este evento mensual para rescatar valores, reflexionar y lograr que los jóvenes expresen sus sentimientos a través de la música a la vez que se alejan de actos negativos. Las personas se quedan asombradas porque ven que a esta labor le ponemos todo el corazón, a veces en circunstancias un poco difíciles, sin recursos prácticamente”, comenta Nicolás.

proyecto alcides pino 04Los promotores del Proyecto Sociocultural Venga la Esperanza comparten arte y alegría en las comunidades más sensibles del Reparto “Alcides Pino”.
 
Hoy “Venga la Esperanza” irradia su quehacer en el círculo infantil, las diez escuelas primarias, el seminternado y la secundaria del reparto “Alcides Pino”. “Tenemos identificados además los barrios más sensibles como La Llavita, Los Guillenes, Cinco Palmas, El Paraíso que es una comunidad que sale adelante gracias a la iniciativa ‘Mi barrio se mueve’. Ahí realizamos con mayor fuerza nuestro trabajo comunitario”, refiere María de los Ángeles.

proyecto alcides pino 08“Venga la Esperanza” fomenta dede 2003 procesos participativos culturales
 
Muchos otros proyectos avalan el bregar de la esperanza en estos 15 años: la Operación Victoria, dirigida a los niños y familiares de reclusos y ex reclusos; los talleres de artes plásticas, literatura y danza; la pequeña biblioteca con libros exclusivos; la asociación con la casa-galería de Marcos Pavón, artista holguinero discapacitado que pintaba con la boca; el Programa Educa a tu Hijo, la asimilación de las metodologías de la Educación Popular para el trabajo comunitario…

En fin, que si Silvio Rodríguez llama a la buena esperanza, venga de cuarenta o de dos mil, dígale que la han encontrado en el corazón del reparto “Alcides Pino”.
 
 
Rosana Rivero Ricardo
Author: Rosana Rivero Ricardo
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Rosana Rivero Ricardo. Periodista 25 horas al día. Amante de las lenguas... extranjeras, por supuesto. Escribo de todo, porque “la cultura no tiene momento fijo

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